Desastre, mi niñera

Parte 6

Después de lo sucedido en el desayuno los niños se portaron bien, quedando bajo el cuidado de María. Samanta feliz organizaba los ingredientes para la torta que iba a preparar. El señor Sheeran no venía almorzar eso fue lo que él aviso cuando llamo a Ana, su ama de llaves. Eso les daba la libertad para preparar el postre que ella les había prometido a los niños.

La cocina era toda una algarabía al ver lo alegre que se encontraba Samanta preparando para ellos el delicioso postre. En esos momentos se escuchó el timbre que anunciaba un huésped, María salió pronto a recibirle.

Feliz Samanta concentrada en su laborar y ya termina la masa de la torta fue y la metió en el horno, y fue cuando llego María a decirle que en la sala había una mujer que quería ver a los hijos del señor, lo cual lo puso nerviosa.

El señor no dijo nada de visita __ pregunto confundida a María. __ ¿Cierto? __ trataba por todos los medios de no cometer algún error.

No, él jamás deja que personas extrañas vengan a la mansión, este es su lugar privado__ dijo la joven nerviosa __ y además no me gusto como miro a los niños.

Samanta sin fijarse que llevaba en las manos una bolsa de harina que le había sobrado y que estaba guardando en esos momentos para limpiar lo que ella había usado en su labor y fue y salió a la sala.

Ahí al frente estaba la mujer más hermosa que ella jamás había visto, era como una muñeca, no más bien una muy estilizada y hermosa modelo, era alta, rubia, tenía ojos de un azul intenso, como el mismo mar, sus blancos dientes los mostro cuando sus delgados y rojos labios se abrieron al verla a ella entrar.

Tu eres la niñera _ dijo de manera despectiva, arqueando una ceja __ pero sí que eres ridícula. Eres todo un desastre. __ hizo un además con la mano y a la vez quitaba un mechón de cabello que caía glorioso sobre su rostro.

Samanta por un momento se miró y lanzo un suspiro, claro la mujer tenía razón, llevaba el pelo todo desmarañado en un moño, la cara llena de harina, un precario delantal y estaba untada de mantequilla y harina por todas partes, si estaba horrorosa, y olía a grasa, comparado por la estela del fragante perfume que se sentía en el ambiente, pero eso no le daba motivo a esa mujer a tratarla con tanto desprecio.

¿Perdón? No sé quién es usted__ trato de ser amable dejando el insulto de lado, pero ella estaba en alerta, subió sus gafas que rodaban en la punta de su respingada nariz__ ¿que desea señorita...?

Roxana. __ dijo cortante__ Nada, solo quiera conocer los hijos de mi prometido __ dijo con un aire de soberbia __ si me voy a casar con Dylan lo primero sería ganarme a esos arrimados, ¿no crees?__ dijo las palabra mordaces.

Señorita Roxana, por favor cuide lo que dice __ suspiro, pero algo en su interior se fue formando era como si un volcán comenzara a rugir dentro de ella y que este fuera a explotar en cualquier momento__ si viene a buscar a "Su novio", pues vaya a su despacho y visítelo allá o donde él la cite__ dijo y dio un paso hacia ella.

¡Atrevida! __ Tú solo eres la zorrita, calentona que me lo quiere bajar ¿Cierto? __ dijo mirándola con odio.

¿Disculpe? __ Samanta estaba a punto de caerle a golpes, pero sabía que si lo hacia la mandarían a volar, ella era la novia y Samanta solo la niñera, una empleada __ No sé qué ideas tenga, pero creo que debería arreglar con su novio, este mal entendido.

En esos momentos Adrián se acercó Samanta y tomándola del delantal la jalaba__ No le hagas caso mami a esa bruja __ dijo mirando a la mujer con enojo __ cuando venga papi, le voy a decir que maltrataste a mi mami.

¡Ella jamás será tu mamá, mocoso insolente!__ le gritaba furiosa __ ¡Dylan es mío, te queda claro, perra!

Sin esperar Adrián se lanza y le clava los dientes en el muslo a la preciosa rubia y esta da gritos de pavor.