Capítulo 21.

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Louis' POV

Me he quedado dormido. Estoy aún sudado y cuando miro por la ventana ha oscurecido ya.

Al intentar girarme me doy cuenta de que no estoy solo en la cama. Abro los ojos y encuentro a Leighton envuelta entre las sábanas. El delicado algodón la cubre de cintura para abajo y su espalda desnuda está descubierta.

La observo durante un rato, sus músculos se mueven acompasadamente junto a su respiración y la luz tenue de la ciudad entra por la ventana y se refleja sobre su cuerpo, dando la sensación de que su piel brilla.

Una ilusión.

Como todo esto, parece un sueño... no sé, es extraño.

Me acerco a ella y Dios, parece tan delicada. Tan pequeña y perfecta. Y la tengo en mi casa, yo y no otro. Y cuando recuerdo en lo ocurrido unas horas se me ponen los pelos de punta.

Diría que lo de anoche no fue solo sexo... fue distinto.

Nunca me había reído durante el sexo. Nunca. ¿La gente hace eso?

Pienso que quizá para ella sea algo normal. Quizá esto... yo, he sido solo uno más. No parece ese tipo de chica, pero... ¿por qué sino iba yo a ser distinto a cualquier otro?

El ritmo de su respiración cambia y yo me alejo de ella. Leighton se remueve, se frota los ojos y finalmente gira sobre sí misma.

—Hola —murmura aún con los ojos cerrados.

—Hola... —respondo.

Ella se ríe y se estira. Antes de abrir los ojos bosteza ampliamente.

Ahora soy yo quien se ríe.

Y me apetece besarla, pero no estoy seguro de que fuera lo correcto. No estoy seguro de nada ahora mismo. Ni si quiera estoy seguro de que lo que ha pasado haya sido lo correcto.

—¿Has dormido bien? —es una pregunta sin peligro.

Hace un mohín.

—Roncas —hace un pequeño puchero—, y te mueves más que... —se ríe de forma dulce, extremadamente dulce—. Podrías ganarte la vida como futbolista profesional —bromea.

—Exagerada —me defiendo. Y solo por curiosidad busco mis vaqueros en el suelo y después el móvil—. Es tarde... —digo entrecerrando los ojos por la luz de pantalla de mi iPhone.

—¿Quieres que me marche? —pregunta algo decepcionada.

—Mm, no... —mustio casi avergonzado al hacer mi confesión.

Suelta una pequeña risilla y se coloca de lado, apoyándose sobre su codo.

Yo no me acuerdo de su torso desnudo hasta que veo las marcas en su cuello y que incluso bajan por sus clavículas.

—¿Qué? —y sus mejillas están ahora rojas.

Me río y Leighton se muerde el labio.

Es la cosita más tierna y sexy del mundo. No sé si eso sea posible. Acerco mi mano hasta ella y paso mis dedos por las marcas moradas de su piel ella cierra los ojos al tacto y siento su vello erizarse a mi paso.

El corazón me late más deprisa y yo aparto la mano. ¿Qué coño está pasando?

—Ha estado bien, eh... —alzo una ceja.

Ella asiente y guarda silencio unos segundos, durante los cuales me mira a los ojos fijamente.

Y aquí está. Aquí está la Leighton que de pronto intenta entrar en mí a toda costa, ir más a allá de lo que yo la estoy permitiendo y cuando la miro a los ojos me da miedo pensar que va a conseguirlo.

How did we end up here?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora