Pruebas

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Narra Anie

Comence a abrir los párpados despacio y con pesadez y una luz brillante segó mi vista por un momento, me incorpore lentamente, al parecer estaba en el suelo, cuando estaba sentada por completo me encontraba en una habitación completamente blanca e iluminada, no había ni un mueble alrededor, solo una puerta blanca y un espejo que seguro era de esos vidrios de doble vista, mire mi cuerpo y en mi muñeca derecha había una especie de brazalete blanco que decía desconocido con letras negras, estaba vestida completamente de blanco, tenia puesto un pans que llegaba a los tobillos, parecían de brincacharcos, una sudadera blanca sin cierre y con gorro, parecía el suéter Jeff The Killer, y por último traía Vans blancos con agujetas, no traía calcetines y mi pelo estaba recogido en una coleta, me levante del helado suelo con algo de dificultad y me estire un poco, me sentía hecho un nudo
- Hola hola, al fin despiertas linda, creí que seguirias dormida un poco más - esa voz, la mujer de la televisión, entro con una sonrisa en el rostro y papeles en sus manos, vestía con bata blanca, vestido negro y unas zapatillas del mismo color, camino hasta mi y se paró al frente mio y me extendió su mano
- soy la doctora Williams un gusto - no dije nada y estreche su mano, no quise ser grosera
- lamento la rudeza - dijo y miro los papeles, creo que habla de cuando me dispararon con aquel dardo tranquilizante
- te gusta tu ropa? - no dude en asentir
- la verdad es de hombre dos de cada diez caníbales son mujeres, casi no hay y me decepciona, eres la primera mujer caníbal en este sector de investigaciones, debes sentir orgullo - ojeo los papeles y me miró - tu nombre es Anie si mal no me equivoco - volví a asentir
- de pocas palabras, ah? - dijo y volvió a sonreír, no podía hablar sentía venir las palabras pero no emitía ningún sonido y no lo entiendo
- bueno me acompañaras al salón de pruebas, y después te are unos análisis y para finalizar comerás algo, te parece? - me ofreció la mano, la mire unos segundos
- anda tomala no muerdo - tome su mano como una chiquita toma la mano de su madre para cruzar la calle, salimos de la habitación y recorrimos un largo pasillo blanco y había sientos de puertas blancas, caminamos a unos minutos y llegamos a una habitación llena de cosas raras y utensilios que parecían de tortura
- te sentaras aquí, vuelvo en unos minutos no desesperes - dijo alejándose, parecía gentil.
Me senté en la silla color negro y espere, mire a mi alrededor con determinada atención, esta habitación es extraña y no me da nada de confianza, trato de emitir algún sonido pero es inútil, no tengo voz para hablar, paso saliva y siento un nudo del tamaño del mundo en mi garganta, tal vez sea eso lo que me impide hablar, el sonido de la puerta abrirse me saco de mis pensamientos, era ella tenia un atuendo diferente y venía acompañada de unos cuantos enfermeros, uno de ellos se acercó al mi, y me ato de pies y manos a la silla, me altere un poco y la expresión en mi cara era de preocupación y la doctora lo noto
- no te preocupes linda, no te pasará nada malo - se acercó a mi y me tomo de las mejillas, sus manos estaban heladas
- quiero que me muestres ese ojo de caníbal - ordenó, yo negué su mirada se puso muy seria, me asustó diría yo
- si no me lo muestras te dar una descarga eléctrica que cada vez subirá más de nivel - no me quedo de otra, no quería que me electrocutaran, active mi ojo, ya tenía más control sobre el, ella sonrió al verlo y paso su dedo pulgar sobre las marcas
- es hermoso, jamás vi algo así en mis años de investigación, esto es fascinante - su sonrisa se ensancho más - dejalo así un momento - me soltó se dio vuelta y tomo una especie de cámara y puso la lente frente a mi y tomo un par de fotos - tu ojo es más hermoso que el de ese chico llamado Jay - al escuchar eso mil cosas pasaron por mi cabeza, Jay estaba aquí?!, tenia que buscarlo, pero sería después, ella dejo la cámara donde estaba y volvió a mi, hizo una especie de seña y pusieron una mesa frente a mi con diferentes alimentos y me desataron las manos
- probaras cada uno de estos alimentos y si quieres vomitar o escupirlo, solo hazlo, y con una seña me dirás cual es más asqueroso y cual está un poco mejor - solo pude asentir, ella tomo una libreta y una pluma y se sentó frente a mi.
Mire la comida con determinada atención, con cual comenzaría?, había demasiada, y toda resultó ser de la comida que yo amaba cuando aún podia comer, tome primero una rebanada de lo que parecía ser pizza de pepperoni, mordi un trozo y cuando sentí el sabor en mi lengua hice un gesto y lo escupi, la doctora tomo un precio de apuntes y me volvió a mirar.
Probé todos y cada uno de los platillos que me sirvió y ninguno pasaba de la boca del estomago, todo salia, nada entraba, en los líquidos resultó ser un poco más fácil pero aun sabían asqueroso.
- bueno hiciste un excelente trabajo An, ahora vamos con la pruebas físicas, desatenla - los enfermeros me desataron los pies, me puse de pie con cuidado y me sobe las muñecas, el agarre estaba un poco ajustado, la doctora me hizo una seña de que la siguiera y comencé al caminar detrás de ella, pasamos de nuevo por ese enorme pasillo blanco lleno de puertas del mismo color, entramos a una habitación con puerta color azul , al entrar había múltiples aparatos para ejercitarse, máquinas raras y otras cosas a las que no les preste mucha atención. Segui a la Dra. Williams asta una maquina caminadora
- sube y quítate la sudadera y amarratela alrededor de las caderas, Okey? - asenti, antes de quitarme la sudadera me asegure de que trajera alguna blusa o algo debajo, resultó que traia un top deportivo color negro, era lo único negro en mi ropa, me la quite y la amarre alrededor de mis caderas y subí a la caminadora, los enfermeros se acercaron a mi y me conectaron unos cables raros en el pecho, frente y abdomen, la Dra fue a una maquina que estaba conectada al todos esas cosas que están pegadas a mi piel
- muy bien, cuando la maquina se comience a mover tu también, no importa la velocidad Okey? - asenti nuevamente, la máquina se comenzó y yo empecé a caminar despacio y luego la velocidad comenzó a subir después más y luego más y más y más, de un momento a otro ya estaba corriendo demasiado rápido no perdía el ritmo de mis pies, mi pulso no se aceleró, seguía latiendo a su ritmo normal, la doctora tomo unas notas y un par de fotografías, el flash me segó por un momento pero no perdí el ritmo de mis pies. La velocidad comenzó a disminuir asta que se detuvo, no estaba sudando, ni un poco
- excelente, eso fue fantástico, jamás vi a un caníbal correr de esa manera - dijo y sonrió enormemente mientras se acercaba a mi
- bueno van las siguientes pruebas - dijo y camino en otra dirección

Todo lo que resto del día se la pasaron haciéndome estúpidas pruebas que no servían de nada, pero seguía sin poder hablar, no podía articular una jodida palabra, ni siquiera un maldito sonido, nada, simplemente no podía. La estúpida doctora Williams no dejaba de darme fuentes descargas eléctricas por no responder sus estúpidas preguntas, y como me porte "mal", no me iban a alimentar este día, me iban a dejar sin comer

- entra en esa celda - dijo el policía mientras me empujaba dentro de ella y me hacía tropezar callando al suelo

Me iba a levantar para matarlo pero el cerro la puerta antes, bufé irritada y me puse la sudadera de nuevo, me estaba dando algo de frío, pero tuve mucho cuidado con mis heridas causadas por las descargas y cortes de cuchillas muy filosas que tenían un especie de fórmula especial que volvía la piel de los caníbales vulnerable y permitía que las cuchillas cortarán la piel, me senté en un rincón de la habitación en posición fetal, y sentí mis ojos humedecerse y sin más teatro deje que las lágrimas salieran de mis ojos como si fueran cascadas, me sentia una completa mierda, estaba muy adolorida y cansada, habían exprimido cada parte de mi ser, y lo único que podía hacer era llorar y pensar en lo feliz que estaría si ahora mismo estuviera con mi familia, cenando, todos juntos, todo eso seria posible si no fuera un estúpido caníbal, ahora estuviera con ellos si aun fuera normal, quisiera haber muerto en ese estúpido axidente, debí dejar que el caníbal me comiera y ahora no estuviera aquí sufriendo, ahora no estuviera aquí llorando y lamentandome, ahora solo no quisiera estar viva

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