* Everybody hurts * (Larry Stylinson)

7.- Olvídate de mi Liam

Cuando Harry se sentó en la cama, no tardó mucho tiempo en descubrir que se le veía casi toda la zona masculina, y sonrió pensando en lo descarado que era Louis que había estado disfrutando de unas maravillosas vistas de manera gratuita. Harry tendría que conformarse con la imagen de las torneadas piernas de Louis en ese trajecito de ángel que llevaba la noche anterior.

Estaba tan malditamente contento y exhausto que solo tardó unos minutos en caer profundamente dormido y teniendo buenos sueños (y eróticos, maldito o bendito Louis). Pero Harry era una persona con algo de mala suerte y no iba a poder dormir como un niño durante mucho tiempo. Serían sus pequeños sobrinos Arabella y Luke quienes se encargaran de despertarle de la típica manera de siempre, saltando encima de su cama y tirándole al suelo de culo. Sí, eso era un bello despertar y si, Harry era un maestro en el arte de la ironía y el sarcasmo y sí, Harry deseaba que Gemma hubiese usado condón antes de embarazarse, bueno solo lo pensaba cuando se enfadaba mucho con los pequeños pero luego veía sus sonrisas con dientes torcidos y Harry era el hombre más feliz del universo.

Gemma tardó poco en sospechar que pasaba algo raro con Harry, y tardo mucho menos tiempo en presionarle para que se lo contara y necesito aún menos tiempo en empezar a aconsejar a Harry sobre lo que debía de hacer.

Harry escuchó a Gemma pero la ignoró, sabía que escuchar sus consejos era hacer de kamikaze y romperse el corazón en cientos de partes. Pronto se encontró a si mismo pensando que era un estúpido por pensar que alguien podría romperle su perfecta vida con su perfecto novio y perfecto amigo y trabajo. Era necesario mucho más que un par de chicos calientes y un viejo amigo para desestabilizar a Harry Edward Styles.

Harry decidió contratar a un estilista para que renovara su armario con ropa de trabajo, su ropa personal la elegía él mismo pero con pantalones skinny rajados y botas doradas no podía ir a trabajar o al menos eso era lo que su padre le había repetido mil veces. Aún sonreía cuando recordaba la cara roja de su padre cuando le vio aparecer con su abrigo de leopardo y sus botas brillantes. Pero esa ropa que no servía para trabajar era perfecta para llamar la atención, todo el mundo se giraba a mirar las infinitas piernas de Harry cuando se enfundaba esos pantalones tan sumamente ajustados, era un auténtico experto en dejar a la gente con la boca abierta. Así fue como sedujo a Luca, bueno así y con su billetera y su cargo de CEO en la empresa de Los Stylinson, pero Harry no lo admitiría.

Harry al recordar a Luca decidió llamarle por Skype y tuvieron una corta charla y algo así como cibersexo, o lo que es lo mismo, una paja rápida e insatisfactoria acabada con un te quiero rápido e incluso algo frío. Después Harry llamó a Liam y ahí sí que tuvo una interesante conversación con su mejor amigo.

- Liam Payne dime que me echas de menos y que todo sigue bien por Londres- Harry comenzó la conversación.

- Sabes que te echo de menos, pero a quien no echaría de menos si te lo llevaras sería a tu maldito novio, el maldito muñeco Ken no deja de molestar con esa voz chillona e irritante que tiene- Liam contestó ligeramente irritado

- Liam ¿estás celoso?

- Sabes lo que siento por ti Harry, pero sería estúpido estar celoso de alguien como él cuando soy mucho mejor en todo y cuando yo te he hecho gritar mi nombre en un par de ocasiones más que él en todos los meses que habéis estado juntos. Me pregunto porque sigues con él Harry

- Vaya, alguien tiene un mal día hoy... Liam estoy con Luka porque le quiero y lo sabes

- Pero no estás enamorado de él y lo sabes

- Tiempo al tiempo

- A mí solo me tomó 15 días enamorarme de ti, a ti solo te hicieron falta 10 para enamorarte de tu ex, si no ha pasado ya no va a pasar

- Sabes que no puedo dejarle, no ahora. Su padre es un gran inversor y no quiero más drama y especulaciones de la prensa de sociedad y economía Liam.

- ¿Cuándo vas a empezar a ser el dueño de tu destino Harry?

- No me des consejos que tú mismo no sigues Liam, ni siquiera eres tú mismo, eres un comedido y piensas que me amas. Pero en realidad amas la idea de control que piensas que yo represento. Siento decírtelo amigo pero estoy seguro que ese chico de tatuajes no ha salido de tu cabeza en este tiempo, por mucho que hayas intentado empujar su imagen a lo más profundo de tu cerebro y encerrarla bajo llave. Un día va a llegar alguien que ponga tu mundo patas arriba y recordaras que los polos opuestos se complementan y se completan. No me ames Liam, soy muy parecido a ti y no podría aportarte nada que tú no tengas. Quiéreme como a un amigo, porque yo no puedo quererte nada más que como a un hermano.

Las palabras de Harry sorprendieron mucho a Liam y este suspiró profundamente sintiéndose agotado y completamente confuso y aturdido, como si Harry hubiese pateado su estómago donde él había estado conteniendo aire durante un largo tiempo.

- Odio a ese estúpido niño de tatuajes, odio que sea caliente como el infierno y odio que debilite unas defensas que me costó levantar tantos años Harry, joder Harry solo he conocido a ese estúpido durante media hora y ni siquiera conocía su nombre hasta que me lo dijiste.

- Sé que eres mi más fiel trabajador en París y te necesito allí como nuevo CEO pero me importas mucho más como amigo y hermano y te propongo algo, tomate unas vacaciones y vente a pasar unos días conmigo, los niños y Gemma también te echan de menos.

- No puedo, no puedo confiar todo este trabajo a nadie más y tengo que estar pendiente de tu apartamento y vigilar a tu novio y visitar a tu madre.

- Liam soy tu jefe y te ordeno que te tomes un maldito descanso, deja de salvarme el culo siempre y ven aquí conmigo, o te despido.

- Me lo pensaré Harry.

- Voy a comprarte billetes para mañana por la mañana Liam, tienes un día, compraré uno para Luca pero el suyo solo será para unos días, tu puedes estar hasta que tú quieras.

- Maldita sea Harry odio quererte y no poder decirte que no a nada

- Yo también te quiero tarado- Harry contestó y colgó el teléfono antes de que a Liam le diera tiempo a replanteárselo y cambiar de idea.

Harry no estaba muy seguro de cómo debía aprovechar el último par de días antes de volver al trabajo y pronto decidió que quizás hacer una fiesta o reunión de bienvenida para conocer a la gente de su barrio no sería una mala idea. Pronto llamó a una empresa para preparar todo y mandó a los gemelos a mandar invitaciones a las casas cercanas. También dijo a Gemma que invitara a Ashton y Niall a su fiesta y que Niall le consiguiera el número de Zayn y de Louis.

"Espero que el ángel y el diablo más sexy y divertidos de Londres podáis venir a la fiesta del chico nuevo de la ciudad, os permito venir con ropa normal, aunque también se aceptan disfraces, imprescindible venir sin pareja ;)" - Harry mandó ese texto a Louis y a Zayn y se dispuso a dormir para el día siguiente ir al aeropuerto a por Liam y su novio, y después tener una buena fiesta.