17: La misión del Biju de Deidara (Segunda Parte)

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Yo: No lo niegues, te molesta mi Aldea por matarlo, no lo niegues, Deidara...

Dei: Shhhh... -me corta. Él está de espaldas a mi. -Lo que más me molesta es que no lo hayas dejado morir en paz, ___.

Yo: ¡Sabes muy bien que no podía dejarlo! ¡Él era como un hermano mayor para mí! -grito. -No podía dejarlo ir... supongo que fui egoísta, pero... lo quiero demasiado...

Deidara se de la vuelta, me toma por los hombros, se inclina, pero aún así me veo obligada a levantar la cabeza para verlo a sus ojos celestes.

Dei: Lo único que te pido es que, el día que muera, me dejes morir. Tal vez a Sasori-Danna no le molesta lo que hiciste porque su Arte es Eterno. Pero ten en cuenta que yo odio lo eterno...

Abro los ojos de par en par.

Yo: Tú no morirás antes que yo, no podría soportarlo... sería demasiado para mí. Sabes que mi Arte es expresivo y yo quiero que seas eterno, Deidara...

Dei: ¡¿Por qué?! -me sacude. -¡No lo comprendo! ¡¿Por qué me quieres para siempre si te hago tanto mal!? ¿Por que?... -susurra.

Lo miro directamente a los ojos.

Yo: ¿Tú no quieres que sea eterna? ¿Tú quieres que muera ahora, por amor a tu Arte? -me zafo suavemente de su agarre. Él abre sus ojos.

Dei: Yo... yo no quiero eso... -mira hacia otro lado.

Yo: Porque si quieres puedo explotar en mil pedazos si así lo deseas, Deidara... -voltea su vista hacia mí, bruscamente.

Dei: Ya te lo dije antes, eres lo único que quiero que sea eterno, ___.

Eso vuelve a hacer que mi corazón se acelere. Siento mi rostro arder.

Dei: No respondiste mi pregunta. ¿Por qué quieres que yo sea eterno si te hago tanto mal?...

Hago una pausa para tomar aire.

Yo: Porque se que lo haces inconscientemente y porque yo...

Dos semanas antes:

Yo: Que interesante lo de poner un hotel en el medio del desierto ¿no creen? -luego de caminar unos minutos insoportables, para mi opinión, encontramos un Restaurante-Hotel.

No debe tener muchos clientes, a ese hotel te lo encuentras de casualidad. Por otro lado, me da gusto haberlo encontrado. Ya comenzaba a desesperarme y pensaba comerme las galletas antes de llegar a mitad de desierto. Donde estaba segura que me agarraría más hambre...

Dei: Bastante arriesgado, también. -entramos y para nuestra sorpresa estaba llena de gente. -Bien, tal vez no es tan arriesgado, el tipo tiene mucha clientela.

Yo: ¿No deberíamos pasar desapercibidos? Digo, estamos en el Libro del Bingo, estamos vestidos con la túnica que representa a una organización clandestina de criminales y aunque no nos conozcan, llamamos la atención vestidos iguales. -los dos me miran y luego se miran entre ellos de arriba abajo.

Saso: Que inteligente... -le sonrío.

Nos sacamos las túnicas, Sasori deja a Hiruko "estacionado" afuera, y volvemos a entrar. Nos sentamos al lado de la ventana y esperamos a que nos atiendan.

Apoyo mi puño en mi barbilla y miro por la ventana. Entonces Sasori se levanta.

Saso: Iré al baño. -y se va. Dejándonos a Deidara y a mí, solos...

Yo: ¿Cuanto crees que cobrarán? -Deidara desvía la vista de la ventana y me mira a los ojos, distraídamente.

Dei: Los únicos que se deben de preocupar del precio son Sasori-Danna y yo. Tú no pagarás nada porque yo me encargo de tus gastos. Hum -levanto las cejas.

Eternos //Deidara X Tu// {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora