A bloody and dangerous love

#21. A Bloody And Dangerous Love

Lo primero que veo al abrir las puertas es a un no ton de chicos y chicas sonriéndose. Luego mi mirada se topa con él.

"Le queda el uniforme. Se ve muy guapo" pienso. En mi mente resuena una masculina y profunda risa.

"Gracias. ¿Donde estas?" Ya me había acostumbrado a que él me hablara en mi mente.

"Saliendo del ascensor"

Me concentro en no tropezar con la gente en lo que salgo del espacio.

—Estas preciosa – susurra Sessomaru en mi oído en cuanto salgo de allí. Acaricia mi cabello suelto.

—Vaya vaya. Te sienta el uniforme, pequeña Jelä – alaga Inu, atrás de mi.

—Ciertamente – concede Yasha.

Les sonrió y caminamos hasta el campo de entrenamiento. Este era un campo de varias hectáreas de extensión. Con pistas para correr y obstáculos.

Toda la familia No Taisho y sus amigos se quedaron en el grupo de los alumnos antiguos, mientras yo seguí hasta el grupo de los nuevos.

—Hoy aquí, en este campo, yo soy la entrenadora Shion – comenzó la mujer frente a nosotros con aspecto duro –. Deliberaré en que grupo quedaran. En cual de los cuatro Blooders quedaran. Si en el Royal – uno de los grupos aparte dio un colectivo grito de reconocimiento y euforia.

»En el Máster – otro de los grupos aplaudió y silbo.

»En el Rebel – ellos alzaron los puños y corearon: Rebel, Uh Uh Uh.

»O los teóricos y estudiosos... Los Erudit – ellos solo aplaudieron sutilmente.

— En todos los años que he trabajado aquí, – añadió – y han sido muchos, nunca nadie entro al Royal el primer día. A excepción de los No Taisho – todos aplaudieron mientras miraban a la familia de mi amado – y claro, los escasos Akitoqui.

Todos aplaudieron pero no miraron a nadie, por lo que no sabia quien era el famoso Akitoqui.

—Pocos han quedado en los Máster y otros en los Rebel. Pero en su mayoría han sido Erudit. Para después subir de Blooder en el primer año. Hasta que con mucho, mucho, esfuerzo logran llegar a tener el honor de pertenecer a los Royal.

»Pero cuidado, no todos soportan la presión de ser Royal o máster y se quedan en Rebel o se retiran – los Rebels se agitaron. Unos con miradas de suficiencia y otros con vergüenza –. No siendo más, comencemos.

Todos se acercaron a su manera, excepto los Eruditos, ellos se quedaron donde estaban.

— Les explicaré novatos – nos dice La entrenadora Shion –. Hoy evaluaré: equitación, tiro, arco, carreras en caballos, afinidad con los animales, gimnasia y velocidad. Hagan todas las pruebas e irán al Royal, o seis de ellas perfectas y perdonare la que sobra. Hagan seis regulares o cinco perfectas y serán Máster. Cinco regulares o cuatro perfectas y serán Rebel. O simplemente no hagan nada y sean Eruditos, por lo tanto esperan a Kia que les hará la prueba de aptitud para determinar si se quedan o se van.

En el grupo en el que estaba muchos de los nuevos se miraron con cara angustiada. Yo ya me había resignado a quedar por lo menos en Máster o en Rebel. Ya que perfecta no era ni mucho menos una descripción mía.

Comenzaron a avanzar uno por uno. Algunos Rebel, los otros Máster. La entrenadora tenia una expresión resignada. Faltaba un muchacho para llegar yo. Era tan alto que me cubría.

— Siguiente – dice Shion tranquilamente –. Nombre.

—Shiro Makato – responde él.

Shiro no coge la pistola, el arco lo coge mal y la flecha ni siquiera se acerca al blanco. Se cae del caballo al tratar de montarse, dos veces. Era veloz y bueno en gimnasia pero los animales le gruñian por lo que Shion dice:

— Erudito – lo mira y dice –. Siguiente.

— Pasa chica – me dice y camino los pasos hasta la marca, con el corazón desbocado – Nombre, cariño – pide sin mirarme. En su mente habían unos pensamientos algo indignantes. "Erudita seguro. Pobre, ojala no llore"

— Jelä Reinäldy – digo y enderezco la espalda.

Shion se queda inmóvil y, despacio, levanta la vista. Me mira de arriba a abajo. Yo no estaba ocultando mi aspecto por lo que mi cabello estaba en todo su blanco esplendor y mis ojos multifaceticos le devolvían la mirada. A excepción de mis alas que si estaban escondidas.

— ¿Como dices? Repiteme por favor – pide ella mirándome a los ojos. Todos aquí susurraban, dejando me confundida. Pongo mis manos en mis oídos y frunso el ceño –. ¡CALLADOS! – grita – ¿Como dices?

— Jelä Reinäldy – repito mirándola.

— Una Reinäldy... Impresionante – murmura Shion – Bueno, Reinäldy, muestranos que haces y si le haces justicia a tu apellido.

Respiro profundo y me volteo hacia el primer obstáculo y cojo la pistola. Sintiendo el peso familiar en mi mano. Esto no es nuevo básicamente. Pero lo siento como si fuera critico. Si lo hago mal... Mejor no pensare en eso.

Lo haré.

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