Hipster Løve

Joler. (2~4)

-...

-...I...an...

-...Ian....

-¡Ian!

-¡Wah! -Me desperté sobresaltado.

Oía viento a mi alrededor y llovía y... No había nadie...

-¡Al fin! ¡Vámonos, no quiero morir aquí!

-¿Mo...rir? -Pregunté aún mareado.

-Ya has vuelto, ¿eh?

-Volver...¿de dónde?

-Ya te habrá dicho Beth, osea yo que esto ya estaba perdido, bueno solo fíjate en el huracán de allí. -Me dijo señalando hacia el huracán.

Al recordarlo, no pude evitar llorar.

-L-lo siento, enserio...

-Menos hablar y mas correr, paso de morir aquí.

Y acto seguido me levantó del suelo y corrimos hacia el faro.

Así que esto era ese sueño que tuve varias veces... Era mi final.

Al llegar, nos resguardamos debajo del porche de la puerta del faro.

La fuerte lluvia se combinaba con el terrible viento, formando un cúmulo de ferocidad natural.

-¿Tienes algo pensado? -Me preguntó, burlona.

Era incapaz de contestar.

-Tienes que recordar algo, un suceso, matarla de alguna forma, al menos haz que no suframos más de lo que estamos ahora.

-Aquel día... -Murmuré.

-¿Aquel... Día?

-Troy, por accidente la mató, allí conseguí mis poderes y empezó todo.

-Oh, es verdad.

-Pero...¿como lo hago?

-Nadie ha dicho que hayas perdido tus poderes aún.

-¿Y como lo "activo"?

-¿Que desencadenó tus poderes aquella vez?

-Fue el deseo que tenía...de no morir.

-Pues aplicalo aquí, y rápido.

Ya no me importaba la vida de Lucy, ese sentimiento de "Yo antes que tú" me invadió.

De repente un barco, arrastrado por el fuerte viento huracanado, impacta en el faro delante nuestro haciendo como consecuencia que caiga un pedazo de faro encima nuestro, fue tan rápido que no tuvimos tiempo de reacción.

Pero aquí no acabó esto.

La luz apareció y con ello, volví... ¿A donde?

-Oneub socich, yoh someraznemoc rop ratneserp a anu aveun anmula: ycuL senitnelaV y ogeul somerasap a radrocer le amet ed al azreuf ne anu aífargotof etnaidem al zul, arap euq alle adeup somregoc y on edna nat adidrep.

¿Estaban hablando en otro idioma?

La gente hablaba de una manera extraña, hasta que me di cuenta por palabras familiares que hablaban del revés.

Y para colmo estábamos haciendo clase EN EL TECHO.

Miré hacia arriba...o abajo... ya ni se hacia donde miraba.

La luz ya considerandola como una amiga, apareció substituyendo a la del sol.

Y volví a saltar.

Estaba en el pasillo de camino y todo era normal... Extrañamente normal.

No había nadie, ningún ruido ningún nada.
Estaba todo en completo silencio, y al no oír nada mi cordura decrecía muy rápidamente.

Choqué con algo, y me tiró al suelo.

Mire hacia la dirección donde me había chocado, pero no pude ver nada.

-¡Mira por donde vas!

-¿Q-que?

Y de repente un revuelo de voces llenó el pasillo.

No conseguía ver nada, solo oía a gente hablar, posiblemente estudiantes.

-¿Son invisibles? -Pensé.

Me levanté y, con cuidado andaba pegado a la pared, para evitar alguna colisión posible.

-¿Pero que hace?

-¿Esta loco?

Oía voces invisibles a mi alrededor, pero no me importaban en lo absoluto, esto no era la realidad.

Después de unos minutos andando como un ciego, llegué a una gran puerta marrón con cristales amarillos, sin duda una puerta muy rara.

Nuestra amiga la luz potente se filtraba por esos cristales, sabía que al abrir la puerta (o portón, por su tamaño) saltaría con suerte al momento en que Lucy moría.

Empujé hacia delante la gran puerta y, esperando ser la última vez, me succionó para saltar.

-Tío... - Dijo humedeciendo los ojos.

-Que imbécil eres...jajaja.

-¿A mis brazos?

-A mis brazos.

Mientras Max y yo nos reconciliábamos, Lucy miraba, apartada y seguro que un poco incómoda, pero no podía perder esa oportunidad tan bonita que me había regalado la vida.

Mientras acabamos de darnos unas palmadas y todo eso, Lucy era golpeada por una pelota en

La esquivó.