La semana del misterio (PAUSADA/ EN EDICIÓN)

2 La primera actividad antes de la noche

Entre presentaciones, juegos y risas llega la hora de la merienda, esto es, después de la merienda tenemos hora y media de espera antes de ir a las duchas.
Hacemos un par de juegos y aún nos sobraban unos diez minutos.

Hacemos un trato con los chicos, el cual consiste en que ellos se van a duchar los días impares ellos primero y el resto de los días la chicas primero.
Cómo hoy es día empar los chicos se van a duchar antes.
Las chicas nos quedamos en la sala de juegos hablando. Pasa una media hora o incluso más, por fin nuestro turno, la profesora no había llegado, con lo cual le pedimos las llaves al otro profesor. Subimos y nos encerramos en el cuarto, nos duchamos; por pequeños grupos.

Acabamos de cenar y algunos nos vamos a la sala de juegos, mientras que otros van con los ponis para acariciarles el pelaje.
Cuando alguien chilla:
-¿¡Jugamos a tinieblas!?.
Todos respondimos al únismo:
-¡Síiiii!
Otro desde atrás de la sala saltó:
-¡En la habitación!

Todos comenzamos a correr hacia a fuera, comenzamos a subir las escaleras. A guardamos a que nos abrieran la puerta. Pasan unos cinco minutos, hasta que por fin nos abrieron el cuarto. Todos entramos y nos quitamos las zapatillas de estar en casa. Apagamos las luces y empezamos a jugar, aunque los primeros minutos se oían ruidos y luego luces de linternas. Al final quedamos en que mejor no jugábamos, luego de encender las luces en un grupo de camas empezaron a jugar a la botellita.

Primero empiezan a jugar a
botellita en un grupo y toda la clase se acerca para ver que era lo que estaba pasando. Después de unos minutos se van al otro lado del dormitorio y se ponen a jugar ellos y ellas también .

A las once y media se juntan todos en un solo grupo y así duraron hasta las doce menos diez segundos. Cuando iban a dar las doce sacaron un par de cajas de debajo de dos camas y empezamos:
-Tres, dos, uno... ¡Felicidades Eneko!

Eneko es uno de los compañeros.

Abrió todos los regalos y le encantaron. Después de una hora nos mandaron a la cama.