-Bésame
-Mátame
-Tu beso es tortura
-Pero matarme sería demasiado fácil
Esa pequeña sonrisa durante el sueño de Taehyung hizo que una sensación de calor atravesara el cuerpo de Hoseok. - Eres humano ¿no es así?- dijo en voz baja, antes de agachar la cabeza con un gemido. - ¿Qué me estás haciendo?- se preguntó en voz alta, frustrado.- ¿Por qué me haces sentir así...? ¿Por qué...?- se cortó con otro gemido. - ¿Por qué tienes que estar en prisión?- continuo en voz baja. - ¿Por qué no pudiste ser...?- no quería terminar la frase, no quería decir normal, no sonaba bien.
Con un profundo suspiro se levantó. Se tenía que ir, no podía estar sentado aquí toda la noche, sin importar lo mucho que lo quisiera. Podía volver de nuevo justo antes de que su turno terminara, Taehyung podría estar despierto en ese momento.
Hoseok miró al prisionero una vez más antes de cerrar la puerta con una suave sonrisa.
Taehyung se veía mucho mejor cuando estaba dormido, no podías ver sus ojos cansados y desgastados. Despierto, los ojos de Taehyung parecían muy cercanos a la muerte la mayoría del tiempo, aunque Hoseok podría jurar que últimamente había visto destellos de vida en ellos, algo que a veces pasaba cuando sonreía.
Cerró la puerta lo más silenciosamente que pudo y cerró con llave.
Volvió por el pasillo, sus pasos hacían ruidos fuertes, y esperaba que no fuera a despertar a ninguno de los presos.
- Oye,- escucho decir a alguien, y se dio la vuelta, entrecerrando los ojos en la obscuridad. Tres celdas al lado de la de Taehyung alguien estaba saludando a través de los barrotes. - ¿Por qué esta tan obscuro aquí?- pregunto el hombre.
- No te preocupes,- dijo Hoseok. - La tormenta cortó la electricidad, estará de vuelta por la mañana, estoy seguro.-
- Ah, carajo,- se quejó el hombre. - quería ver la televisión.-
- De todos modos no puedes ver la televisión después de la media noche,- le recordó Hoseok con una ceja levantada, el hombre resopló, y Hoseok pudo escuchar como regresaba a su cama.
Jin no estaba cuando Hoseok regresó, y se imaginó que había salido a patrullar las calles cuando se dio cuenta de que Hoseok no le haría caso. Hoseok se alegró, no quería tener que lidiar con sus miradas de que sabía a donde había ido.
Hoseok se sentó a su escritorio, moviendo su silla hacia atrás y hacia delante mientras silbaba tranquilamente.
Maldita sea, esto es aburrido.
Deseaba que la electricidad regresara tan siquiera para poder entrar a Internet o algo así. Diablos, incluso trabajar, pero no podía trabajar en la obscuridad. Por suerte había una línea de emergencias que se activa si algo sucediera, así que si alguien hablara, los demás tendrían que regresar. Hoseok espero que alguien llamara, incluso aunque fuera una vieja paranoica que pensaba que había alguien afuera de su casa.
Nadie llamó.
***
Su turno casi había terminado y Jin aún no había regresado, todavía no regresaba la luz, la tormenta era tan fuerte como había sido toda la noche, y Hoseok seguía igual de aburrido. Estaba garabateando cosas en un pedazo de papel, pero apenas podía ver qué coño estaba haciendo a causa de la obscuridad. Se dio por vencido rápidamente y miró por la ventana, justo al lado había un viejo árbol, y el viento hacia que sus delgadas ramas golpearan contra la ventana. Eso era espeluznante y lo hacía temblar, sonaba como si alguien estuviera allí, arañando la ventana con sus uñas; ese pensamiento hizo que los vellos detrás de su cuello se le erizaran.