XXX. La Realidad de las Palabras.

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Abrió sus ojos lentamente, pero cuando estuvo a punto de levantar todo su cuerpo, se dio cuenta de que alguien sostenía su mano, por lo que dirigió su mirada a ese lugar.

-Zayn...- susurró.

El moreno estaba agarrando su mano de una forma tan protectora, como si el estuviera por desaparecer y aquel gesto fuera suficientemente fuerte para mantenerlo a su lado; por alguna razón su corazón latió rápidamente y un sonrojo se apoderó de sus mejillas.

-Debo saber cuál es mi lugar, estar contigo me confunde...- pensó Niall serio.

Pero verlo dormir tan angelicalmente; no pudo evitar acercar su mano y acariciar los cabellos azabaches de éste, los de su frente y luego continuó hasta llegar a su mejilla, haciendo que el moreno se removiera un poco.

-Ni... Niall... despertaste...- dijo Zayn abriendo sus ojos.

El rubio quitó su mano de inmediato y se quedó mirando como se acomodaba frente a él, el moreno soltó su mano y lo miró con una sonrisa que Niall no supo cómo, pero le hizo ponerse rojo.

-Nialler... ¿tienes fiebre?- preguntó Zayn y puso una mano en su frente- No, qué raro... pareces tomate- dijo sonriendo de medio lado.
-¡Cállate, Zaynie!- le reprochó Niall avergonzado. Pero todo se cayó en instantes al recordar a su hermano- ¡Harry! ¡Harry!- gritó desesperado tratando de saltar de la cama.
-¡Niall, tranquilízate!- exlamó el azabache deteniendo su huida- ¡Harry está bien!

El moreno lo tomó de ambas manos para detenerlo, pero los repentinos movimientos del rubio causaron que cayera sobre éste.

-Ni-Niall...- titubeó el moreno por la cercanía de sus rostros.
-Zay...- el rubio trató de decir algo, pero el moreno no resistió y unió sus labios con los de Niall, impidiéndole hablar.

Un beso suave, sin otra intención, sólo sentir el calor del otro, pero de un momento a otro se volvió más intenso, más apasionado, al punto de que ambos colaboraban devorando la boca del otro, perdiendo la razón; el pelinegro acariciaba los rubios cabellos, mientras que Niall se empecinaba en sujetarlo fuertemente de la nuca para acercarlo más y más a su boca, no quería separarse, pero la culpa apareció.

-¡E-es el novio de Harry! ¡¿Qué mierdas estoy haciendo?!
Dijo que está vivo y yo aquí dejando que me bese y correspondiéndole. ¡Maldito hermano que soy!- pensó Niall, por lo que empujó con toda su fuerza al azabache de encima; Zayn cayó en pleno suelo y lo miró serio y sonrojado, el rubio se sujetó su cabeza con ambas manos, la culpa lo carcomía por dentro- ¡¿Qué he hecho?! ¡¿Dios, qué he hecho?!- se gritó como si su acto fuera el mayor pecado de su corta vida.

Zayn se levantó preocupado y quiso caminar hacia él, pero la mirada de amenaza que el rubio le mando fue demasiado clara.

-Niall... yo...- Zayn titubeó, no sabía que decirle.

¿Cómo explicarle su amorosa acción? Fue un impulso de su corazón que no pudo ignorar por más tiempo, pues llevaba días queriendo besarlo y degustar sus suaves labios, sentir su deleitable sabor, desde el tiempo transcurrido de aquella actuación en la clase de teatro no había logrado olvidarlo.

Aunque tenía vagos sueños donde él y su rubio estaban acostados en una cama a oscuras, besándose y proporcionándose caricias, a tal punto de quedarse ambos sólo en bóxer, y siempre despertaba cuando su rubio le pronunciaba entrecortado por la excitación aquella frase que lo mantenía pensando por bastante tiempo.

"Zaynie... te... amo..."

La verdad no sabía si eso realmente había ocurrido o era una simple fantasía, siempre lo dejaba de lado ya que de todas formas jamás podría averiguarlo.

MellizosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora