#35. A Bloody An Dangerous Love.

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Pasaron dos horas y media antes de que pudiera ponerme el uniforme y salir. Seshomaru había ido a descansar y eso me dejaba horas para explorar el instituto.

Faltaban mas de cuatro horas para que mi primera clase iniciara y planeaba pasarlas caminando por todos lados. Si los edificios de hospedaje eran tan grandes, 50 plantas por piso eran 50 habitaciones con capacidad de 3 o 4 estudiantes, eso dejaba a miles de estudiantes sin ver. Muchísimos de cada Blooder.

La estructura del Royal era redonda, un rascacielos hecho de vidrio. Era hermoso pero no era el único, habían otros cuatro edificios.

Lo que quería decir que uno de ellos no era un Blooder. Me picaba la curiosidad por saber, así que fui a caminar.

Me di cuenta de que no habían ojos brillantes o ninguno de los maestros. No habían personas caminando grácilmente o súper rápido entre la gente.

Voy a la oficina de mi padrino y veo un cartel en la puerta:

“Horario de atención, 4:00pm - 4:00am.
Durante el resto del día en caso de emergencia los maestros Myoga y Totosai podrán atenderlos"

Me alejo de la puerta y cierro la distancia entre el tablero con el horario de los maestros y yo. Busco los nombres y leo cuando los encuentro:

Totosai - 10:00am _ salón 7G, Espeleología avanzada

Myoga 10:00am _ salón 14A, Biología especializada

El nombre del maestro Myoga estaba subrayado y al lado decía que estaba incapacitado y que cuando volviera estaría en clases nocturnas, seria reemplazado por un tal George B.

Camino tranquilamente hasta el salón 7G, pidiendo indicaciones de vez en vez.

Cuando llego lo veo explicando una teoría, tenia un aire de sabiduría que le quedaba bien, en realidad. Toco la puerta y él me mira e instruye a los alumnos a que lo intenten ¿Que? No sé. Sale a hablar conmigo.

—Hola, maestro Totosai – inclino la cabeza en saludo – En dirección decía que podía hacerle unas preguntas ya que el director no esta... Mi nombre es Kagome Higurashi – me presento mirándolo hacia arriba.

—Kagome, deber ser la ahijada del director –dice y se cruza de brazos – y la famosa nueva que entró al Royal, que interesante.

— Sí, esa soy yo – me ruborizó.

—En la dirección dice en caso de emergencias tú vienes por qué...

—Quería hacerle unas preguntas, o mas bien varias, ya que el director Naraku no esta.

—Él nunca está en las mañanas, tiene un hijo de 2 años con Kagura, imagino que ya lo sabías.

—Sí, me lo dijo. Con respecto a las preguntas...

—Ok, Higurashi, ¿Qué querías preguntar?

— ¿Por qué hay cinco residencias si solo hay cuatro Blooders? ¿Se puede entrar en las otras recurrencias si no se es parte de ellas? ¿Cuales son las actividades extracurriculares y cuantas tengo que coger? ¿Donde me puedo...?

—Hey – me interrumpe –Una a la vez.

—Lo siento ...

—  Bien emm... Hay cinco por que la ultima no esta renombrada como Blooder. Es una residencia para los becados y ayudantes de los Blooders. Los... Wakë se alimentan de ellos – lo ultimo lo dijo en un susurro – es voluntario, claro está.

»Puedes entrar si conoces o vas acompañada todo el tiempo por un miembro de esa residencia, pero no lo recomiendo. Solo toleran juntarse en clases y es mucho. Las actividades están pegadas en el tablero que esta al lado derecho de la oficina del director, te inscribe en las que quieras pero son mínimo seis para un Royal. Ya ves por que la mayoría prefiere estar en Rebel o Máster.

—Entiendo... –Murmuro – En las mañanas ¿Solo hay humanos?

—En su mayoría, también hay metamorfos e híbridos.

Lo miro curiosa.

—¿Híbridos?–pregunto.

—Mezclas de humano y jaguar o humano y lobo. O con oso o cualquier animal arriba en la cadena alimenticia –Responde y yo asiento.

—¿Los muchachos vienen hoy? – le pregunto al cabo de un momento.

— ¿Quienes? – me pregunta. “Que cambio mas brusco de temapiensa.

—Los trillizos... Hiten... Todos ¿Llegan hoy?

—¿Como sabes eso? Esa es información privada.  Vienen por un importante asunto, eso es lo que dicen – me frunce el ceño.

—Lo se por que... –Me acerco a él y bajo la voz – vienen a verme a mi –me alejo y froto con el pulgar entre mis cejas.

—¿Como? – jadea, incrédulo.

— Los llamaron por que yo vine aquí. Los convocaron el día del ataque pero estaban muy lejos –explico –Yo crecí con ellos.

Tenia una cara de incredulidad que casi rozaba la constipación.

—Los trillizos me vieron nacer, ayudaron, de hecho. Todos los mas antiguos Wakë que conoces y posiblemente admires jugaban conmigo en el patio trasero.

—Increíble –Murmuro.

—Preguntales cuando lleguen, y asegurate de decir que no me Creíste. Me voy, gracias por las respuestas, maestro. Espero que el maestro Myoga se recupere y no tengan que llegar a la conversión.

— ¿Como sabes eso? –Me frunció el ceño de nuevo. 

—Yo sé muchas cosas, maestro – respondo con una sonrisa.

Me alejo de él, dejándolo con una expresión perpleja.

A bloody and dangerous loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora