Eternos //Deidara X Tu// {Editando}

25: Decisiones Difíciles...

Pein: Bien, no sé qué demonios pasó, ni quiero saberlo. Pero en cuanto encuentre al causante de la llegada de esta animalia... -señaló con el cucharón de madera al perro que estaba moviendo la cola felizmente abrazado por mí protectoramente. -... juro que lo mato.

Estábamos todos sentados en el sillón y Pein iba de un lado a otro sosteniendo un cucharón de madera, con las manos en la espalda cuál militar. Nadie sabía quién había traído al hermoso perro-bestia. Pero lo que sabíamos es que no tendría un futuro feliz.

El grupo se dividía en dos: Los que querían que se vaya, (Pein, Kakuzu, Zetsu, Itachi y Kisame), y los que querían que se queden y que en realidad iban a ganar a fin de cuentas, porque, seamos realistas, en el grupo hay tres mujeres, una peor que la otra, hum. (Konan, Natsuki, Zetsu, Hidan, Deidara, Tobi y yo)

Kakuzu: Aquí el problema no es quien trajo al perro, aquí el problema es que el perro no se puede quedar. ¡¿Saben cuánto cuesta mantener a este tipo de perros?! ¡Comen lo mismo que dos ___!

Todos: ¡OMG! 0.0

Itachi: Exageras, viejo.

Ka: Ahorrate lo de viejo, emo de cuarta. -Itachi lo fulminó con la mirada. -Y no exagero. -buscó en su celular un rato y luego nos mostró las equivalencias.

Pe: Wow... si que come...

Hidan: Hum, hum. -asintió cerrando los ojos y de brazos cruzados.

Ka: Son peores que un niño. \0.0/

Yo: Los niños son hermosos ^^ -sonreí tiernamente y Deidara me abrazó.

Deidara: No, corrección, solo tu niño sería hermoso. -y me depositó un beso tierno en mis labios. Pero el perro se metió entre nosotros y terminamos escupiendo y riéndonos entre todos.

Hi: Este perro me cae genial, hay que quedarnoslo. Somos asquerosamente ricos. -levantó las manos al cielo.

Ka: Y así es como vamos a ir a la quiebra... ¬¬

Yo: Yo quiero que se quede. -miré a Konan. -Dile a Pein que deje que se quede.

Konan: Pein, el perro se queda.

Pe: ¿Pero qué...? -no se dijo más, y como si todos reconocieran como "la palabra final" la de Konan, nos levantamos todos y nos fuimos; dejando a un Pein completamente perplejo.

Con Deidara hicimos tiempo y pusimos una mano en cada hombro de él.

Dei: Has de cuenta que te casaste con Konan, tienes dos hijas y siete hijos, uno más raro y caprichoso que otro a medida que son mas chicos. Tu pones las órdenes, sabes que te tienen miedo y que te harán caso...

Yo: Pero también sabes que, en realidad, la palabra final y la autoridad suprema es de tu querida esposa, y que todo ese poder que tienes no vale ni mierda en comparación con Konan. -con Deidara nos miramos y sonreímos cínicamente.

Dei: Oye... espera... no tiene que hacer cuenta de nada. Su patética vida ya es así, hum. -nos entramos a reír y salimos corriendo escaleras arriba cuando Pein amagó para golpearnos.

Cuando subimos todos estaban reunidos en el pasillo de las habitaciones.

Yo: ¿Que sucede? -Deidara tenía su brazo alrededor de mi cintura, y ese gesto me encantó.

Hi: Estamos decidiendo el nombre del perro.

Ka: ¿Por qué no se lo preguntas a la mimada de Konan? -me miró con desprecio.

Yo: Yo no soy ninguna mimada.

Todos: Claro que lo eres :v

Yo: ¡Deidara! -este se encogió de hombros.