-No confíes...nadie es tu amigo-dijo una voz en la oscuridad-todos la querrán muerta y lo sabes
-Si, lo se pero ¿por que?-le pregunto una joven a la voz-ella no es culpable de nada de lo que sucedió
-Pero si de lo que sucederá-dijo la voz con un tono sombrío-por eso no puede seguir viviendo, es por eso que yo la asesinare
La joven al escuchar eso saco su espada velozmente y apunto en la dirección de donde provenía la voz-¿de que estas hablando? Ya te dije que no tiene la culpa, toda la culpa de lo que esta sucediendo es solo mía -Tienes toda la razón en parte es culpa de tu egoísmo, pero eso ya no importa ese engendro lo pagará, gracias a ti
-Ya que estas tan decidido a hacerle daño-dijo la joven mientras se colocaba en posición de ataque-no tengo nada más que discutir, no permitiré que le hagas nada- y diciendo esto ultimo se abalanzo sobre la voz, siendo así, absorbida por la oscuridad.
Zoey se levantó con la respiración acelerada, estaba cubierta de sudor y sentía como si su corazón estuviera por salir de su pecho, estaba desconcertada, no entendía porque tenia esos sueños tan extraños, ya que, no era la primera vez que los tenia, cada vez se volvían más frecuentes y de lo único que estaba segura con respecto a ellos, es que estaban por acabar con la poca cordura que le quedaba
-¡ZOEY APRESURATE YA MATHIAS ESTA AQUI ESPERANDOTE!-gritó su tía Melody desde abajo, Zoey se levantó saliendo de su ensoñación, se dirigió al baño donde tomo una ducha rápida, luego se vistió con unos simples jeans y una camiseta, trató de domar su cabellera castaña pero al parecer esta tenía libertad de expresión, Zoey resopló frustrada y se resignó a dejar su cabello suelto, cuando estaba bajando las escaleras vio distraídamente las fotos y cuadros que desde que ella tiene memoria se encuentran allí, pasó frente a un cuadro y se detuvo abruptamente, frunció el ceño confundida, en su vida ella nunca había visto ese cuadro, se acerco a detallarlo mejor y abrió los ojos sorprendida
Era una pintura de ella cuando era niña, pero eso no fue lo que la sorprendió, en la pintura salían tres personas más pudo distinguir a un hombre y una mujer pero no pudo distinguir mucho sobre la tercera persona, solamente unos grandes ojos grises muy diferentes a los verdes que ella poseía, pero no pudo reconocer otra cosa, ya que el lienzo se encontraba muy maltratado y casi no se podía ver nada con claridad.
Se apartó de la pintura desconcertada y se dirigió a la cocina, al llegar vio a su tía charlando con un joven castaño, alto y que Zoey conocía muy bien, se aclaró la garganta llamando la atención de su tía y su amigo
-Moffi ¿otra vez estas molestando a mi tía?-dijo con una sonrisa
-Oye estas malinterpretando las cosas, ella es la que me molesta a mi-contestó el castaño devolviéndole la sonrisa, esa sonrisa que llevaba conociendo desde los 4 años-por fin despiertas estaba a dos segundos de irme a la escuela solo, pero tu querida tía me retuvo en contra de mi voluntad con unos deliciosos panqueques
-No es cierto, te serví el desayuno y Moffi aprovechó de que todavía no habías bajado para comérselo -dijo la tía Melody con diversión
-No es mi culpa me dio hambre y tú-dijo Moffi señalando a Zoey- estabas demasiado ocupada llenando tu almohada de baba así que no tuve otra opción, ahora apresurate que vamos a llegar tarde
-No creo que un retraso sea tan importante-dijo su tía sin preocupación
-Cuando tienes asistencia perfecta y además a primera hora toca con el estricto profesor de física Martínez McGregor -Moffi fijo la mirada en el techo fingiendo pensar- si creo que es un poco importante
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El legado de los dioses
Fantasy¿Que pasaría si te enterarás que todo lo que se creía imposible e irreal, existiera de verdad, cosas como monstruos, poderes...dioses? Y ¿que harías si tuvieras tanto poder, tanto que pudieras llegar a perderte a ti mismo? Eso fue lo que le sucedió...