Hipster Løve

Poner un titulo a un sentimiento. (Ep.0)

Recuerdo...sentir.

Algo, en lo mas profundo de mí.

Tenía necesidad de ponerle un nombre, algo con lo que identificar. ¿Como lo llamaba? No tenia ni idea.

Cavilaba para buscar un sentido a mi sensación pasional, buscando luz en un túnel.

¿No estarás enamorado?

Enamorado...que palabra mas curiosa.

Sentía fascinación al oír un posible mote al que ponerle. Lo repetía en mi cabeza una y otra vez, haciéndome rara de oír de tantas veces dicho.

Vuelve a la vida real.

Risas se oían a mis espaldas.

Ignorándolas, cogí mi cámara de mi taquilla y fui a mi clase con la Sra. Jill.

Por el camino, miradas se clavaban en mi, como ajugas por una y simple razón: ser diferente. No voy vestido con una chaqueta de universidad de quaterbag, no iba persiguiendo mujeres a diestro y siniestro, no tenia relaciones con nadie.

Hay gente que me llama gafapasta, friki o ratito, pero prefiero que me llamen Hipster.

-Mira aquel hispter...

-El rarito ya esta de vuelta...

No me importaban sus comentarios, los ignoraba con facilidad. Para que dar atención a gente que no la merece.

Me senté donde siempre, al final de la calase en una esquina apartado de gente como esos.
Dejé mi cámara encima de la mesa y esperé pacientemente a que empezara la clase.

-Bueno chicos, hoy comenzaremos por presentar a una nueva alumna: Lucy Valentines y luego pasaremos a recordar el tema de la fuerza en una fotografía mediante la luz, para que ella pueda cogernos y no ande tan perdida.

No dijo una palabra, pero con una mirada me bastó para darme cuenta de una cosa, era preciosa y lo mejor, que no tenia pinta de ser una de esas estúpidas que el conoce.

-Toma asiento, porfavor, mira allí, al lado de Ian.

Asintió.

Se sentó justo a mi lado, al final de la clase, con risas suaves acompañándola y comentarios que mejor ni oír.

¿Era como yo? Lo era.

Nos miramos los dos, nunca había sentido aquella sensación indescriptible, era fuego, era hielo, era pasión, era...amor.

-Soy Lucy. -Sonrió.

-Yo soy Ian. -Sonreí.

-Encantada.

-Igualmente.

Quedaba embobado por aquella voz tan suave, pero a la vez, con la fuerza de una cantante de ópera, no podía reaccionar y mucho menos, ser mínimamente yo mismo.

La clase empezó, pero yo hacia caso omiso a lo que decía, solo tenia ojos para Lucy. Nunca me había pasado esto y tenia miedo de estropear algo de la poca relación que teníamos ella y yo.

Sin duda, ahora puedo decir que es el estar enamorado.