Capítulo 25 - Secreto

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X

No transcurrió mucho tiempo antes de que la noticia de la destitución de Nadhia se difundiera por todo el Hellaven. La misiva había llegado en medio de la noche, flotando sobre el escritorio de Luke hasta que se hubo posado sobre la brillante madera como si hubiese sido la pluma que un ave pierde al aletear.

Había sido un sobre del blanco más puro y brillante que Anne hubiese visto, con un simple "Ravenscroft" escrito con tinta negra en una caligrafía elegante y estilizada, tan perfecta que la joven terrana dudaba que hubiese sido escrita a mano.

Luke, que había estado reunido con su familia en su despacho al momento de su llegada, no dudó en tomar el sobre y leer en voz alta su contenido. La carta había sido breve, más de lo que había supuesto dado el tema a tratar, y no había ofrecido ningún detalle sobre el porqué de esa abrupta decisión. No es como si ninguno de los presentes lo hubiese necesitado, habiéndoles Anne explicado brevemente lo que el Tercer dios había decidido en su reunión.

La carta no había contenido tampoco la invitación a la investidura de Camille, pero sí había hecho hincapié en que la joven había estado ejerciendo sus funciones como Segundo Oráculo para el momento en el que la notificación fue enviada.

Todo se había manejado con tanta rapidez y secretismo que no había dejado dudas sobre el hecho de que algo le había sucedido a Nadhia. Luke, incluso, había tratado de contactarla, pero todos sus intentos habían sido en vano.

Después de comunicarse con Lucie, todos en el despacho pudiendo ver su preocupado y afligido rostro gracias a la enorme burbuja que flotaba en el centro de la habitación, se enteraron de que la mujer había desaparecido sin dejar rastro después de haberle entregado su poder de Oráculo a su sucesora.

La noticia le había sentado mal a Luke, el cual había tenido a la mujer como mentora desde que tenía uso de razón y a la cual consideraba una parte importante de su vida. Independientemente de que William hubiese interferido con ayuda de Agnes, Nadhia había sido la que lo había visto en una visión. Y a pesar de haberle encomendado la tarea de cuidarlo a Edna, no se había desentendido de él en ningún momento, todos en el Oráculo tratando a Luke de la forma que lo habían hecho debido a esto.

Anne había estado pendiente de Luke todo el tiempo que estuvieron en el despacho, ofreciéndole silenciosas muestras de afecto que él aceptaba con agradecimiento. Al verlo tan decaído, la culpabilidad que sentía al no haberle contado la verdad sobre todo lo que había hecho Nadhia se hacía cada vez más pequeña, hasta el punto de que no era más que un punto diminuto dentro de su pecho.

Anne había sabido que Nadhia era importante para él. Y sabía de primera mano que el sentimiento era mutuo; gran parte del odio que sentía la antigua Oráculo hacia ella se debía al hecho de que había hecho sufrir a Luke en más de una ocasión.

Y al igual que había hecho sobre todo lo que Edna y Cecil habían dicho y hecho contra Luke, Anne había decidido callar lo que sabía sobre la mujer por miedo a lastimarlo aún más.

Por lo que en aquel salón Luke era el único que lamentaba lo que le había sucedido a Nadhia, el único que no sabía que la mujer había sido el Cuarto Controlador de Anne y la causante de todo el sufrimiento que habían pasado desde que Anne había aparecido aquella noche en el Bosque de los Lamentos.

XX

Encerrada en el baño de su habitación, Anne, que tenía las manos fuertemente apoyadas en la encimera de mármol blanco del lavabo, observaba detenidamente su demacrado rostro en el amplio espejo que decoraba gran parte de la pared frente a ella.

La Premonición: Segunda Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora