Capítulo 11

16 0 0
                                    

CAPÍTULO 11

Explicar una relación a alguien no es fácil. Básicamente porque no son cosas fijas y pautadas, sino que varían en función de las personas y el contexto. Por eso ahora no sabía cómo describir mi relación con Javi.

- No lo sé. Él es mi todo. No te puedo decir cómo he llegado a necesitarle tanto en mi vida, pero es así.

- ¿Y por qué Jorge no es así conmigo?

- Cada persona es diferente. Tendrás que averiguar cómo es él. Y sobre todo, que se acaben las mentiras.

- ¿Crees que podrás perdonarle?

- Si te soy sincera, no lo sé. Es difícil porque he visto demasiado egoísmo en él. Ahora tengo como dos discursos suyos en la cabeza y no sé por cuál decantarme. Además, él no es Javi.

- Yo no sé si puedo perdonarle.

- Eso sólo lo sabes tú. Tienes que valorar todo y darte tiempo. Yo estuve una semana separada de Javi y tuve que verle en sus peores momentos para darme cuenta de que no podía seguir así.

Me abrazó fuerte. Echaba de menos a mi amiga, a la que me necesitaba igual que yo a ella. Habíamos pasado mucho juntas y ahora veía que nuestra amistad no se había roto.

Siempre creí que la amistad verdadera superaba obstáculos, que te podías enfadar pero acababas perdonándote, que podías insultar al otro pero ambos sabríamos que no son ciertas esas palabras, que podías no ver al otro durante un tiempo y cuando te encuentras de nuevo te abrazas como si no pasara nada. Clara me había demostrado que realmente era así. Cuando estábamos enfadadas, lo pasábamos fatal. Aunque eso no nos impedía seguir nuestro corazón en situaciones difíciles. Al final, el orgullo perdía peso y acabábamos abrazándonos como hermanas.

- Tengo que decirte algo. - ahora que volvíamos a ser amigas, la necesitaba para despejar mis dudas.

- ¿Qué pasa?

- Cuando estaba hablando con Jorge... Me ha dicho que Javi estaba conmigo por pena, porque quería buscar mi perdón, que sino no estaría con alguien como yo.

- ¿Cómo? ¿En serio? ¿Y tú le crees? Si hace un momento me estabas diciendo que...

- Ya. - La interrumpo. - Pero que él me importe tanto no significa que yo a él también. No te digo que le crea, sólo que me ha llenado de dudas. Javi es un chico de película, se iba con todas y de repente se enamora de mí. No sé.

- No creo que se comportara como lo ha hecho hace nada si no te quisiera.

- ¿Y si tiene miedo de que Jorge me lo cuente y por eso quiere alejarme de él?

- No lo sé. Yo no lo conozco como tú. Pero hace un momento me has dicho que yo tenía que saber qué hacer con Jorge, tú tienes que saberlo con Javi.

- No sé qué hacer.

- Cristian te ha asegurado que está contigo por ti. ¿Qué necesitas que haga Javi para demostrártelo?

- No lo sé. Pero está claro que Cristian le defenderá a él. Son amigos.

- Tienes que hablar con ellos o con alguien que conozca a Javi lo suficiente para saber la respuesta.

Las dudas me carcomían. Tenía miedo de perder a una persona que me importaba demasiado. Yo sabía que si ahora él desaparecía de mi vida, sería otro golpe bajo. Me costaría horrores recuperarme. Había estado mucho tiempo pendiendo de un hilo, mi cordura estaba en juego. La pérdida de mi madre me había destrozado, haber visto su muerte no ayudaba y tener a una persona como mi padre al lado, controladora excesivamente, paranoica e hipocondríaca, no era recomendable para superar un hecho tan doloroso para mí. Con la ayuda de Clara, la familia y mi fuerza de voluntad, salí adelante. Ahora no estaba tan segura de tener la misma fortaleza. Es como una barra energética, que a medida que la gastas, cuesta de recuperar.

Amiga del dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora