3: Tengo Hambre. (Editada)

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Cansada mentalmente pensé en Sasuke, el recuerdo de él aún me dolía, no había pasado mucho tiempo desde esa noche. Era mi herida abierta.

Me senté a repasar lo que haría a continuación: lo primero que debía hacer era encontrar a mi hermano. Eso me costaría...

Corrí hasta que comencé a ver el alba asomarse, aunque no sabía con exactitud hacia dónde dirigirme, o cómo encontrar a los Akatsuki, y si íbamos al caso no había pensando muy bien el plan. Más allá que el dicho dijera "Las cosas buenas le suceden a las personas buenas" no creo que se aplicara a mí luego de ser tan egoísta

«¿Era así el dicho? Qué va, ni me acuerdo. Ni siquiera sé por qué empecé a pensar en esto» suspiré y me volví a detener. Me encontraba en un bosque con árboles finos.

Tenía sueño, sed, una tristeza enorme y hambre... Sí, eso debía ser toda la causa de mi inestabilidad física y moral.

Es que tenía hambre.

La comida era la solución a todo y yo tenía un claro déficit de eso. Déficit de comida, claro, aunque también de una solución a todo...

—Y algo de capacidad mental, pero eso no va al punto.

Tenía que conseguir comida.

Y rápido...

No me acordaba cómo era que se cazaba la comida.

—¿Se la llamaba? ¡¡¡COMIDAAA!!! ¡¡¡COMIDAAA!!! ¡¡¡VEEEN, TENGO CARAMELOS!!! ¡¡¡Y CHOCOLATEEE!!! No, espera, ni siquiera tengo comida e intento cazarla con mas comida... ¡que no tengo! Tengo el presentimiento de que así no se caza la comida. ¡¿Y por qué coños la estoy llamando?! ¿Quién en su sano juicio lo hace? ¡Dios! Un día fuera de La Hoja, con hambre y con sed, y ya ando delirando. ¿¡Y por qué carajos hablo sola!? —suspiré. —Lo primero que debo hacer es ubicarme, he corrido hacia el este. —seguí corriendo hasta llegar al país de K.o. ¿o era Ko, solo? ¡Ah! ¿Cómo lo sabría yo? tenía hambre y me valió mierda cómo se llamaba. —¡OMG! ¿Qué estaba pasando conmigo? Ya parecía... parecía... pero si no conozco a nadie que sea igual de sarcástico, holgazán, irónico y...

¡Era suficiente! No era el momento para ponerse a pensar en eso, lo importante era buscar cómo abastecerme de comida.

—¿Cuánto tenemos que esperar, Danna? —algo en mí se llenó de emoción al reconocer esa particular voz; y en un rincón de mi mente, muy lejano a todo esto, pensó que esa era la persona que era igual a como estaba actuando en ese momento de crisis. 

¿Y para qué mentir? Me solía transformar cuando no comía...

Tal vez podía preguntarle a Deidara dónde mier... tosí mentalmente para luego corregirme: en dónde se encuentra mi queridisimo hermano mayor, Itachi Uchiha.

—Yo también estoy cansado de esperar, no pulules por mis alrededores.

¿Y ese? Sería mejor esconderme.

Comenzaron a discutir sobre la participación de Akatsuki en pequeñas guerras hasta que un peliplata y un tipo con un trapo viejo blanco en la cabeza —que solo le permitía ver los ojos verdes— aparecieron. Ellos les informaron sobre dos misiones en las que tenía que escoger. Al final el bajito raro y feo eligió el de ir al país de Ko. 

«Conque así se llamaba, ¡Ala! lo que uno se entera escuchando conversaciones.»

Me detuve en seco.

«¡¡Alto, alto, alto!! Querían destruir mi fuente de comida ¡¡Noooo!!»

¡¿Pero que cosas pienso?!  Iban a destruir el País de Ko y yo aquí pensando en la comida, que egoísta de mi parte. Seguí a Deidara y al bajito —que al parecer se hacía llamar Sasori y que Deidara le decía Danna— hasta el País de Ko. Deidara comenzó a hacer explotar todo y luego de un forcejeo entre Sasori y él, Deidara se quedó quieto en los aires mientras el otro vaya uno a saber a dónde se fue. Entonces aproveché la oportunidad. Claro que me costó y me sorprendió no haber llamado la atención con mis caídas épicas, pero por fin me subí al ave de Deidara.

Eternos //Deidara X Tu// {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora