Parte 3

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¡Sam esa es una oportunidad genial!__ decía emocionada Beliza al comunicarle la noticia de que necesitaban a una persona para que cuidara a dos niños.

¡De verdad!__ respondió emocionada. Trataba de que su hermana no escuchara la conversación, para no preocuparla, hasta ahora no le había informado que la retiraron del semestre por falta de pago. Salía todas las mañanas para que ella la viera pasar por su casa con dirección a la universidad, y después tomaba un periódico y seguía buscando empleo, lo que hasta ahora le fue imposible. La oportunidad que le brindaba Melisa no la podía dejar pasar.

Si, los padres murieron en un accidente y el padre adoptivo no sabe nada de crianza, él quiere buscar a alguien para que los cuide al menos una semana y el pago es muy generoso__ le contaba emocionada.

¿Y yo voy a ayudar a la esposa? __ quería saber más sobre el trabajo.

¡No amor, él es soltero!__ respiraba __ es amigo de mi hermana y ella está más enamorada de él, ella haría lo que fuera por ese hombre__ contaba entre risa__ espero que te guste y sobre todo que él te deje de manera permanente.

¡Dios lo permita!__ dijo ella agradeciéndole a su amiga por esa oportunidad.

El viaje a la mansión lo hizo en silencio, Venus dormía en los brazos de Samanta, mientras Adrián miraba por la ventanilla, en silencio. El niño tenían el cabello ondulado, negros hasta los hombros, su piel era bastante morena, Venus tenía una larga cabellera, recogida en una coleta sus ojos cerrados podía ver las hermosas pestañas, su color de piel era como el de su hermano, realmente eran unos niños hermosos. Samanta los miraba y dentro de su ser nació un sentimiento de protección, ella recordaba lo que sufrió al quedar huérfana, haciendo que ese sentimiento comenzara a enraizar en su corazón

Llegaron a la mansión y fueron recibidos por una mujer de cabellos negros que vestían inmaculadamente un uniforme azul oscuro y blanco.

Señora Ana ¿Cómo está? __ saludo Dylan con seriedad __ ¿preparo todo lo que le pedí?

Bien señor, y todo está dispuesto como usted lo indico__ dijo la mujer ayudando a Samanta que llevar un bolso de mano, poco pesado pero incómodo.

Aloje a la señorita... __ la miro con el ceño fruncido, veía como ella se sonrojaba al estar bajo el escrutinio, una hebra de cabello rebelde caía sobre su rostro, sus ojos negros como la noche. Él la recorrió con su mirada y vio los pantalones vaqueros muy ajustados, mostrando unas caderas redondas y en balance con sus piernas, aunque no muy largas podía apreciar a través de la tela que eran esbeltas, pero lo que más le llamo la atención fue pequeño busto erigido como torres para impedir cualquier ataque, el cual estaba parcialmente oculto por el cuerpo dormido de Venus.

Samanta Smith__ respondió nerviosa ella al verlo a él mirándola con demasiado interés y al ver que él buscaba su nombre en sus recuerdos y no poder decirlo.

Aloje a la señorita Smith en la habitación contigua a la mía__ dijo mientras se dirigía por un corredor y a la vez se quitaba la corbata __ las de los niños frente a las nuestras.

Señor ya están preparadas__ se dirigió a Samanta __ por aquí señorita Smith-_ dijo muy cordial la mujer que era bastante mayor.

Podría decirme solamente Sam__ dijo tímidamente __ se lo agradecería. Ana la miro con ternura y le sonrió.

Claro que sí, Sam, yo soy Ana__ le mostraba el camino __ venga para que conozca su habitación y la de los niños.

Subieron por unas escaleras en forma de caracol a una segunda planta, donde se encontraban ubicadas varias habitaciones, los pisos de mármol relucían como si fueran unos espejos, mostrando una belleza y pulcritud, las paredes decoradas con hermosas pinturas que al parecer parecía muy finas, en una de la salas había un enorme piano.

Desastre, mi  niñeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora