Eres mi hogar (Harry Potter) (Los merodeadores)

5. Buenas noticias

Todo sucedió tan rápido y tan extrañamente que Rose ni siquiera tuvo tiempo de una reacción clara lo que único que paso por su cabeza desde que su padre desapareció con un simple puff hasta que se quedó dormida, fue que todas las ilusiones que se habían formado en su cabeza sobre Hogwarts se habían ido a la basura. No se dio cuenta de cuanto tiempo exactamente había pasado ahi sin decir palabra, su madre solo se había quedado paralizada. Rose solo noto que al principio su rostro fue de miedo, luego de confusión y finalmente de algo que Rose solo pudo entender como de ¿orgullo?.
-Mi madre se esta volviendo loca- pensaba Internamente.-...bueno no es que no lo haya estado asi desde antes pero ahora es un nuevo nivel.-
Transcurría el tiempo y Rose solo se tragaba el inmenso nudo que se formo en su gargante. Seguía pensando y pensando hasta que...
-Sube a dormir- ordenó su madre.
-¿Qué? - preguntó Rose confusa.
-No has oído- gritó su madre.- Ve a dormir y no quiero que salgas de tu habitación hasta que te lo diga.
Rose obedeció.
[...]
No supo a ciencia cierta cuanto había dormido, lo único que sabia era que aún al despertar seguía sintiendo la tristeza y la misma rabia que habia experimentado la noche anterior.
No sabía ni siquiera que habia pasado, queria saber porque su padre había huido de esa manera. Que es lo que quería decir la actitud de madre. Que pasaría con su ida Hogwarts. Y sobre todo que era lo nuevo que habian visto sus padres en su actitud como para que todo eso pasara...
Tal y como lo había dicho su madre ella no salió de su habitación por días. Rose por supuesto trato de salir y escapar pero la puerta no abría con nada y cuando pensaba habia intentado de manera desesperada huir por una ventana una fuerza que solo es posible por arte de magia la habia lanzado de nuevo a su habitación tras haber intentado lanzarse por ella.
Dorn solo aparecia y desaparecía dentro de la habitación con los platos de comida para Rose. Al principio intento hacer una huelga de hambre pero a la hora de cenar su hambre se había vuelto gigantesca.
Así que decidió esperar. Solo pensando en Hogwarts, en Lily y en Severus.
Al quinto día de encierro, la puerta se abrio. Espero ver a sus padres pero sólo era Dorn con un sobre en las manos.
-¿Qué es...?- empezó a preguntar Rose pero esa Carta era inconfundible.
-Dorn, ¿para que quieres tu eso?-
-¿cómo que para que señorita Catalina?, o me va a decir que se ha aprendido de memoria todo lo que necesita para ir a Hogwarts. Sus padres han aceptado que vaya al colegio, claro con condiciones, pero ira.
Rose ni siquiera tuvo tiempo de hacer la usal reclamación por el nombre que habia utilizado para llamarla sino que se lanzó directamente hacia su elfina. La levanto del suelo de un movimiento y se puso a dar vueltas con ella entre los brazos como si estuviesen bailando un vals demasiado rápido.
-Catalinaaaaa, niña Catalinaaaa- gritaba Dorn de manera asustada entre casa vuelta.
El tormento para Dorn termino hasta que Rose estaba tan mareada que las dos se fueron directo contra el suelo. Ahi Rose siguió riendo como loca de la alegría con la que había llegado su elfina mientras esta se levantó del suelo y le dijo:
-Ya ama Catalina, ahora es tiempo de que se cambie, para luego ir al Callejón Diagon.
-Pero primero iremos por Lily y Severus.- respondió Rose al instante.
[...]
Se dirigieron a casa de su primo para luego ir por la pelirroja que vivía unas calles mas lejos.
La verdad es que aunque a los padres de Lily un mismísimo profesor de Hogwarts se había encargado de hablarles sobre los detalles y las habilidades de su hija, les fue imposible dejar de impresionarse cuando vieron entrar a una pequeña criatura por su casa, de nombre Dorn y que se dijo ser una elfina doméstico al servicio de la familia Gaunt.
-Ella nos cuidara- prometió Rosaline.
A ragañadientes los padres de Lily aceptaron y fue asi como los tres futuros magos y la elfina se dirigieron al Callejón Diagon.
Mientras dejaban pensando a los padres de Lily sobre como esa criatura tan peculiar era la encargada del cuidado de Rose.
-Bueno al menos ahora es de entenderse la locura de Rosaline.- concluyeron resignados los señores Evans.