|Mi 1/2 Limón|

¿Bichito?

-Ten más cuidado-me dijo Alex.
Se fue caminando por un pasillo oscuro. Me quedé mirando como desaparecía en la oscuridad. Decidí entonces irme a mi cuarto a descansar. Pero entonces escuché una dulce melodía de piano, tan dulce que me arrastraba a descubrir su origen. La puerta de la habitación de la que provenía esa hermosa música estaba entreabierta, así que decidí echar un vistazo. Era Look, y estaba tocando un piano blanco con decoraciones doradas. Tocaba el op.28 no.4 en mi menor de Frédéric Chopin. La canción era hermosa, pero a la vez triste y melancólica. Solo cerré los ojos y escuché. Pero una voz me hizo volver a la realidad:
-Bichito, ¿estás bien?
-¿Bichito?¿Lo dices por mi?
-No, hablaba con la pared. Somos buenos amigos y eso.
Se rió. Yo también me reí. Look es un chico muy gracioso, pero si dejase de llamarme "bichito" me llevaría mejor con él. Me invitó a entrar, y siguió tocando la misma pieza mientras me hablaba:
- Dime bichito, ¿te gusta la música clásica?
(No me llamo bichito, pero sé que si le digo algo me lo seguirá diciendo.)
-Más o menos. No sabría que decirte. Es... como si... me transmitiese la tristeza del compositor...
-Eso mismo era lo que sentía el compositor cuando compuso esta pieza.
Dejó de tocar el piano.
-¿Te gustan las estrellas?-me preguntó Look.
-¡Pues claro!-le respondí yo.
Salimos a un inmenso balcón en el que había una butaca enorme. Nos sentamos ahí los dos. Contemplamos las estrellas durante un rato. Look me empezó a tocar el pelo. No me gusta que me toquen el pelo, pero él lo hacía delicadamente. Nos miramos durante unos segundos. Entonces, se inclinó hacia mi para basarme, pero yo simplemente me aparte. Se quedó mirándome con cara de sorprendido, y después sonrió.
-¡Una estrella fugaz!- dije yo.
-Pide un deseo- me respondió Look.
Él también pidió un deseo. Yo, no sé por qué, pero desee volver a ver a Alex.