Eres mi hogar (Harry Potter) (Los merodeadores)

7. Plataforma 9 ¾

Por fin llego el primero de septiembre el día tan esperado, todos aquellos con la edad de 11 años irán a la estación King Cross, atravesaran la plataforma 9 3/4, subirán al expreso de Hogwarts y llegarían al castillo, donde pasarían los siguientes siete años de su vida, en donde conocerían a sus maestros, a sus próximos amigos, a sus rivales y porque no, quizá hasta el amor de su vida.

Todos esperaban emocionados conocer el castillo. Ya que este sería su próximo hogar. Cada uno de los próximos alumnos tenía planes distintos e ideas distintas de lo que realizarían en Hogwarts. Pero habían es especial siete chicos que esperaban ansiosa y nerviosamente ese momento, sin siquiera imaginarse que cada uno de ellos influiría tanto en el futuro de los otros y formaría parte de su vida por siempre.

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"Por fin llegare a Hogwarts, espero quedar en Slytherin como lo hizo mi madre. Ahí solo hay magos que logran lo que se proponen. Y se tanto, que me ganare su respeto...y la admiración de ella si, eso es lo que haré" murmuraba para sí mismo Severus Snape mientras revisaba que llevara todo en su baúl. Iría a la estación con su madre, ya que su padre como siempre se había rehusado a ir. "Ni siquiera importa mi padre ahora, lo único que importa es que iré a Hogwarts..."

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"Espero haber estudiado lo suficiente para la selección" pensaba nerviosamente Lily Evans sentada en su habitación. "ojala y Catita le pueda preguntar a sus padres o a Dorn sobre cómo es que nos eligen. No importa en la casa que termine, solo espero que sea al lado de Sev o de Catita...bah...estoy segura de que ambos terminaran en la misma casa, son casi iguales, aunque no lo quieran aceptar. No sé qué harían el uno sin el otro y ¿Qué haría yo sin ellos? Pero nunca nos separaremos somos amigos y el que entremos a Hogwarts no cambiara nada". concluyo Lily con una sonrisa mientras se levantaba para dirigirse a la estación.

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Mientras tanto en un lugar más alejado de Londres, Remus Lupin, estaba más pálido que de costumbre, dando vueltas de un lado a otro mientras hablaba consigo mismo.

"No puede ser que ya sea día de ir a Hogwarts, Dumbledore se portó muy amable y dijo que ya tenía todo controlado, ¿pero y si no es así? ¿Qué pasara si lastimo a alguien? No me lo perdonare. Y si todos piensan que soy un anormal, y si no hablo con nadie... aunque claro esta esa chica de los ojos verdes, Rosaline.... ¿que estas pensado Remus? Sácatela de la cabeza, sé que será increíble si es tu amiga, pero no puedes tener amigos, y si los tienes tendrás que mentirles no puedes decirles nada, no, no puedes....." siguió dándose sermones mentales sobre lo peligroso de su condición hasta que su madre le aseguro que todo estaría bien y juntos se dirigieron a King Cross.

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No muy lejos de la casa de Remus, había un chico pequeño de piel clara, cabello marrón y ojos azul acuoso. Que nerviosamente guardaba a última hora todo lo que llevaría a la estación.

-Iré a Hogwarts, no lo puedo creer. Espero que no sea difícil la prueba de selección o me regresaran de nuevo en el expreso- se dijo de mientras temblaba de pies a cabeza

-Peter, cariño es hora de irse- le grito su madre.

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"Por fin Hogwarts, por fin las bromas, las chicas, la comida, las bromas, las bromas, las BROMAS" gritaba un chico de pelo negro azabache y ojos avellana, montado encima de la mesa. Con las miradas divertidas de sus padres observándolo "oh mamá, papá no me miren así, este día es épico, es inmortal. El día en que el GRAN JAMES POTTER llegue a Hogwarts. Ya lo verán seré una leyenda. Este día será inmortal, no todos los primero de septiembre alguien como yo entra a Hogwarts" si, la humildad no era uno de los puntos fuertes en James Potter y después de elogiarse por unos minutos más se dirigieron a King Cross.

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En el número 12 de Grimmauld Place en Londres, un chico de cabello negro, ojos grises y piel blanca echaba las últimas cosas dentro de su baúl. 

-Apúrate Sirius- gritó su madre desde la parte baja de la casa.

-Ya voy- Respondió sin ganas, miro fijamente a cada rincón de su cuarto mientras pensaba "Me voy de esta maldita casa... bueno al menos por un tiempo, a mi nuevo hogar no se como sera Hogwarts pero todo es mejor que estar aqui, con los que se dicen ser mi familia..."

[...]

Mientras tanto Rosaline observaba como los minutos pasaban, hacia horas que había despertado, era el gran día y nada podía fallar. Tenia todo bajo control...

Su baúl estaba listo, ella se había vestido de manera que a su madre no le molestara, vería a Lily  y a Sev en el tren. y Dorn intentaría visitarla a escondidas dentro del castillo.

Era el día, el gran día. Cada uno de estos chicos había ya tomado sus baúles e iban en dirección de la plataforma donde empezaría su recorrido mágico. Todos con la esperanza de algo distinto en Hogwarts. 

Pero estaba en el destino que estos 7 chicos se encontraran. Que cada uno de ellos formara para siempre parte de la vida de los otros, e incluso hasta de sus propias muertes.