Silencio.

463 35 4
                                    

-Si me das la bienvenida de nuevo juro que te mato.- la recién llegada se cruzo de brazos, quería dejar las cosas claras.

Shinoa se trago su comentario irónico y lo enterro profundo. Florida era el tipo de chica alegre y graciosa , pero desde su hermano... Bueno, no estaba del todo bien.

-Lo haré - dijo finalmente , le lanzo un guiño rápido antes de voltearse y coger una espada con un mango admirable, una espada el doble de largo que el brazo de la chica.

La sala de entrenamiento era intimidante: con todo tipos de armas en estantes, escudos para practicar manchados de sangre y el lema de los Hiragis arriba en un marco gigante, como su grandeza corrupta y falsa.

«Si quieres llegar rápido camina solo, si quieres llegar lejos, camina en grupo»

Era un proverbio africano que habían adoptado su familia. Le parecía irónico porque después de todo, eso era lo ultimo que hacia un Hiragi, confiar en alguien. Podían pasar semanas contigo y siquiera confiarte su nombre, algo que Shinoa sabia por experiencia propia.

-Aunque creo que tendríamos problemas con Yuu. - murmuro la líder de grupo mientras se lanzaba contra Florida , blandiendo la espada con notable habilidad. Florida, sobresaltada por el ataque , hizo una desplazamiento con giro hacia la izquierda, su cara convertida en pura alerta.- Es un entusiasta con los nuevos.

-¿Cuándo no tenemos problemas con Yuu?- pregunto Florida con una sonrisa genuina. Sin perder de vista a Shinoa cogió su propia arma de la pared. Un cuchillo, de una cuchilla de tan solo cuarenta y cinco centímetros.

Así que quieres una pelea cuerpo a cuerpo... Shinoa sacudió la cabeza.

Mala elección.

Sin embargo, se alegraba de practicar ataques a corto plazo, ya que si quería llevar a cabo su plan de asesinar a Guren, debía poder pelear a ese rango.

Florida intento hacerla caer usando una patada de empeine , la líder en respuesta, bloqueo la pantorrilla habilidosamente y marco un corte en la misma, ahora los nervios de muchacha en esa pierna no funcionaban, ventajas de practicar con magia. La castaña frunció el entrecejo al mismo tiempo que con su cuchillo le marcaba un corte en el pecho a Shinoa y caía sobre el tatami con una sonrisa maliciosa, seguida de una mueca de dolor.

La pelimorada soltó un pequeño gritito y se tambaleo para atrás. Aunque el dolor era falso, artificial , se sentía real...palpaba y ardía como tal.

- Touché, Shinoa.- exclamo esta, claramente feliz. Era la primera vez que ganaba. Estaba en el suelo por su pierna pero una sonrisa triunfal marcaba cada uno de sus rasgos.

-Suerte. - punteo Shinoa acomodándose el uniforme. La risa de la castaña se resonó contra las paredes y la líder de grupo no puedo evitar sentirse algo orgullosa, después de todo, ella la había estado entrenando.

-¡Oye, Kimizuki! No quiero hablar del trasero de...

Yuu paró en seco al mirar a las dos chicas empapadas de sudor.

-"Hay,Shinoa, no soy un pervertido, no violes mis derechos como hombre."-dio unos saltitos y termino junto a Yuu, que seguía con la vista fija al frente, completamente en shock.- "¿Por qué, oh hermosa y única, Shinoa, me dices esas cosas?"

Tocó uno de los cachetes escarlata de Yuu y sonrío. Sonreír cada vez era más sencillo para ella, todo por él.

-¡No hablaba de ustedes!- exclamo todavía con las mejillas encendidas, aparto de un manotazo la mano de la joven y se cruzo de brazos haciendo un puchero.

-¡Hablabamos de su novio vampiro!- exclamo Kimizuki entrando a la habitación, Yuu subio sus manos hacia su rostro, que estaba en llamas, llamas intensas.

-¡No lo es...! ¡¿Y si me dejas en paz ,Kimizuki?! - El muchacho de lentes suspiro y alzo los hombros en indiferencia.

Florida palidecio. Despúes de todo, el vampiro de Yuu era el que le habia arrebatado a su hermano de sus brazos.

-Hey Shinoa,- dijo Yuu con su tono arrogante-amigable - ¿dónde están Mitsuba y Yoichi?

Mitsuba.

Su mente la transporto al café, la mirada superior de la rubia y el silencio de la misma mientras le explicaba su un tanto retorcido plan.

- No...no lo sé. - se aparto un mechón de su cabello y miro al suelo. Si lo hacia, si hacia lo que quería hacerle a Guren, dañaría a Yuu y era lo único que no quería hacer.

Pero era necesario eliminar a Guren, y con él a su hermana, Mahiru...incluso si el pelinegro terminaba odiándole.

-Que raro. - se alzo los hombros y desenfundo su espada apuntándola hacia Florida. - ¿Peleamos?

Parecía que le hubieran drenado todo el color de la cara a la castaña. Yuu era el más fuerte de todos y ella ni siquiera tenia un arma demoniaca.

- Yo... - aparto la mirada hacia el suelo y tomo una bocanada de aire -Está bien, luchemos.

La chica dejo el cuchillo en el suelo y cogio una lanza. La batalla duró poco, Yuu logró un corte limpio en la boca del estómago, haciendo que Florida cayera con un grito de dolor.

-¡Y eso que los vampiros van a ser más fuertes que yo! -exclamo el pelinegro directo como siempre. Ayudo a Florida a levantarse , que todavía estaba trastornada por lo real que habia parecido el corte.

-Lo sé...lo sé. - la chica se aparto un mechón y miro decepcionada el suelo ¿Cómo...cómo esperaba recuperar a su hermano con ese estilo de pelea tan pobre? - Me esforzare, Hyakuya-kun.

Yuu le miro sorprendido y prosiguió a sonreír.

-Todos lo hacemos en algún momento, ¿no es cierto? - Florida no pudo hacer nada más que devolverle la sonrisa, ese chico de verdad que era simpático. Te hacia creer que todo era posible.

Incluso cuando todas tus esperanzas están por los suelos, es el tipo de persona que te hace ver hacia delante.

^^^^^^

- ¡Es la culpa de Guren! - exclamo Kureto golpeando el escritorio con fuerza. La hermana de Mitsuba, Aoi, observo en silencio. Estaban en el despache lujoso de los Hiragis, era un milagro que dejaran que un Sangu entrara, pero era la mano derecha de Kureto, tampoco era que pudieran decirle que no.

-Teniamos a los serafines, nos faltaba uno. - escupió el numero con incredulidad y prosiguió a dar unos pasos, rondando por la habitación como un león enjaulado. - Le ordene a Guren que localice a uno de nuestros experimentos, y al día siguiente, nuestro serafín es capturado por los vampiros.

Aoi permaneció en silencio, sabia poco de los serafines y no quería saber, le parecía grotesco y sanguinario.

-Tenemos a Mirai Kimizuki,a Yuuchiro Amane y a los demás peones de Guren, pero, no podremos vencer a los vampiros así.- continuó diciendo. De hecho, con tan solo Yuu era suficiente poder para destruir la humanidad, ¿para qué querer a más? Así son los hombres, ambiciosos y codiciosos.

- Descuide, las cosas pronto se pondrán en su lugar.-Aoi se coloco un mechón de su cabello detrás de la oreja, Kureto evaluó su rostro unos segundos. - Espero que sepa que Guren tiene varias cartas bajo la manga, era el novio de Mahiru, debe ser mejor que eso.

Kureto se rasco la barbilla y asintió.

- Quizás, - Kureto le sonrió, como si tuviera la victoria asegurada.- Mahiru era una perra.

Se oyó un pequeño golpeteo en la puerta. Con rapidez, rubia se dirigió a abrir la puerta. Un científico estaba en el marco de la puerta, con expresión eufórica.

- Venga a ver a nuestro sujeto de pruebas, - dijo con alegría. - el experimento ha funcionado.

Sed - Owari no seraphDonde viven las historias. Descúbrelo ahora