12. Esta viva, ¿pero dónde?

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Narrado por Enara

Me desperté con un ligero dolor de cuello. Intente mover las manos pero no pude. Intente lo mismo con los pies. Pero me di cuenta de que estaba encadenada.
Moví mi cuello hacia la izquierda, había una mesa que contenía un bolígrafo, una hoja y un sobre.

A mi derecha encontré una mesita de té, vacía.

Me sacaron de mis pensamientos unas pisadas pesadas. Opté por cerrar los ojos.

Una vez que la puerta se hubo cerrado los abrí.

Allí estaba, Egoitz.
Su pelo marrón se distinguía muy bien a pesar de la escasa luz que había.
Sus ojos verdes brillaban. Pero estaban aún intentando acostumbrarse a la luz.
Cuando se adaptó, me soltó las cadenas.
Me entrego una bandeja la cual contenía un poco de comida.
Inmediatamente me dijo:

-Cuando hayas acabado de comerte la comida deja la bandeja en la mesa.

Dicho esto se dirigió a la mesa y empezó a escribir.
No lo pude entender muy bien pero descifre algunas palabras como por ejemplo:
-Las chicas.
-Intimo.

Bueno cuando se dio cuenta de que lo estaba observando
se dio la vuelta y me miró.

-Bueno ¿ya has acabado?- lo dijo señalando el plato- ahora lo que vas ha hacer va a ser lo siguiente. - Respondió después de coger un poco de aire.- Vas a tenerme que dar algo muy tuyo, qué tu mejor amiga o tu hermana, te hallan visto con la prenda.

Me puse pensativa y me quite la camiseta. Me quede en una básica, muy mona con letras como de graffitis, y se la entregue.
El al ver que era muy grande la dobló y la introdujo en un sobre y a rotulador negro permanente puso, en letra grande:

SOLO CHICAS.

Puesto así lo cerró y me dijo:

-Te voy a retener unas pocas horas más. Así que voy a volver cada media hora para ver como estas y que necesitas. La puerta va estar abierta pero solo esta, al otro lado esta el baño.- Me cogió del brazo y me indicó una puerta.- La de abajo esta cerrada con llave por fuera, a parte de un candado, y un cerrojo.

Cuando me lo enseñó, yo estuve observando todo el pasillo y la escaleras, que según parecía estábamos en un segundo piso. También había una pequeña ventana que daba a una pared.

Cuando me volvió a dejar en el cuarto, me comentó:

- Ahora son la 3:45 de la tarde así que volveré a las 4:15 mas o menos en media hora.

Una vez dicho esto se fue dejando me sola, otra vez.

La semana del misterio  (PAUSADA/ EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora