Un ruido silencioso

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Nos miramos por unos minutos. ¿Que estaba haciendo aquí ese chico? No lo sabía. Intenté acercarme a él. Pero de nuevo tuvo que ocurrir algo. Michael, el chico que estaba leyendo, vino a buscarme porque íbamos a comer. Tenía cara de pocos amigos. Luego me miró y me dijo:
-Veo que ya has conocido a Alex. Él es nuestro hermano mayor, pero casi nunca está en casa...
-¡¿Es vuestro hermano?!
Tal vez el destino quería que nos encontráramos.
-¿Te parece extraño? A mi también me lo parecía, así que envié muestras de nosotros dos a un laboratorio y sí, éramos hermanos.
-Espera...¿que tú hiciste qué?
Me entró la risa. Parecía sacado de una película. Mi risa parecía contagiosa, porque Michael también se empezó a reír.
Íbamos caminando, pero tuve tiempo suficiente para ver que Alex, desaparecía de nuevo entre las tumbas. Llegamos a la casa. Me esperaba una comida normal y corriente, pero parecía que celebraban algo. Pollo, ensaladas, candelabros en la mesa... Ahora si que parecía sacado de una película. Allí estaban el señor Lordes y sus dos hijos. Entonces era verdad eso de que Alex no venía a la casa ni para comer. Pero a nadie le importó, parecían estar acostumbrados.
No podía dejar de pensar en él, y de pronto, Look dijo:
-Oye bichito, ¿qué te pasa?
-Un bicho, ¿dónde?- dije yo asustada.
Al parecer, yo era una especie de cómica, porque cada vez que abría la boca, se reían. Yo también me reí. Cuando me fui a levantar para ir a mi cuarto, Michael me dijo que si quería dar una vuelta. Acepté y estuvimos toda la tarde en un precioso bosque. Al parecer era muy importante para él porque allí lo llevaba su madre siempre que estaba triste. Entonces me dí cuenta de que yo todavía no había conocido a su madre.
-Oye Michael, ¿tu madre ha...
-No, ella está viva, pero ahora mismo está en nuestra isla privada,volverá para el cumpleaños de Alex.
(¡¿Una isla privada?!)
-Entiendo, pero no os puede dejar así como así, sois sus hijos. ¿A ti no te importa?
-No, ya estoy acostumbrado.
Estuvimos hablando sobre los antojos de su madre un poco más, y yo veía que él en verdad la quería.
Se nos hizo de noche. Volviendo a su casa, íbamos riéndonos porque me dijo una vez, cuando sus padres se pelaron, su padre le tuvo que regalar un avión, (literalmente) para que ella viajase a donde quisiese.
Llegamos a la puerta.
-Me lo he pasado muy bien-me dijo Michael.-Te he contado cosas que no le he contado a nadie porque desprendes seguridad.
-Yo también me lo he pasado muy bien. Pensaba que no encajaría bien aquí, pero la verdad es que me gustaría que mi padre se quedase un poco más allá a donde se halla ido.
Michael me miró, se acercó a mí y, me besó.....en la mejilla.
Me dijo al oído:
-Ojalá que lo repitamos.
Me quedé paralizada mientras él entraba en la casa. ¿ Qué es lo que quería repetir exactamente, la tarde en el bosque o aquel beso?
Fuese lo que fuese, estaba medio dormida porque ya eran las doce y media. Tenía que subir unas escaleras muy largas. Justo cuando puse el pie en el último peldaño, me resbale. Pero una mano me agarró de la cintura.
-Ten más cuidado-me dijo Alex.

|Mi 1/2 Limón|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora