Vampiro.

458 28 0
                                    

El chico rubio la observó en silencio; leía su decisión en esos rasgos opacos por la oscuridad de la tarde. Algo le decía a Mika que cualquier movimiento brusco podía ocasionar una tragedia, y no pensaba arriesgarse.

- ¡Florida! -exclamó Yuu con ansiedad y alivio mezclándose en su voz. - Pensé que habías sido capturada con los demás.

La castaña desvió la atención del vampiro al mismo tiempo que un rubor imperceptible se extendía por su rostro.

- ¿Capturados? - pregunto tomada por sorpresa. Aunque era cierto que Guren había desaparecido de su vista, no había cruzado su mente esa posibilidad. El chico rubio se liberó de la emboscada con facilidad ante el descuido de Florida y se colocó junto a Yuu antes de que pudiera hacer algo más.

Mikaela se apartó un mechón rubio que caía entre sus ojos y bufó. - Si, y será mejor que no hagas nada sospechoso si quieres mantenerte en una pieza. - La chica abrió los ojos como platos . Nadie jamás se había atrevido a amenazarle.

-Pedazo de mierda.- gruñó Florida entre dientes. Mika se limitó a alzar una ceja y a sonreír, gracias a Yuu, ningún insulto dañaría su buen humor.

-Tranquila, - dijo Yuu con su repetitivo optimismo. - Mika nos ayudara a salvar a nuestro squad.

La castaña se volteo hacia él, atónita.

- ¿Confías en un secuestrador? - Florida no olvidaría tan fácil que por culpa del Hyakuya rubio, su hermano menor, Amir, había sido llevado a custodia de los vampiros.

Mika dio unos pasos hacia adelante, - ¿Tú y él son hermanos? - pregunto absorbido en incredulidad.

La chica alzo su katana amenazante- ¡Claro, y tú lo apartaste de mi lado!- exclamó dispuesta a dar pelea. El blondo suspiró y asintió levemente, con el corazón en la mano.

- Lo hice, -dijo cediendo, miraba al suelo con vergüenza.- pero ahora tengo la oportunidad de compensar mi mala acción, de salvar a todos con ustedes.

"Con ustedes," pensó Florida dando unos pasos hacia atrás.

- No. - murmuró. Él era el enemigo; no pondría la vida de sus compañeros en sus manos, y menos la de su hermano.

Yuu suspiró.

- Lo sé, - dijo dando acercándose a ella hasta que sus frentes estuvieran a solo unos centímetros de rozarse.- yo igual estoy lleno de odio hacia los vampiros.

- Él es un vampiro.

- Es mi hermano.

"¿Acaso importa?" , estuvo tentada a escupir. Sabía lo leal que era Yuu, el chico de ojos esmeralda y sonrisa cálida como las brazas, y de repente, había perdido las fuerzas para replicar.

- De acuerdo, pero juro que si el vampiro hace algo misterioso, lo mataré.

- ¿No hablas de sospechoso? - pregunto Mika alzando una ceja.

La chica suspiro lenta y ruidosamente... sería una aventura algo larga.

-Como sea, coqueto.

§

En el momento que abrió los ojos, supo que estaba en peligro. Sus muñecas atadas en un fuerte nudo, su mirada cegada por una venda, sus tobillos envueltos en sogas. Habían jugado con ella todo este tiempo, haciéndole creer que ayudaba a la humanidad, pero no, solo era un peón de un sistema inteligentemente controlado.

Shinoa gimió para sus adentros. Le dolía todo el cuerpo, sentía... sentía como si pequeñas agujas se clavaran en su piel para después estar ahí horas. Intentó gritar e inevitablemente falló, la atadura en su boca era un problema.

"Mitsuba," intentó decir, su corazón desbordando su pecho, ¿dónde estaban los demás?

Lucharía por sus amigos, de eso estaba segura. Cualquier peligro, cualquier miedo, desapareció como el hielo en el calor abrazante del verano. Una variedad de esperanza la invadió, tendría que invocar a su demonio, atraerlo para que le ayudara.

Fue entonces cuando empezó a recitar y llamar a su demonio. Claro que, esto lo hizo en su mente, ya que no podía hablar.

- Ser del recinto, del más profundo de los siete infiernos, escucha, escucha. - Nada sucedió, pero no dejaría que sus expectativas fueran en vano; así que intento de nuevo con más fuerza, con más concentración. - En la orden de las cadenas perpetuas, en nombre del lazo de sangre, ser maligno, escucha, escucha.

Entonces sucedió. La nube de oscuridad putrefacta se manifestó pesadamente. El demonio de Shinoa la observaba fijamente. Era lo único que odiaba de estar frente a frente con su demonio, no sabia como, pero sentía sus ojos sobre ella, a pesar de carecerlos.

- Shinoa, - habló el demonio. Su voz era gruesa y oscura, con miles de almas en tormento como respaldo. - me has llamado.

La pelimorada asintió con la cabeza: le dolió.

- Estas amarrada, - concluyó el demonio burlándose. - Y tienes cubierta la boca, como si fueras un animal y ese fuera tu bozal.

"¿Y si me sacas?" pensó la soldado fulminando con la mirada a la nube invisible para sus ojos, "Sería un bonito favor."

- ¿Tengo otra opción?

§

La mayor pregunta que rondaba por las cabezas de nuestros protagonistas era que harían. Tenían tantas obligaciones en mente, pero ni siquiera sabían como empezar.

-Ok, creo que hay que ir de vuelta al cuartel, - Yuu pesaba con su optimismo.- ¡ahí de seguro está Guren, quien de seguro escapo!

Era un escenario muy improbable.

- ¿Y si escapamos, Yuu-chan? - Mika ya había argumentado esa pregunta posiblemente dos horas seguidas, o almenos así lo sentía Florida.

Alguien tenia que poner las cosas en su lugar, y desgraciadamente, ese sería el trabajo de la castaña.

- Por ahora busquemos un lugar para dormir, - sugirió- el bosque no es mi recomendación.

Yuu movió la cabeza confundido, acordándose de sus alrededores.

- Tienes razón, - dijo Mika - hay que ir a un edificio abandonado y quedarnos allá.

Eso no era lo que tenía en mente.

- Yo pensaba en la cabaña de las aguas termales, ya sabes, más cerca.

La expresión superior del rubio decayó por un segundo, antes de manifestarse de nuevo.

- Ah, si. Buena idea, humana.

"¡¿Buena idea?! ¡Como si el hubiera aportado algo!" Florida estaba apunto de golpearlo con todas sus fuerzas, pero lo soportaría, por su hermano. Por Amir.

- Vayamos. - ordenó Mikalea Hyakuya guiando el paso.

Una vez más, Florida se preguntó que le habían hecho a Amir, su hermano de ojos dorados.

Caminaron lentamente por el sendero del bosque en silencio, con las primeras estrellas de la noche viéndolos con interés.

§

Sed - Owari no seraphDonde viven las historias. Descúbrelo ahora