Secreto de hermanos [YAOI / GAY]

VIII - Deseo Prohibido.

Hambre. Moría de hambre. Si no comía aunque sea un pan duro en menos de un minuto gritaría.

"Quiero comer la comida de mamá...". No pudo almorzar por culpa de la gran cantidad de pacientes, en ese momento salió el último paciente y sintió como al fin pudo respirar. Amaba su profeción, pero amaba aún más la comida.

-Hasta mañana -se despidió de las admisionistas

-Hasta mañana doctor.

-Hasta mañana -le contestaron con una sonrisa.

La clínica era enorme, no se esperaba menos de una de las más importantes y reconocidas de Tokyo. "Wow" pensó mientras salía del gran edificio blanco "El primer lugar en el que trabajo es este. Wow" nunca se puso a pensar en eso, aunque realmente no tuvo mucho tiempo en pensar en algo que no sea Yuuki, pero era realmente increíble, hay médicos de renombre que matarían por trabajar allí y él, un recién graduado, lo hace. Todo gracias a Ann, le debe tantas cosas.

Subió al metro, el hombre que estaba sentado frente a él comía un gran sanwich de pollo, que envidia. No había espacio ni para respirar. La ironía hizo que soltara un leve carcajada y que el hombre del sanwich lo mirara raro."Trabajo en una de las clínicas más grandes de Tokyo y viajo en metro"

Sonó su celular, era muy peligroso sacar tu celular en el metro pero como era Ann la que llamaba no pudo no contestar.

-Hola corazoncito -el peor mote del mundo-, como mañana solo trabajas hasta el medio dia podrias venir a almorzar a mi casa.

-Pues... -la verdad estaba muy cansado y tenía planeado descansar.

-¿Por qué no? ¿Qué tienes que hacer?

-Nada, no dije que no

-Pero te quedaste pensando. A ver, no es justo que solo yo vaya a tu casa.

-Si, si, lo se

-Entonces ¿vienes?

-Claro, apenas salga del trabajo voy para allá y te llamo para que me des las indicaciones

-Ok, bye corazoncito -cortó.

Kyouhei soltó un largo suspiro, y el señor de sanwich lo miró como diciendo "Pobre chico".

Miró su iphone, un regalo de Ann.

-No puedes salir con Annei Legend y no tener por lo menos esto -le había dichl cuando le entregó ese celular.

Ann. Hermosa Ann. Cualquier hombre mataría por estar con ella. Se quedó observando su fondo de pantalla, ella y él en la playa de Los Ángeles, sonriendo. La pregunta que no salía de su mente volvió a hacerse presente.
"¿Qué estás haciendo Kyouhei Domyouji?" una y otra vez.

Kyouhei se quedó sin uñas hace ya media hora. Caminaba de un lado a otro, cada dos segundos mirando el reloj. Tsubaki mantenía la postura, incluso le decía que se calmara aunque en el fondo estaba peor de preocupada que él.

-No llega... Ya se escondió el sol -miró el reloj-... No llega -repitió.

Justo en ese momento se abrió la puerta y Kyouhei fue hasta allí más rápido que flash. El alivio se le bajó hasta los pies al ver a Yuu sano, a salvo y ¿sonriendo?

-Ya llegué -dijo.

Tenía la respiración agitada, las mejillas rosadas y una sonrisa, involuntaria o no, que iluminaba su rostro. Hace tanto tiempo que ya no lo veía así. Kyouhei se sonrojó.

-¡Yuu! -fue a abrazarlo, seguía estando tan delgado que parecía que lo rompería

Una vez que lo soltó su pequeño hermano le dijo.

- ¿Pasa algo?

-Nada -habló su madre desde atrás de Kyouhei (quien ni siquiera se dió cuenta de cuando fue hasta ellos), también sonriendo, en sus hermosos ojos grises se notaba el alivio-. No pasa nada ¿vamos a comer?

-¡Claro! -dijeron los hermanos al unísono.

Fue una cena maravillosa, en familia, llena de risas, bromas, recuerdos divertidos, recuerdos vergonzosos, fue lo que más deseaba Kyouhei desde hace ya tres años, bueno, lo segundo que más deseaba.

****

Tormenta. Hermosa tormenta. Hermosa noche de tormenta ¿Por qué no vienes?

01:09 a.m, las noches de tormenta solían comenzar a media noche.
Debería de estar feliz por Yuu, el hecho de que no vaya a dormir con él significaba que comenzaba a superar lo que había pasado, debería, pero no lo estaba. "Eres un pésimo hermano"

Recuerdos llegaban a su cabeza. La vez que estaban viendo un programa de asesinatos, era sobre un hombre que tenía un deseo prohibido por las mojas y a causa de eso las violaba y luego asesinaba. Aún recordaba lo que el hombre decía cuando las mataba "Mi deseo prohibido es el culpable, no yo", lo mismo dijo cuando lo arrestaron.

-Que enfermo, pobres monjas -había dicho Yuu-. Oye Kyouhei ¿cuál es tu deseo prohibido? -preguntó enarcando una ceja, con una risa bromista, era obvio que lo decía en broma.

-Pff, no tengo ninguno... Bueno, tal vez los chocolates

-Eso no cuenta, matar por chocolates es algo que cualquiera haría.

Deseo prohibido. Horrible deseo que lo atormenta hace tantos años ya.

Abrió los ojos, 01:45 a.m, yuu no estaba, miró por la ventana, el cielo estaba rojo, posiblemente llovería.

Lo que hizo a continuación fue un impulso, no pensó, no razonó, ni siquiera supo por qué hizo eso pero de una cosa estaba seguro. Se volvió loco.

Abrió la puerta lentamente, la habitación estaba oscura pero no lo suficiente como para no verlo. Estaba justo allí, tapado hasta el pecho, su desordenado cabello lila se le caía por los ojos, que estaban cerrados. Parecía un ángel, un hermoso ángel prohibido.

Se acercó a Yuu tan silenciosamente que apenas escuchaba su respiración, eso y por que apenas respiraba ¿Qué rayos hacía?

Antes de darse cuenta ya se encontraba encima de Yuu, apartó el cabello de sus cerrados ojos y lo besó.
Fue un pequeño beso, tan rápido que apenas lo sintió. Deseó por tanto tiempo hacer eso, al fin lo logró. Otro beso, esta vez duró un poco más, eso y...

-¿K-Kyouhei? -Yuu abrió lentamente los ojos- ¿Qué estás...?

-Shh -lo calló. Interiormente se gritaba "¿¡Qué rayos haces?!"-. Yuu, tu eres mi deseo prohibido.

Lo besó de nuevo y esta vez fue correspondido.

×××××

Holaaaa!!! No subía más por que estaba de exámenes y no tenía tiempo ni para respirar ¡Pero ya se terminaron! Felices vacaciones a mi~~ (๑•̀ㅂ•́)و✧

PD que no tiene nada que ver: Tuve los mejores compañeros del faking mundo, si lo leen, cosa que no creo que hagan ¡los amo! ¡Los adoro! ¡Los quiero más que Kyouhei a Yuu! ¡Y eso es mucho!