Narra Lali.
Cuando abrí la puerta lo primero que vi fueron muchos globos y una cesta con el desayuno apoyados en el suelo. Cuando me agaché a agarrar la tarjeta unos pies aparecieron y subí la mirada.
- Feliz cumpleaños La -sonrió Peter.
- ¡Gracias! -se acercó y lo abrace fuerte.
Después de aquella noche de reencuentro no nos volvimos a ver. Hablamos mucho pero no tuvimos tiempo para nada más. Además, mi relación con Marian ya era oficial, al menos para él y para mi, y pronto saldría a la luz pero Peter no sabía nada.
- Pasá -lo invité, él agarró las cosas y las dejó encima de la mesa de la cocina.
- Tengo hasta el medio día para vos -sonrió y se acercó pero lo aparte.
- Perdón... estoy un poco cansada. Me acabo de despertar.
- Andá a bañarte que te preparo el desayuno -dijo con una sonrisa y me dio un beso en la frente.
Agarré mis cosas y fui a la ducha. Me relaje un rato pero enseguida empecé a darle vueltas a cómo le iba a contar a Peter que era la novia de Mariano. Al salír tenía todo listo en la mesa.
- Pedí tres deseos antes de soplar las velitas -me dijo con una sonrisa y encendió la vela de una gran magdalena de chocolate.
Cerré los ojos y pensé sólo un deseo "Deseo ser feliz" y soplé.
- Gracias por esto -lo miré y agarré su mano.
- ¿Estás bien koalita?
- Si -sonreí.
- ¿Segura?
- Segura.
Su celular empezó a sonar. Al ver la pantalla sonrió de oreja a oreja.
- Es Brenda -me avisó y se alejó un poco para atender.
Escuchaba un poco de lo que le decía, mientras fingia mirar mi celular, él le decia que la iría a ver pronto. Se reía. Parecía feliz. Colgó, se acercó a mi y lo miré.
- Te gusta en serio.
- Un poco -sonrió.
- No la cagues por mi... se ve que vale la pena.
- Vos sos distinta para mi. Significas otra cosa... No es lo mismo.
- No estés a dos puntas si te gusta en serio.
- ¿A vos entonces no te gusta en serio el viejo? -mojó una medialuna en leche y la mordió
- Me gusta -hice lo mismo pero me manche toda la cara con leche.
- ¿Estas enamorada? -me preguntó mientras limpiaba mi mejilla con su dedo índice.
- Me hace sentir bien.
- Un perro te puede hacer sentir bien.
- Me escucha.
- Para eso tenes a tu hermana o a Cande.
- Me hace reír -puso una cara fea y solté una carcajada.
- Yo te hago reír ¿Ves? Probá otra cosa -dio un sorbo al chocolate.
- ¿Por qué haces esto?
- Porque sos especial y te quiero.
- Hace mil que no estábamos ahí el uno para el otro.
- Yo nunca me fui.
- Mentiroso -le di en la nariz con mi dedo índice- Tu novia te alejó de mi totalmente.
- Exnovia -me corrigió
- Tenes razón por eso ahora tanta buena onda conmigo -reí.
- Que tarada -sonrió
- Siempre fuiste dominado, no te culpo. El género femenino es más fuerte.
- No soy dominado, estaba enamorado -se puso tímido.
- ¿La amabas en serio?
- Mucho.
- ¿Y que pasó?
- No es el amor de mi vida.
- ¿Creiste que lo era en algún momento?
- Si, muchas veces.
- Yo también lo creía con Benja...
Nos miramos durante unos segundos fijamente y se me encogió el estómago.
- Gracias por esto -dije para quitar tensión.
- Te prometí que siempre iba a estar cuando me necesites y cumplo.
- Y si alguna vez... -sonreí y él se levantó.
- Me quieres llamar -siguió y agarró sus cosas. Sonrió y besó mi frente.
- ¿Ya te vas?
- Si, creo que ya cumplí por hoy.
- ¿Qué pensás de lo de Mariano?
- ¿La verdad?
- Si.
- Que es calentura, pero que te deberías lanzar y quitarte la duda.
- ¿Crees que arruine todo con Benja por calentura?
- No, lo de Benjamín estaba acabado ya. Mariano es una forma de refugiarte del dolor. Nunca se te dieron bien las rupturas Lali, no se te da bien el luto a las relaciones -sonrió.
- ¿Me estás diciendo que no sé estar sola? -levanté una ceja.
- Exactamente eso -caminó hacia la puerta y lo seguí.
- Puede ser -contesté. No quería discutir.
- Que tengas un buen día cumpleañera -abrió la puerta.
- Igualmente y gracias por esto -le di un fuerte abrazo y se fue.Narra Peter.
Si algo había aprendido es a no poner a Lali como el centro de mi mundo. Cada vez que lo hacía algo salía mal así que era mucho mejor hacer mi vida, que ella haga la suya y vernos cuando los dos quisiéramos. Sin ataduras, sin cosas del pasado, sin problemas... todo era mejor así.
Llegué a Telefe y me crucé con mi amigo Nico Francella que salía de una reunión.
- Hola loquito -le dije y nos dimos un abrazo- ¿Proyecto nuevo?
- Una mini serie para Telefe con la China.
- ¿Treinta días juntos? -pregunté.
- Si -sonrió- ¿Te ofrecieron un papel?
- Si, el fisioterapeuta que se levanta a la China -reí.
- Así que sos vos el que me roba a mi chica -reímos- ¿Vas a aceptar?
- Si, claro. Además son pocos capitulos y así puedo hacer cine.
- Yo voy a trabajar con Lali -me contó pero yo ya lo sabía. Harían la peli de Tita Merello. Ella me lo contó llena de ilusión- Ella será Tita Merello y yo su galán.
- Te lo vas a pasar bomba grabando con Lali. Es lo más.
- Bueno nene, me voy yendo -nos abrazamos- Nos tenemos que juntar para comer un asadito.
- Obvio man. Pronto arreglamos.
Grabamos toda la mañana y después de comer me fui al Galpón para hacer una función de Equus.
Cuando llegué a casa ya era de noche. Me conecte a skype y enseguida apareció Brenda en pantalla.
- Hola lindo -sonrió.
- Hola divina -le tiré un beso.
- Tengo una noticia.
- ¿Buena?
- Espero que lo sea para vos tanto como para mi.
- Conta
- Voy a aceptar el papel de una peli para trabajar allá. Es sólo un mes pero así podemos estar juntos y me hace mucha ilusión esta película.
- ¡Eso es genial Bren!
- ¿Te gusta la idea de verme seguido?
- Mucho -sonó el timbre- Que raro, no espero a nadie. Espera -le dije y fui hacia la puerta
- ¡MI AMOR! -gritó Martina y se tiró encina mio- ¡Te extrañaba tanto! -me dio un pico y la aleje.
- ¿Qué haces acá? -entró y cerré la puerta.
- Me tomé unos días para venir a verte -sonrió.
- ¿Qué te fumaste Martina?
Me acerqué al portátil y Brenda se había ido. Desde ahí la escena se habría visto a la perfección.
- Nada gordo pero es que es una tontería que estemos separados. En serio, ya está. Nos tomamos un tiempito y ahora todo va a estar genial -se acercó para abrazarme.
- Martina.... no niegues las cosas -la aparte- Cortamos y punto. No va más.
- Amor. Nosotros siempre vamos a estar juntos -me agarró la cara- Somos el uno para el otro.
- Estas loca -le dije cuando volví a apartarla y fui hacia la puerta- Te vas -le ordené y me hizo caso.
- Pero nos vemos pronto -sonrió y cerré la puerta.
- ¿Con que clase de mina estaba saliendo? -me pregunté en voz alta y me llevé las manos a la cabeza.
Ahora llegaba lo más difícil de todo, explicarle las cosas a Brenda y rezar para que me perdone.
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