Parte 5

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Después del encuentro y de alguna manera hacer las paces, Inuyasha miró a Aome con curiosidad y algo de recelo en sus ojos dorados.

—Aome, tengo que preguntarte algo —dijo finalmente, rompiendo el silencio incómodo.

Aome lo miró, notando la seriedad en su expresión. —¿Qué pasa, Inuyasha?

—¿Por qué eres novia de Koga? —preguntó, sin rodeos.

Aome suspiró, sabiendo que esa pregunta llegaría tarde o temprano. —Simplemente se dio la ocasión, Inuyasha. Las circunstancias nos llevaron a estar juntos.

Inuyasha frunció el ceño, procesando su respuesta. —¿Solo por eso?

Aome asintió, intentando ser lo más honesta posible. —Sí, estar tanto tiempo en la agencia y encontrarnos en varias ocasiones, solo hizo que la conexión se diera. Además, seguí con mi vida. Fue algo que simplemente sucedió.

Inuyasha bajó la mirada, asintiendo lentamente. —Entiendo.

Después de unos minutos de silencio, Inuyasha se levantó. —Creo que es hora de que me vaya. Gracias por hablar conmigo, Aome.

Aome asintió y lo acompañó a la puerta. —Cuídate, Inuyasha.

Antes de irse, Inuyasha se despidió cortésmente de los padres de Aome, Naomi y su esposo. Con una última mirada hacia Aome, se marchó, dejando un aire de melancolía tras de sí.

———

Aome yacía recostada en su cama, el suave tintineo del viento que entraba por la ventana acompañaba sus pensamientos. Su corazón estaba dividido entre los cálidos sentimientos que Koga despertaba en ella y la complicada historia que compartía con Inuyasha. Las palabras que él le había confesado resonaban en su mente como un eco constante, haciendo eco en cada rincón de su ser.

-¿Por qué todo tiene que ser tan complicado?.- se preguntó en voz baja, como si hablar en voz alta pudiera traerle alguna respuesta. Durante mucho tiempo, había guardado en su corazón los recuerdos de las aventuras compartidas con Inuyasha, los momentos de cercanía y complicidad que habían marcado su historia conjunta. Pero ahora, Koga había entrado en su vida de una manera tan intensa y apasionada que no podía ignorar sus sentimientos por él.

Aome sabía que amaba a Koga, con su valentía y su lealtad inquebrantable. Él había estado a su lado en momentos difíciles, siempre dispuesto a protegerla y apoyarla. Sin embargo, Inuyasha también ocupaba un lugar especial en su corazón, una conexión que parecía ir más allá del tiempo y las circunstancias. Sentía un profundo afecto por él, pero las complicaciones de su relación y la incertidumbre que siempre los rodeaba la habían mantenido en un estado de confusión constante.

———

Esa tarde, decidida a encontrar claridad en medio de sus sentimientos confusos, Aome buscó a Koga. Se encontraron en un lugar tranquilo, alejado del bullicio del día a día. El sol estaba bajando en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos dorados y rosados mientras el viento jugueteaba con los mechones de sus cabellos oscuros.

Koga notó enseguida el nerviosismo de Aome, la manera en que jugueteaba con sus manos y evitaba su mirada. Con una suave sonrisa, rompió el silencio que se había instalado entre ellos.

-Aome, algo te está preocupando. ¿Qué sucede?.-Su voz era suave pero llena de preocupación genuina.

Aome suspiró, reuniendo valor para hablar con sinceridad. Estaba al borde del llanto, sus ojos llenos de tristeza por lo que iba a decir. —Koga, he estado reflexionando mucho últimamente— comenzó, eligiendo sus palabras con cuidado. —Tengo sentimientos encontrados y necesito ser honesta contigo...—

Los Espias 2 (Pausado Temporal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora