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Hoy era el día en el que se iba a decidir si mi hermano y Hinata podrían entrar y jugar con el equipo.
Después de clases, mi hermano salió antes que yo ya que me había quedado dormida. Bajé corriendo escaleras abajo y...

—¡TSUKKI! —grité saltando a su espalda.
—¡W-WOW! —caímos rodando de las escaleras.

Mientras rodamos, sentí que me agarró e hizo que se llevara él todos los golpes aunque me llevaba yo algunos.
Chocamos contra la pared. Se deshizo del agarre antes de que alguien lo vea y me senté delante de él.

—Mou~ —me toqué la cabeza—. Ittai~...
—Serás bruta. —dice él sentándose en el suelo apoyando su espalda en la pared—. Me duele todo...
—Gomen, Tsukki —sonreí apenada.
—Lo dicho, bruta —se cruza de brazos.
—¡Tsukki! ¡______! —baja corriendo Yamaguchi.
—¡Konnichiwa, Yamaguchi~! —levanté la mano animada.
—¿Eh? —me mira confundido—. Te acabas de dar de hostias contra el suelo, ¿y sigues igual de animada?

Lo miré recapacitando lo que acababa de decir.

—¡Hai! —me levanté—. Porque mi hermano os pateará el culo! —hice el saludo militar.

Yamaguchi sonríe apenado.

—Te sangra la nariz —saca unos pañuelos—. A ver... —se acercó a mi, se agachó a mi altura limpiando la sangre.

Lo miré atenta viendo lo centrado que estaba limpiando mi nariz. Estaba hablando mientras lo hacía. Al sentir el contacto de su mano en mi mejilla más la otra mano agarrándome del brazo para quedarme quieta, no evité sonrojarme. Esto me recuerda al otro día, cuando yo le limpié la sangre de la nariz a él. No recuerdo que él se sintiera incómodo, porque yo lo estoy.

—...enfermería más tarde, ¿vale, ______? —deja de hablar esperando mi respuesta, dejó de limpiarme la nariz y subió la mirada hacia mi cara en general. Abrió los ojos y se sonrojó de la misma manera que yo—. ¿__..._____?
—¿Mhmm?
—Digo que vayas a la enfermería, no para de salir sangre... —se separó de mi.
—La llevo yo —miramos arriba de las escaleras viendo a Asahi con una sonrisa.
—¡Asahi-san! —me olvidé de lo ocurrido con Yamaguchi y lo saludé animada al grandullón.
—Vi como rodasteis. —ríe—. ______, deberías dejar de saltar a las espaldas de los demás.
—No quiero —le saqué la lengua en forma de burla—. Y no me hace falta que vayamos a la enfermería —me limpié la nariz con la manga—. Mierda —sonreí apenada mirando mi manga antiguamente blanca ahora con una gran mancha roja.

Asahi bajó donde yo. Yamaguchi fue a ayudar a Tsukki que no parecía querer levantarse del suelo.

—¿Te encuentras bien? —me pregunta Asahi.
—Moo~, Asahi se preocupa mucho —me burlo.

Ríe.

—Claro, eres mi amiga.

Mi sonrisa burlona desapareció al instante que esas palabras llegaron a mis oídos.
Amiga... hace tiempo que no escuchaba esa palabra de nadie. Nadie me quería. Y ahora, sí. A alguien le importaba. Ahora soy amiga de alguien. Bajé la mirada al sentir que las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas.
Asahi, al percatarse de ello, se alteró.

—¡G-Gomen si dije algo ma...malo, ______-chan! —se disculpa.

Negué con la cabeza, me sequé las lágrimas y una sonrisa de oreja a oreja se apoderó de mi rostro.

—No dijiste nada malo, Asahi-san —le dediqué una sonrisa.

«»

Tuve que irme con Asahi a la enfermería perdiéndome el partido de mi hermano y Hinata contra el pecoso y el rubio.
Me senté en la camilla dando una largo suspiro de alivio mientras esperaba a que Asahi terminara de hablar con la enfermera.
Esta vino donde yo con las manos en la espalda y me dedicó una sonrisa.

—Apriétate la nariz durante diez minutos y si después de esos diez minutos no para, vuelve a hacerlo otro diez minutos... —asentí.
—Y si en esos otros diez minutos no para, ¿lo vuelve a hacer? —pregunta Asahi.
—No, mejor avisarme y yo os doy un trozo de algodón con dos gotas de spray nasal a base de oximetalozina. Lo pondrás en la nariz y lo dejarás allí durante una hora, ya que, aunque te lo hayas puesto, no quiere decir que vaya a dejar de sangrar —sonríe amigable.
—Vale, adiós —saludé con la mano esperando que se vaya.

Cuando se fue, Asahi me habló apenado.

—Que borde, ______-chan —me murmura Asahi.
—¿Heh? —reí—.No era mi intención —me mordí el labio nerviosa.

Suspira mientras se sentaba a mi lado.

—Deberías tener cuidado la próxima vez. No vuelvas a saltar en la espalda de nadie y mucho menos si estáis cerca de unas escaleras —asiento con la cabeza.
—Haaaiii, Asahi-saaaaan~ —me burlo.
—¡________! —entran de repente.
—¿Onii-san? —lo miré confundida—. ¿No deberías de estar en el partido?
—¿Cómo se te ocurre abrazar a Tsukihisma por la espalda mientras bajabais las escaleras? —se altera pasando de mi pregunta.
—Onii-san... —intenté llamarle la atención. Asahi estaba algo... Confundido.
—¡La próxima vez...! —iba a regañarme pero miró a Asahi y se calmó un poco.
—Me acompañó a la enfermería —sonreí.
—Arigato —se comporta entonces mi hermano—. Siento las molestias que te causa esta niña a la que llamo onee-chan —hincho los mofletes mientras le golpeo con la almohada—. Itai...
—No es nada —se levanta Asahi—. Bueno, debo irme —me revuelve el pelo—. Recuerda, no vuelvas a saltar encima de nadie y menos en las escaleras.
—¡Haaaai~! —le saqué la lengua.

Kageyama-chan (Haikyuu!!XReader) CANCELADO. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora