capítulo 9

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Antes de que bajara del coche, Javi me hizo prometer que si algo iba mal le llamaría. Me despedí, mucho más tranquila, y entré en mi casa. Mi padre me esperaba para cenar con Mari. Apenas tuve tiempo para estar sola cuando me avisaron para que bajara a la mesa. Mi padre, al verme llegar alegre, se animó y supuse que ese fue el motivo para preparar una comida especial. El pastel de patata me encantaba, era cierto, pero porque era el plato favorito de mamá que siempre me preparaba para mi cumpleaños. Parece ser que todo se había vuelto en contra mía, para recordarme a la persona más importante que había pasado por mi vida. 

En medio de la cena, papá empezó a explicarle a Mari porqué nos gustaba tanto esta comida y de aquí derivó a anécdotas familiares. No sé si su nueva novia estaba incómoda con la situación o no, el caso es que yo estaba a punto de derrumbarme otra vez. Me levanté para ir al lavabo aprovechando que me había manchado un poco el labio y así evitar sospechas. Llamé a Javi, necesitaba verle, abrazarle, hablar. Pero no contestaba así que le envié un mensaje a Cristian. Cuando volví a la mesa seguían hablando de lo mismo y yo cada vez estaba más apagada. Creo que Mari se dió cuenta porque intentaba cambiar de tema, explicar ella cosas para distraerme y me miraba con cara de arrepentimiento pero mi padre estaba en otro mundo. Supongo que a él le sentaba bien explicar las cosas, era su forma de desahogarse y mostrarse tal y como era. Y hace unos días yo compartía ese sentimiento, era perfectamente capaz de hablar y explicar cosas de mi madre. Pero no ahora. Ya estaba llegando a mi límite cuando llamaron a la puerta. Sabía quién era, no había tardado mucho. Tomás se levantó para abrir y no me dió tiempo a evitarlo. Me equivoqué al pensar que volvería enfadado por el invitado. No era quién esperaba, era Clara. 

        - ¿Podemos hablar un momento? - preguntó no muy contenta. 

        - Sí, claro. ¿Qué te pasa?

        - ¿Qué coño ha pasado con Jorge? - dijo chillando. - No podías soportar que me gustara y estuviéramos juntos ¿no? Tenías que joderlo todo. ¡Y lo mejor de todo es que me miente por tu culpa! Me dice que no pasa nada pero que ni se me ocurre presentarme en su casa. Voy yo, con mi buena voluntad de ayudarle en lo que sea, y le sigo al ver que sale de casa. ¿Y sabes dónde va? A casa de tu noviecito de dónde sale muy cabreado. Y cuando me ve me echa las culpas y ¡me grita! 

        - Yo no tengo la culpa de como te trate Jorge. Sólo sé que no es la persona que crees que es. 

        - ¡No me mientas! Aquí la única mentirosa eres tú. He venido a despedirme de ti y decirte que pensaba que eras diferente. Pero ya veo que no me puedo fiar de ti. Me ha pedido que no me junte más contigo porque estás intentando joderle la vida y eso no lo voy a permitir ¿me oyes? Si intentas hacerle daño, te voy a joder yo a ti. 

        - ¿Has venido a amenazarme? Mira, Clara, éramos muy amigas y no sabía que estabas tan pillada por Jorge. Pero créeme, te está manipulando. Yo no intento joder a nadie. 

        - ¿En serio pretendes que te crea? Llevas una semana evitándole, cuando quiere hablar contigo tu amiguito le coge por el cuello y tu ni siquiera le defiendes. No sé qué le dijiste pero le afectó. A mi ni siquiera me cuentas porqué no quieres verle y ahora ¿es a ti a quién tengo que creer? Me a dicho que estás resentida, que le odias y que no le vas a perdonar. Y también me ha contado que le has amenazado. Creía que eramos amigas, pero no me has valorado en estos días, así que no quieras que te haga caso a ti porque él si que me ha contado todo.

        - ¿Estás segura de lo que estás diciendo? Llevamos mucho tiempo siendo amigas y yo te presenté a Jorge. Me equivoqué al hacerlo igual que lo hice en conocerle. No es quién creía que era. Y si no te he contado nada es porque no quería alejarte de él sin estar convencida de que no había cambiado. Ahora sé que es un hijo de puta y por eso puedo pedirte que me escuches y te alejes de él. Sólo te habrá contado lo que él quiere que sepas. 

Amiga del dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora