Un Futuro Juntos (Riren / Yaoi) (Shingeki no Kyojin)

Capítulo [18]: Alas Rotas

Un ángel que no posee alas no es más que un demonio sin furia.

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Dos rostros frente a frente, dos miradas muy distintas y a la vez tan similares, polos opuestos de nuevo unidos y un reencuentro que solo uno de ellos deseo.Esos ojos esmeraldas te miraban con ternura y felicidad (...) mientras que los tuyos no podían mostrar otra cosa más que sorpresa, sorpresa y un indescriptible sufrimiento que poco a poco oprimía tu pecho.

Sabías bien que las lágrimas no dudarían en mostrarse ante está escena, la promesa que hace mucho tiempo habías jurado finalmente se cumpliría.

Valió la pena esperar tanto tiempo para tener "Un futuro juntos".

No pudiste aguantar más el estar sin él y sin pensar lo más de dos veces te abalanzaste a abrazar lo, pero . . . al momento de acercarte, Eren retrocedió ladeando la cabeza con una gran sonrisa, -qué está pasando?- tu mostraste una expresión de duda ante el comportamiento inusual del chico, ¿qué no te había extrañado todo esté tiempo?, ¿qué no por lo menos te merecías si quiera una mirada suya?, ¿obtendrías su perdón luego de tanto dolor?

-¿Qué sucede?  -te atreviste a preguntar tratando de sonar firme pero tu voz titubeaba-  

-Rivaille  -susurro con voz pesada, dando así un suspiro largo-  Creo que a un no lo entiendes, ¿cierto?  -río de forma inocente-

-¿De que hablas mocoso?  -escupiste con el ceño fruncido, aparentemente molesto-  ¿Debe haber algo que deba recordar?  -le dijiste en un hilo de voz-

-Sigues siendo igual de insensato que siempre  -se acerco a ti, quedando más cerca el uno del otro-  Eso es lo que amaba de ti  -acaricio de forma tierna tu mejilla, dando te cuenta de algo, la calidez en sus manos había desaparecido-

-¿Por qué ahora?  -soltaste de golpe, causando que el menor diera un pequeño salto por la impresión-  ¿Por qué hasta hoy te has dignado a ver me a los ojos?  -rápidamente el retrocedió por instinto, mientras que tu le sujetaste del brazo sin la más mínima pizca de delicadeza-  

- .. .. .. ..  -se quedo estupefacto ante esas palabras de descaro-  ¿Sabes el por qué nunca pude reencarnar hasta ahora?  -su mirada se torno triste y apagada-

-¿Me estás diciendo qué tu?  -reafirmaste incredulo, no podía ser verdad-  No habas enserio, ¡no, no lo haces!

-Si lo hago  -menciono desviando la mirada-  En aquel entonces, yo tenía que completar mi condena para liberarme del juicio de los pecadores, de quienes lastimaron y mataron  -podías sentir lo, su cuerpo temblaba-  Al igual que esos días del pasado, el juicio y el futuro de la humanidad ya hacía sobre mis hombros  -unas cuantas lágrimas comenzaron a brotar de sus orbes-  Dios los perdono a todos ustedes y yo. . .  -hizo una pausa intentando calmarse-  Yo fui una simple marioneta, incluso para ti  -se burlo un poco al sentir como tu agarre se tensaba-  Para ti quien me juro amor eterno  -replico de forma nostálgica-

-E-Eso e-es  -intentaste explicar-  ¡Yo te amaba!  -grito colérico-  ¡Te amo y jamas dejaré de hacer lo!  -te sujeto por los hombros, obligando te a que lo miraras a la cara-

-Estás mintiendo  -eso había caído sobre ti como un balde de agua fría-  Después de todo, lo ángeles nunca se debieron enamorar de los demonios  -volvió a sonreír, pero está vez de manera fingida-

-Eren, escucha me  -trato de explicarte-  Y-Yo realmente quiero est-

Te interrumpió, poniendo un dedo encima de tus labios.

-Dime Rivaille  -dijo con voz firme pero sin sonar enfadada o brusca-  ¿Quién es el demonio en nuestro caso?

-Sin lugar a dudas  -aparto tu mano-  Tu tienes las "alas rotas".

Lo abrazaste, lo abrazaste con tanta fuerza, asegurando te de que fuera real, de que no era una ilusión causada por tu mente y así lo era, era tan real como efímero, que tenías miedo de fuera desaparecer en un parpadeo, y por eso no le soltaste a pesar de sus quejas y sellaste esté encuentro con un beso.

Un beso que unió nuevamente sus destinos.