Secreto de hermanos [YAOI / GAY]

III - El día que la alegría murió (Parte 2)

Todos lo miraron, era raro que él dijera eso.

-Pero miren, el cuatrojos se puso serio.

-Cállate Kuro -bufó Tsuki

-¿Cómo te atreves a hablarle así a Kuro-dono? Maldita zanahoria gigante -dijo uno de la pandilla, era pelirrojo igual que ella, pero su cabello era unos tonos más oscuro, además era bajito. Fue hasta ella y le dio un golpe en la cara, lo bastante fuerte como para tirarla al piso.
La expresión de horror de Yukki fue mayúscula. Incluso sus compañeros voltearon.

-¡Tsuki! -fue hasta ella- ¿estás bien?

-Claro que si -lo dijo sonriendo pero una gran marca roja comenzaba a notarse en su pómulo y parte de la mejilla

-Lo siento... Fue mi culpa.

-Claro que--

-Claro que sí -la interrumpió Kuro-, todo fue y siempre será tu culpa, por que eres un asqueroso marica.

-¡Eso ni siquiera tiene sen!--

-Tsuki, no -la interrumpió, también, Yukki -. El tiene razón.

-Yukki...

-Ohh, al fin lo aceptas -Kuro hablaba de una forma tan desesperantemente creída que todos en el salón querían partirle la cara pero, como todo cobarde que eran, no dijeron nada-. Aunque eso no cambia nada.

-Si quieres molestarme hazlo pero no te metas con Tsuki.

Su amiga tragó saliva, nunca había visto a Yukki así, le alagaba que la defendiera con tanto valor pero tenía miedo de que por defenderla él terminara herido.

-No quiero -esbozó una maliciosa media sonrisa- ¿A qué se debe esta repentina escena de valor? O tal vez...
Yukki no dijo nada, es más, bajó la mirada. Todos sabian lo que Kuro insinuaba y estaba en lo cierto.

-¡No lo puedo creer! -comenzó a reir-. Realmente eres patético pequeño marica.

-¿Qué está pasando aquí?

Una fuerte voz retumbó en todo el salón. El profesor.

-Kuro y compañía, se van ahora mismo a la dirección.

-Tch, esto no se termina aquí. Aún te tengo que dar un regalito -se lo murmuró a Yukki en el oído-. Nos vemos en "nuestro árbol" a la salida. Está demás decir que vengas solo -luego de decir eso salió del salón junto con su malholiente pandilla. Si iban a la dirección o no nadie lo supo.

El profesor se acercó a ellos. Era un hombre alto de aproximadamente 40 años, su cabello aún era completante negro aunque las pequeñas arrugas que se hacían notar en medio de sus cejas le daban un aspeco más mayor.

-Domyouji, Takumi ¿Están bien? ¿Qué ha pasado?

-Nada profesor, solo una pequeña riña -Yukki habló antes de que Tsuki pudiera decir cualquier cosa.

-Si ustedes también participaron no me queda otra opción que también enviarlos a la dirección. Vamos, levántese del suelo señorita Takumi

-Oh, si -se incorporó rápidamente.

-Profesor, solo yo fui el que peleó, Tsuki no tiene nada que ver en esto.

-¿Eso es cierto señorita?

Yukkine le lanzó una desesperada mirada de súplica a su amiga "Por favor, se lo que hago".

Ella no dijo nada, simplemente asintió.

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En la dirección lo regañaron pero como era la primera vez que ocurría eso con él solo tuvo una advertencia.