Al despertar me encuentro en la camilla de un hospital. Lo se por el olor. Que olor más asqueroso.
Miró para todos lados, buscando a alguien.
- ¿Hola? - llame débilmente.
Me agarro el costado a dolorido y, con dificultad, me siento.
Ok. No hay nadie. Parece que me dejaron a mi merced... Que mala idea. Pensé.
Cogí el suero que estaba pegado a mi brazo y salí de la cama, cojeando un poquito. Me acercó a la puerta y escuchó murmullos.
-... Pero se que fue mi culpa - era la voz de Sessomaru. Estoy segura.
- Eso es más que ridículo. Sabes bien que esa chica se tropieza hasta con un alfiler.
"Ok. Eso fue ofensivo. Y grosero" Pensé. Me ruborice. No reconocí la voz que habló. Pero si que era de un hombre.
- Ni siquiera la he visto u oído y ya se que será un problema - añadió el desconocido.
"No le caigo bien y ni me conoce" suspire.
- Dices algo más y verás lo que es bueno - advirtió Sessomaru. Respire su nombre. Mi Sessomaru.
- Es suficiente. Eso fue grosero y muy ofensivo. No la conoces, Koga, y no sabes nada de ella. Por lo que no tienes derecho a opinar - reconocí la voz del Señor No Taisho.
"Vaya, así que de hay heredó el heroísmo Sessomaru..." reflexione.
- Koga, no puedo creer que allás dicho eso. No la conoces; No tienes derecho a juzgarla. Ha pasado por mucho - protestó Ayame, claramente furiosa.
- Ayame, amor...
- Calla. No digas más - lo interrumpió Ayame.
En ese momento me di cuenta de que, probablemente, ya todos se hallan percatado de mi presencia. Suspire y abrí la puerta, poco a poco.
- Siento mucho molestarlos. No era mi intención, de verdad. Lo siento - digo como saludo. Mi cabello estaba suelto y caía como cascada hasta más allá de mis muslos. Levantó la vista y todos me están mirando, con expresiones distintas. Todos los No Taisho estaban hay y habían nuevas caras también. Me detuve en el alto pelinegro, ojos oscuros y mirada penetrante, a un lado de Ayame. Me devuelve la mirada sorprendida y se que es Koga.
- Buenas... ¿Tardes? - preguntó totalmente desorientada.
- No, pequeña, ya es de noche. Dormiste todo el día. Pensé que no despertaría. Ya me estaba planteando despertarte - Sessomaru, que había llegado a mi lado, puso su mano en mi dolorido costado y de inmediato el dolor cesó contra su mano. Miró hacia arriba para encontrarme con su mirada en lo que él entrelazaba nuestras manos - Perdiste mucha sangre. Tu tipo de sangre es... Inusual. Tu madre tuvo que donar mucha.
- Mi mamá... ¿Donde esta ella? - me exalte.
Di vuelta a mi cabeza con tal rapidez que golpeó contra el hombro de Sessomaru. Gimo de dolor y pongo mi entumecida mano en mi magullada cabeza - Auch... Ok. Eso dolió - pienso en voz alta.
- Estate quieta, corazón. O te lastimarás más. Tu madre esta bien. Te vio dormida y se fue un momento para la cafetería - alguien a nuestro lado se aclaró la garganta. Di la vuelta despacio y vi quién era... Koga.
- Disculpe señorita. No nos han presentado, mi nombre es Koga. Koga Wolf. El compañero de Ayame. Un gusto conocerte por fin - lo mire a los ojos y él soltó un jadeo sorprendido. Eso me dice que mis ojos no están camuflados así que aparte la mirada - Que ojos más interesantes... ¿Son lentes?
- No, no lo son. Ojalá lo fueran - lo último lo dije bajito.
No me es posible ocultarlos. Me di cuenta de repente. Desisto de el intento y trató de fijar la vista en un punto fijo y alejado. Me detengo en unos ámbar y me quedó estupefacta.
- Hola, Kagome. No debes recordarme. Soy Inu No Taisho. El padre se Sessomaru y Ayame - se detuvo un momento y los gemelos arquearon la ceja en su dirección - Claro, también de ellos - hizo un gesto, señalando a los sonrientes chicos. Sonrió socarrón - Y esta, es mi hermosa mujer. Ella es Izayoi. Mi esposa, mi amor y la dueña de mi corazón - mira hacia abajo, a la mujer que había debajo de su hombro, y sonríe con tal amor que mi corazón se encoje de envidia.
- Mi nombre es Miroku y ella es Sango. Somos amigos de la familia - se presenta un muy bien parecido muchacho con punta de BadBoy y una chica muy hermosa.
- Mi nombre es Kikio - comentó una muchacha de cabello negro y largo. Tomandome en un abrazo de oso, cogiéndome por sorpresa. Al entrar en contacto conmigo, mi cabeza dejó de parecer un bombo y los dolores en mi cuerpo cesaron. Ya no me costaba respirar - Un placer - ella me suelta y, junto a ella, se va el confort. Aprieto la mano de Sessomaru por inercia.
- Soy Enju - dijo una bajita que estaba a un lado de Yasha. Me tendió la mano. La estreche con una mueca de dolor y me incorpore de nuevo.
Bien, así que vienen en parejas. Inu y Kikio, Yasha y Enju, Koga y Ayame, Miroku y Sango, y el señor No Taisho e Izayoi.
Que complique.
- A los demás los conocerás pronto, hermanita. - aseguró Ayame. Me sonrió con emoción.
- Bien, eso sería genial - le digo mirando a los ojos a Koga, recordando todo lo que dijo sobre mi y preguntándome por que sería tan injusto conmigo - Buscaré a mi mamá...
- No tan rápido, Jelä. - al escuchar el nombre, volteo bruscamente hacia el origen del sonido - ¿Recuerdas? Ah, pensé que no lo recordarías. Hace tanto que te cambiaron el nombre que no sabría si te lo dirían.
Yo lo miró, conmocionada. Los recuerdos me inundan y destruyen. Un mar de imágenes llenan mi mente y mi vista se borronea. Mi dolor recién recordado se derrama por mis mejillas en forma de lágrimas interminables.
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A bloody and dangerous love
Ficção GeralKagome es una chica con con secreto muy bien guardado... hasta que un día su madre las hace mudarse a una extraña ciudad y a una casa de cuento de hadas en medio del bosque. Ella decide adentrarse en el bosque pero se pierde con rapidez y termina e...