Adiós, amigo

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Así cómo si de repente una inmensa sábana gruesa cubriera el navío impidiendo que los rayos del sol se asomaran si quiera un poco, así se comportaban las nubes después de estar navegando con el cielo completamente despejado a una hora muy alejada del anochecer, incluso del atardecer. El ambiente estaba oscuro debido a esas enormes motas de algodón de color gris que a pesar de eso, no amenazaban con descargarse. No había viento, el clima estaba seco y hacía calor a pesar de que el sol no estaba presente. Definitivamente algo muy extraño ocurría y quizás el nombre dado a esas tres montañas que tenían a la izquierda, era debido a ese peculiar ambiente sombrío e inquietante.

-Tengo miedo - dijo Kyung a Jaehyo.

-Eres pirata, debería darte vergüenza decir que tienes miedo - le respondió el de coleta.

-No sé, que el ambiente se pusiera así de repente es raro. Ojalá pasemos éstas montañas rápido - se dirigió a Zico que estaba enopa ocupándose del timón - ¡Oye! ¡Capitán! Dale más rápido.

-Es difícil - respondió Zico - No hay viento por lo que nos movemos sólo con el poco oleaje que hay así que tardaremos .Taeil ¿En cuánto tiempo crees que pasemos la montaña?

-Al paso que vamos ¿Como una media hora o más? Realmente no sé con certeza.

-Hay algo que me inquieta, no sé que sea pero éste ambienté no me da buena espina.

-Quizás sólo ésta zona sea así. No conocemos éstas aguas así que no creo que tengamos por qué preocuparnos.

-¿Pero no te parece raro que no haya viento, así de repente?

-¡Zico! - lo llamó Ji Hoon que estaba asomado a la borda - ¿Estás seguro que nos estamos moviendo?

Zico frunció el ceño, confundido y se asomó por la borda. Tal cual como el rubio dijo, el barco estaba detenido, como si hubiesen soltado el ancla pero eso no era así; ni siquiera se había dado cuenta que el Wild Beast se había parado y ahora sí sentía que algo extraño estaba ocurriendo en esas aguas. De todas formas bajó para asegurarse que los daños propiciados al barco por las balas de aquel otro navío que los atacó, estuvieran bien sellados y no se estuviese metiendo el agua pero todo estaba completamente en orden. No encontraba una razón lógica para lo que estaba sucediendo, aunque no hubiese viento, el mar se mueve al girar el timón lo que los hace avanzar un poco pero no estaba haciendo efecto.

-Será que...

El capitán subió de nuevo y se asomó por popa. Todos esperaban a que dijera algo pues por su actitud debía de saber lo que estaba sucediendo.

-Creo que hemos perdido el timón – se giró a su tripulación.

-¿Cómo? Pero habíamos estado navegando bien desde el ataque – comentó Taeil.

-Quizás se dañó y en el camino se fue desprendiendo – se quitó su casaca y sus botas – Debo ir a ver y tendremos que repararlo.

-¿Cómo?

-Ya veremos.

Zico se lanzó al agua para revisar el estado en el que se encontraba el timón pero para su sorpresa se encontraba entero y en buenas condiciones, ahora sí que no entendía lo que pudiera estar ocurriendo, pero vio algo enredado en éste lo que podía estar causando que el barco se frenase.

-¡Hay una soga enredada en el timón! – les anunció Zico al subir a la superficie.

Todos exclamaron aliviados al saber que tan sólo se trataba de eso así que el chico volvió a sumergirse para quitar la cuerda cuyo otro extremo se perdía en las profundidades y por la manera tan tensa en que se encontraba, seguro estaba amarrada fuerte a algo pesado. La logró soltar sin problemas y observó cómo caía al vacío, regresando de donde estaba atada, y curioso por saber que habría allí abajo. Sintió una extraña sensación, como si el haber sido atrapados por esa soga significara algo. Pero no había tiempo para ponerse a pensar allí bajo el agua así que regresó al barco y Taeil giró el timón haciendo que la nave se moviera.

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