***
- Vamos, entra. -
- ¿Qué? no. -
- Sí, entra. No te quedes ahí parado, pareces estúpido. -
- Uh... bien...-
***
- La vi morir, en mi cabeza -explicó Taehyung, y Hoseok escuchó sin atreverse a abrir la boca o incluso cerrarla por el temor de que Taehyung pudiera dejar de hablar. Esto fue un paso más allá.
- ¿Eso no te asusta? -Hoseok preguntó con cuidado, cuando parecía que ya no iba a decir nada más.
- No -dijo Taehyung, y Hoseok tuvo que disminuir su sorpresa. No había esperado que Taehyung respondiera eso. - No en el momento en que pasó. En ese momento quería asegurarme de que nunca volviera a respirar, yo... -Se detuvo con una respiración profunda, apretando los puños. - Cuando te vi en la puerta -continuó mirando directamente los ojos de Hoseok y este se obligó a sí mismo a no apartar la mirada. Cuando Taehyung miraba así, era intenso- te lo hice a ti también. Eso me asustó. - Taehyung se levantó y se acercó a la ventana. - Si nadie hubiera estado allí para atarme, y hubieras llegado tú... - sacudió la cabeza- promete que si me pongo así de nuevo, saldrás de inmediato. -
Su tono fue tan insistente que Hoseok no pudo más que asentir, incluso aunque Taehyung estaba de espaldas a él.
Taehyung pasó una mano sobre su cabello, frustrado. ¿Por qué estaba balbuceando toda esa mierda a Hoseok? ¿Y qué si él arremetía en contra de Hoseok? No le había importado en lo absoluto el año pasado, con ese rubio idiota.
Hoseok era bueno, Taehyung se dio cuenta frunciendo el ceño hacia la ventana. Era bueno manipulando a Taehyung en hablar y decir cosas que originalmente no había planeado decirle a nadie. Porque lo que hizo estaba más allá de Taehyung, por que se preocupaba que fuera más allá de él, pero lo estaba haciendo de todos modos.
Aunque Taehyung sabía que no podía culpar completamente a las habilidades manipulativas de Hoseok por el parloteo de su boca. Después de haber ido a la corte, ya no le importaba nada. No veía el punto. Si Hoseok quería andar por todas partes, meditando sobre su pequeño misterio, está bien entonces, Taehyung podría alegrarlo, darle concejos a lo largo del camino.
Sabía que si Hoseok se enterara de lo que hizo, no lo volvería a mirar con los mismos ojos gentiles.
Hace unos días, su mente le había presentado la imagen de sí mismo exprimiéndole la vida a Hoseok y esa imagen quemaba ahora en su cabeza. Le dieron ganas de acurrucarse y gritar, le dieron ganas de arrancarle los ojos con sus propias manos. Lo único que le ayudó con las imágenes, fue el medicamento. El medicamento de mierda.
Su dosis últimamente se había duplicado, por Jost, por lo que era más fácil controlarse a sí mismo cuando Hoseok lo sacaba de sus casillas.
Eso fue bueno, supuso, pero odiaba ser un esclavo de las pastillas. Si tan sólo no se convirtiera en un monstruo cuando no los tomaba.
***
- ¿Los rumores son verdad? -
- No. -
- Enséñame. -
- ¿Ves? Todos los dientes intactos. -
***
- Sabes que no permitiría que me hicieras daño -dijo Hoseok, levantándose y caminando hacia donde estaba Taehyung.