Parte 7

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Dylan en la oficina con la cabeza agachada, trataba de aclarar lo que había pasado en su casa, ese lugar que para él era lo más sagrado se convirtió en un campo de batalla entre dos fieras.

Al medio día a la hora del almuerzo cuando se vio con Roxana jamás se imaginó que lo que hablaron pudiera convertirla en una persona tal despreciable, pero al menos dejó ver su verdadera cara, lo había engañado y por completo, él que por momento acaricio la idea de pedirle matrimonio, menos mal que no lo hizo.

En el gran sillón de la oficina estaba los dos dándose caricias después de compartir momentos de sexo__ Amor, ¿vamos almorzar? __ dice Roxana con voz melosa y sensual __ tenemos días que no estamos juntos, es más desde el viaje que hiciste a Grecia.

Lo siento, Rox, pero he estado muy ocupado, ya sabes que tengo la custodia de mis hijos, he tenido que reacomodar toda mi vida__ le comentaba mientras la acariciaba.

¿Y te piensas quedar con esos niños? ¿Ellos no son sangre tuya? __ El comentario a Dylan no le agradó y suelta la cintura y la aparta un poco.

¿Cómo? __ La mira extrañado __ yo te explique claramente, que ellos son mis hijos legalmente y que aunque no sean mi sangre los amo, como si lo fueran __ la miraba consternado __ pensé que eso te había quedado claro.

No te enojes mi amor __ dijo melosa mientras lo acariciaba __ es que no me veo compartiendo mi vida contigo y con esos niños, solo es eso__ respiraba __ necesito tiempo, solo tengo que conocerlos y tratarlos un poco.

Él la miraba __ la niñera los aprecia más, y eso que lo hace por un pago, pero tú que eres mi novia, ¿ni siquiera lo haces por complacerme a mí? __ estaba enojado por el comportamiento de ella, era dura y frívola.

¿La niñera? __ Lo miro furiosa y celosa __ ¿Qué es ella? La mujer ideal para madre de tus hijos ¿acaso?

Sabes, que pensándolo bien__ hacia gesto con la cabeza de un si __ ella sería la mujer ideal para casarme con ella y que fuera la madre de mis hijos, especialmente porque mis hijos la adoran__ las palabras las lleno de veneno.

¿La adoran? __ dijo ella mirándolo con furia __ ¿y tú? ¿Te gusta esa mujer?

Sí, es bastante divertida __ reía del evento de los sapos __ pero sobre todo ella daría su vida por mis hijos.

La mujer se levantó y arreglo sus ropas y furiosa salió de la oficina, mientras era observada por Dylan que también se organizaba la ropa.

Pero al llegar la tarde se le presento la urgencia por llegar pronto a casa el no haber estado para el almuerzo lo hizo sentir incomodo, así que apresuro su trabajo y decidió llegar temprano y con que se encuentra, que en medio de su sala hay una batalla campal de dos mujeres.

Al ver los ojos negros de Samanta que destellaban relámpagos por la furia, y al ver que no lo escuchaban, decidió tomar a la fierecilla por la cintura y abrazarla fuertemente contra él, y evitando que Roxana la maltratara, que bastante daño ya le había hecho.

El hecho que ella lo llamara por el nombre, le provoco una sensación de protegerla como si ella fuera su mujer, algo nuevo para él, pero tenía primero que averiguar lo que había sucedido.

Al llevarla a la habitación encontró a Maria y a los niños que ya estaban muy nerviosos, no seguiría con la discusión, al menos no ahora, ella estaba muy lastimada, y le daría tiempo para que se calmara al menos un poco.

Bajo rápidamente a la oficina donde encontró a Roxana furiosa y toda desarreglada, jamás él pensó verla así. Era una persona totalmente diferente a la que él conocía y fue ahí cuando tomó la decisión, con la cual él se sintió bien.

Desastre, mi  niñeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora