Heridas Profundas

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Hola hola.......como están mis pequeños caníbales? Yo espero que súper bien, quiero darles un pequeñito aviso, a partir de aqui va a narrar solo Anie y eso durará al menos 1 o 2 capítulos más, y no desesperen más adelante sabrán de Jay, Dario, la familia de Anie, de Alex, bla...bla...bla, asta luego mis caníbales nos leemos luego ✌✋❤❤❤❤✋✋
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- Despierta escoria! - grito el hombre patiando mi abdomen con fuerza

Comence a tocer y escupi sangre, quise maldecirlo de tantas maneras pero seguía sin poder hablar, me levante con dificultad porque las heridas no habían sanado del todo, cuando por fin estuve de pie el guardada me miró con indiferencia, se dio vuelta y comenzó a caminar
- sígueme - dijo sin mirar atrás, yo comemce a caminar detrás de él, mi estómago gruño llamando su atención, tenia mucha hambre, y si no me daban de comer las cosas se pondrían mal por aquí
- no puede ser que tengas hambre - dijo dándose la vuelta, yo mire el suelo, si lo miraba a los ojos lo vería como un delicioso bocadillo
- te estoy hablando escoria! - me grito fuertemente, pero no levantaría la mirada, el tomo mi barbilla e hizo que lo mirara, yo cerré los ojos con fuerza
- mirame cuando te llame, abre los malditos ojos - negué, el me dio una descarga eléctrica con el teizer y yo hice una mueca de dolor - abre los malditos ojos - ordenó, abrí los ojos y mi ojo derecho ya se había activado, el corazón del guardia se aceleró rápidamente, la sangre corría rápidamente por sus venas, solo logró engrandecer mi hambre, y sin más me arroje sobre el
- ahhh!! - grito el con fuerza cuando clave mis dientes en su cuello con fuerza y arrancando un gran pedazo de su piel haciendo que la sangre saliera en enormes cantidades, el solo trataba de luchar pero fue inútil porque callo al suelo perdiendo la vida inmediatamente, yo solo comencé a desgarrar y comer su carne con lujuria y necesidad, tenia demasiada hambre, nunca sentí algo así, nunca sentí tanta necesidad de comer, sentía algo que no puedo explicar, pero me gustaba, había matado a una persona y se sentía increíble, me gustaba esta sensación, seguí comiendo con desesperación, abrí el estómago del hombre y comí todo lo de adentro, lo deje como un cascarón vacío, y quería más, necesitaba aun más.
Camine a la puerta y comencé a patearla con fuerza para poder derribarla y a la tercera patada funcióno, salí de la habitación, mi ropa que laguna vez fue blanca estaba completamente manchada por la sangre del guardia, camine sin rumbo fijo entre los pasillos blancos del laboratorio, buscando más comida, y por eso me refiero a más guardias de seguridad, estaba completamente cegada por el hambre que sentía.
Caminaba sin rumbo fijo, mire a mi alrededor y todo estaba en silencio, gotas de sangre caían por mi barbilla manchando el blanco suelo de los pasillos, un sonido me llamo la atención haciéndome detener de golpe, eran gritos, de dolor y agonía, me lastimaban los oídos, loa gritos eran intensos, eran de un hombre, un chico mejor dicho, y sabia perfectamente de quien se trataba.

Es Jay...

Mire a todas direcciones buscando de donde provenían loa horribles gritos, y encontré que provenían del final de un extenso pasillo.
- ¡¡No basta, detente!! ¡¡Alto!! ¡¡Ahhh!! - los sollozos se escuchaban con más claridad y yo de caminar comencé a correr rápido. El pasillo parecía no terminar jamás, los gritos se detuvieron y eso me preocupo, llegue al final, todo era oscuro, y apenas se apreciaba una puerta metálica enorme color negra, me dirigí a ella y tome la perilla con cuidado, la gire y abrí la puerta con sigilo, dejando que un rechinido se adueñara del silencio, me adentre en la oscura habitación donde un escalofrío se adueñó de mi espalda causándome algo de frío, cerré la puerta detrás de mi y gracias a mi ojo de caníbal pude apreciar un interruptor, lo toque y encendí la luz, pude ver la habitación a la perfección, y al ver lo que había a mi alrededor me altere completamente, parecía una película de terror, había múltiples objetos que parecían ser de tortura, viejos y oxidados, algunos aun tenían manchas de sangre, las paredes estaban desgastadas por el tiempo, había múltiples mesas llenas de raros objetos, tenían pinzas, martillos, cuchillas de diferentes tamaños y grosores, bisturís, jeringas también de diferentes tamaños, pequeños frascos con líquido, tome uno y lo aprecie, en la etiqueta decía "droga" era todo lo que decía, guarde uno en los bolsillos de mi pans, tal vez podría ser útil, mire a mis alrededores y pude ver una puerta blanca de metal, me dirigi a ella con sumo cuidado y la abrí de la misma manera, al entrar había un chico sentado en una silla en medio de la enorme habitación, encadenado a la silla, de las muñecas y los tobillos, su mirada estaba baja y solo podía ver su cabello, que ya estaba algo largo y me impedía ver su rostro, tenia solo puesto un par de pantalones de mezclilla oscura, su torzo estaba desnudo al igual que sus pies, estaba sudado, sucio y lleno de cortadas, moretones, raspones, quemaduras y piquetes por agujas, a su alrededor había manchas de sangre, de hace poco, un carrito de enfermería estaba al lado de el, con pinzas agujas y trapos manchados, lo habían estado torturando....y bastante, su reparación era pesada, se notaba que le costaba recobrar el aire, su cabello estaba mojado por el sudor, estaba largo desordenado en todas direcciones y sucio,se veía horrible.
- Hola? - el chico al escuchar mi voz levanto la mirada, se trataba de Jay, su cara estaba sucia y sudada, su nariz sangraba, tenia el labio reventado, la ceja la tenia abierta, su mejilla derecha estaba roja e hinchada, su ojo izquierdo estaba morado, su ojo caníbal había sido golpeado, la parte superior de su frente estaba abierta y una costra de sangre detenía el sangrado, me acerque a el y lo primero que hice fue soltar sus agarres, lo levante como pude y lo cargue fuera de esa horrible habitación, me costaba algo de trabajo porque era muy pesado y yo me encontraba débil por la falta de alimento.
- no me puedes cargar, peso demasiado - dijo con un toco pesado y casi audible, nos alojamos lo más que pudimos de aquella espantosa habitación y cuando llegamos al un lugar más iluminado lo senté en en el suelo frío y lo recargue contra la pared, el se quejo de inmediato e hizo una mueca de dolor.
- lo siento - le dije apenada.
- no importa - dijo restandole importancia y alzándose de hombros.
- te duele mucho? - asintió - muy bien, iré a buscarte ropa - asintió otra vez, me levante y bese su cabeza y me aleje caminando, encontré una habitación y entre, había repisas llenas de ropa y de tenis, me acerque y tome ropa de la talla de Jay y busque tenis de su talla.

Tan difícil es encontrar una maldita talla de tenis del número siete!!

Se lo que piensan, tiene el pie muy grande pero oigan, quien es jodidamente alto y calsa del cinco o del cuatro, al final pude encontrar unos, tome un botiquín y una mochila, metí todo y aproveche que estaba ahí y me quite la ropa con sangre y me puse otra, tome la mochila y salí rápido, llegue con Jay y tenia los ojos cerrados.
- Jay - abrió los ojos y suspire aliviada, saque el pantalón, el suéter y un trapo, limpie un poco su rostro y su cuerpo también, limpie la costra de sangre de su cabeza y le coloque una gasa y le coloque el suéter con cuidado, le desabroche el pantalón y comencé a bajarlo.
- olle nena no podemos hacer esto aquí, mejor espera un poco más y te daré lo que quieres, te parece? - reí levemente, a pesar de esto seguía siendo mi lindo idiota.
- eres un idiota, te lo eh dicho? - dije sacándole el pantalón por completo, dejándome ver su bóxer color negro - que linda ropa interior - dije sacando el otro pantalón de la mochila
- yo se que ten encanta mi ropa interior, pero apuesto que te gustaría que no trajera nada debajo - hizo un raro baile con la cejas y sonrió pícaro, yo sentí como el color subía a mi cara.
- cierra la maldita boca - el comenzó a reír sonoramente, me encantaba verlo reír de nuevo, lo extrañe demasiado.
Le puse el pantalón y los tenis e intente levantarlo, pero era muy pesado y el estaba demasiado débil como para caminar, pase mis manos por mi cabello y tire de el frustrada.

Que are? Que are? Como lo saco de este jodido lugar?......

Solo eso pasaba por mi cabeza, y en eso pensé en el guardia de seguridad que asesine hace un rato, no me lo comí del todo, tal vez si voy y le traigo un trozo tenga la suficiente fuerza como para caminar.
- en que piensas nena? - el tono de su voz me saco de mis pensamientos.
- tengo una idea, vengo en un momento, no te muevas y no llames la atención, no tardó lo prometo - me levante de su lado, tome la mochila y me la colgué.
- oye espera un momento - dijo tratando de moverse
- oye no te muevas, que pasa? - dije y me arrodille a su lado.
- ven acércate - me acerque un poco - más - rodé los ojos divertida y quede a escasos centímetros de su cara, el me tomo por la nuca y me beso, a los segundos correspondi su beso de una manera lenta y tierna, para no lastimar su labio, el y trato de acelerar el beso pero no lo deje, me gusta torturarlo, se separó de mi e hizo un puchero.
- no beses así, no me gusta - se cruzó de brazos
- lo se - sonreí, le di otro pequeño beso, me levante y comencé a caminar.
- no te tardes y ten cuidado! - me grito.
- no te preocupes lo tendré -.






Si lo se lo se, me tarde mucho, que mucho una eternidad, pero en fin, quería decirles que estoy escribiendo otro libro se llama "Enamorate de un idiota " es diferente a este en muchos sentidos, pues nada, los quiero y gracias a las personas que están leyendo, adiós mis pequeños caníbales, no leemos luego ;) ✋❤❤❤✌✋✋

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