Eres mi hogar (Harry Potter) (Los merodeadores)

1.-La carta

Rosaline observaba ansiosa por la ventana de su cocina desde hacia horas, esperando ver alguna señal de una lechuza. La ha estado esperando desde que tiene uso de razón, desea tanto ir a Hogwarts que no le importa estar horas enteras frente a esa ventana.

Y de todos modos Rosaline no tendría otra cosa que hacer. Esta sola en casa, como la mayoría del tiempo, y aunque suene tonto le aterra estar en su casa. Cualquiera que entrara diría que vive en un pequeño castillo, pero para ella era como estar en una jaula gigante. Su elfina domestica Dorn, solo Merlín sabe donde se ha metido. Sus padres nunca están con ella, solo están en casa unas semanas al año, siempre estaban fuera y cuando venia salían cerca a visitar a viejas amistades. Nunca sabia que hacían ni a que se dedicaban, y con el paso de los años Rosaline aprendió a solo aceptar lo que dijeran sin reclamar ni hacerse preguntas. Sus padres eran magos de sangre totalmente pura. Nunca en una generación se había incluido un muggle o a un mestizo. Excepto claro, por la hermana de su madre.

Así que estaba sola, sin mas compañía que los retratos que se movían de un lado a otro y susurraban cosas a espaldas de Rose. Todos antepasados de sus padres. Por un lado la familia de su padre, Heatcliff Sorvolo Gaunt Bronte, hijo de Morfin Gaunt y Emily Bronte. El hecho de ver a su abuela paterna le quita un peso de encima ya que de no ser por ella, seria fea y con cara de susto como la familia Gaunt, con su estúpida tradición de casarse entre primos. Pero por Merlín que ella y su padre se parecen a Emily Bronte, aunque claro Rosaline conservaba rasgos de su madre. Adileen Prince. La combinación de ambos hace que Rose sea bastante bonita. De su padre conserva los ojos verdes, la coquetería al caminar y los rasgos tan finos y perfectos que parecen irreales, mientras que de su madre el cabello perfectamente negro y lacio hasta la cintura, la piel blanca y el carácter, que hace que cualquiera que este a su alrededor cuando esta enojada salga corriendo para salvarse.

Pero a los retratos y a sus padres no parecia bastarles que fuera bonita y de sangre pura, para ellos Rosaline es la oveja de negra de la familia. Pero eso en vez de entristecer a Rose le causa gracia. Y les explicare porque.

Primero estaba la manera de comportarse:

-Me las vas a pagar niña rara- Gritaba Petunia Evans cada vez que le hacia una broma. Si, hacer bromas era su especialidad. Y su principal blanco eran Petunia Evans y todos aquellos muggles de Cokeworth que se atrevían a llamarla rara o anormal.

Era una niña que se enojaba fácilmente, y con unas ganas ansiosas de conocer la vida.

Luego estaba su manera en que se veía:

-ROSALINE CATALINA GAUNT , quítate esa ropa que pareces una maldita muggle- gritaba enojada su madre cada vez que la veía con vestidos o camisetas que tomaba prestados del armario de su mejor amiga para poder molestar a sus padres.

Y por último y la más importante: LOS AMIGOS QUE TENIA

Durante los primeros años de vida Rosaline no conoció más compañía que la de Dorn, su tía Eileen y su primo Severus. Estos últimos vivían a pocos metros de distancia de la mansión Gaunt, en la calle de la Hilandera.

Rosaline y Severus eran seres independientes que solían estar solos todo el día, hasta que cumplieron nueve años. Fue ahí cuando conocieron a Lily Evans. Que a pesar de ser hija de muggles, ellos pudieron observar que por sus venas corría magia al igual que en la de ellos...

Rose estaba recordando todas aquellas cosas que la hacían imperfecta a los ojos de sus padres, hasta que una motita café la hizo salir de sus pensamientos. Una lechuza venia directo al alfeizar de su ventana....

Espero hasta que la lechuza llegara, y fue entonces cuando pudo ver su carta, por fin su carta.

La abrió, emocionada, que de no ser porque Rose era una niña demasiado hosca, habría derramado lagrimas de felicidad.

La leyó impaciente y Dio un grito y salió corriendo a buscar a Sev y a Lily

(...)

Rosaline, Lily y Severus habían imaginado muchas veces ese día, Severus y Rose sabían mucho de Hogwarts no porque sus padres se los hayan contado, sino porque Dorn les había conseguido a escondidas libros sobre cualquier cosa que se refiriera al castillo, a su historia y hasta lo que ahí enseñaban. Añoraban tanto ir a Hogwarts que le contagiaron ese deseo a Lily, que ahora sabia las misma cosas que ellos, y con el pasar del tiempo se dieron cuenta que ella seria una excelente hechicera.

Rose salió de su casa y corrió hasta llegar a una casa pequeña y descuidada, se paro enfrente de la puerta y se puso a gritar:

-Severus, SEVERUS, SEVERUUUUUSSSSS- Hasta que apareció una mujer de rasgos delicados, ojos negros y cabello igualmente negro sujetado en un elegante moño, detrás de ella estaba un hombre con piel pálida, nariz aguileña y cabello castaño.

-¿Qué son esos gritos Rosaline? – dijo la mujer. "otra vez es esa molesta niña" Pudo oír que decía arrastrando las palabras el hombre que se encontraba tras ella.

-Lo siento Tía Eileen- Le contesto Rose con una sonrisa, y acercándose mas a la puerta dijo de manera sarcástica- Igualmente es un gusto verte Tío Tobías. Quiero ver a Severus-

Y dicho estos apareció Severus Snape, un chico pálido y delgado, con su típico porte y manera de caminar nerviosa. Su pelo grasiento y metido en la cara. Con su abrigo varias tallas mas grande del adecuado. Antes de que este pudiera abrir la boca, lo tomo de la mano y lo jalo para así salir corriendo unas calles mas arriba para buscar a Lily.

Al acercarse, pudieron ver a las hermanas Evans discutiendo en su jardín, no pudieron oír cual era el tema ya que petunia, o Tuney como Lily la nombraba de cariño, había salido corriendo al solo ver como venia Rosaline en el camino. Petunia había aprendido a temerle y aprendió que era mejor no cruzarse con ella.

-LILY!!!!!!!!!!!!-Dijo Rose abrazando a su amiga-LLEGO MI CARTA, IRE A HOGW....-estaba apunto de gritar cuando Sev le tapo la boca con su mano.

-¿quieres acaso que todo el mundo te escuche?-pregunto Severus- mejor vamos al lago.