Estoy en shock, no puedo pensar con claridad. Ahora lo entiendo todo, solo que... ¿Mi sangre? ¿Cómo que mi sangre?
...
Decidí irme a dormir, no me apetecía pensar en nada, Eyden decidió dormir en la habitación de invitados. No iba a ser injusta, es guapo y a lo mejor le puedo dar una oportunidad.
Me acosté en la cama, en un abrir y cerrar de ojos me dormí.Me desperté sudando sobre las 2:00 de la madrugada, me tuve que cambiar de pijama, estaba sudando a lo bestia.
Alison, la criada, puso todos mis pijamas para lavar, así que cogí una camiseta de cuadros de Eyden, me acosté de nuevo pero... Notaba como que alguien me observaba y ya no sabía que creer, en fin, mi marido es un demonio.Fui a la habitación donde dormía Eyden y le desperté.
-Eyden...-Susurré-
-¿Qué...?
-He tenido una pesadilla y tengo miedo... ¿Puedes dormir conmigo?-Pregunté tímidamente.
-Claro, tumba te. Mmm... ¿Esa camiseta es mía?-Preguntó con una sonrisa de oreja a oreja.-Sí... Estaba sudando y Alison a puesto mis pijamas para lavar... ¿Qué quieres, que duerma en bragas?
-Pues no estaría mal-Hizo una sonrisa burlona.
-Pervertido...
-Alguna vez tendremos que hacerlo-Dijo.
-Buenas noches.-Le dije.
-Buenas noches tontita-Me respondió.Me desperté por la mañana acurrucada en su pecho, con su brazo rodeandome. Eramos tan tiernos... Pero era un demonio, yo de momento no le conocía lo suficiente como para salir con él aunque la ley lo negara.
Me vestí y le di un beso en la frente, no pude resistirme, estaba... Monisimo.
Me puse un top ajustado de color verde y unos jeans rotos ajustados, con unas airforce blancas.
Una vez vestida me preparé el desayuno y de paso se lo hice a Eyden. Él vino y me rodeó con sus brazos la cintura y me dijo. ¿Qué haces?
Le ignoré y seguí cocinando. Me di la vuelta y él estaba sin camiseta. Dios mío, se le marcaban los pectorales y los músculos.Le hice el desayuno y se lo comió mirando su portatil.
-¿Trabajo?-Pregunté
-Lo normal, a veces suelo tener mucho más que ahora, pero no tengo a ningún empleado de baja. Así que...-Ah-Suspiré.
Cogí la mochila y hice una coleta alta dejando 2 mechones a los lados sobresaliendo.-Espera, no te vayas aún.-Gruñó Eyden.
-¿Por?
Apareció delante mía y cada vez se iba acercando más y más a mí. Cerré los ojos.
-Luego nos vemos, princesa.-Dijo eso rozandome los labios. Abrí los ojos y ya estaba fuera. ¿Qué coño acababa de pasar?
Entré a la universidad como si nada y me metí en mi clase... Esperé a que llegara el patio, estaba en las musarañas pensando en Eyden... Su aroma, sus ojos, su mirada... Su voz...-Srta Sharman! -Me distrajo la voz del profesor dictando mi apellido.
-Sí, Si! -respondí haciendo una mueca. Toda la clase se reía y tuve que soportar la charla del profesor de historia, no hay bastante con escucharle hablar que todavía tengo que soportar su charla.Llegó la hora de irse a casa y llegaron los problemas.
-Oh mira, ahí está Lena. ¿No viene tu marido a por ti? ¿Qué tiene, 50 años? Jajajaa- Entre risas y burlas llegó un coche negro, bajó un chico con traje.
Era Eyden.-Hola Lena, ¿Yo acaso tengo 50 años?
Ejem... 19.067 años... Pensé...-oh, Hola! Tú eres el marido de Lena?-Se reían avergonzadas las pijas que hace un segundo se estaban riendo de mí.
-Sí. ¿Algún problema?-Sonrió Eyden pero a la vez lo decía en un tono serio.
-no, jajaja. Qué ves en ella? Yo soy más guapa sabes? La puedes dejar y tal vez tú y yo...-Espera, espera... RECAPITULEMOS, está ligando con mi marido?
-EH guarra, es mi marido, vete a chupar pollas a otra parte, puta.-Respondí grosera y empujándole.
-EH niñata, no hablaba contigo.
-Te voy a responder, mira. Para mí Lena es la más guapa, la más sexy, la más divertida, la más lista y la mejor persona que existe. Ni tú ni nadie podría compararse con ella y deberías saber si estás estudiando psicología que meterse con alguien es síntoma de que tienes celos de que sea mejor que tú y te quite a la gente que hoy en día cree que eres popular.-Informó Eyden.Me quedé boquiabierta, él le había dicho eso a Charlotte, la más pija de toda la universidad.
-Pues si tanto es para ti, porque no OS besais?
El corazón me iba a 100 por minuto, Eyden se acercaba más y más a mí, yo me dispuse a cerrar los ojos y noté como sus labios suaves rozaban los míos y se fundían en uno dando lugar a un beso profundo e intenso. Puse mis brazos rodeando su cuello y mis manos en su nuca, mientras que él ponía sus manos en mi cintura, apretando fuerte, como si no tuviera intención de soltarme nunca. Me dio tiempo a ver la cara de pena que ponía Charlotte, le ganaba con el novio.
Nos separamos y me cogió en brazos como una princesa, me llevó al coche y nos fuimos a casa. En todo el camino no hablamos del beso, hasta que me preguntó por ello.
-Y bien... ¿Te ha gustado?
-bueno... No te voy a mentir. sí, me ha gustado y mucho, la verdad.-
-Querrias repetirlo?-Preguntó dudoso.
-Vale...Llegamos a casa y nos empezamos a besar. Thomas nos vio y con una sonrisa me guiñó un ojo.
Esta relación estaba dando sus frutos, a lo mejor me podría acostumbrar a ser la mujer de Eyden. Tiene un lado tierno que consigue enamorarme cada vez que lo saca.
Dormimos pero esta vez juntos, me acurruqué en su pecho de nuevo, me dio un beso en la frente.
A las 2:30 volví a despertarme, tenía otra pesadilla. Es raro, noto como que estaba todo negro y oía unas voces que me susurraban.~Tu felicidad tiene un límite~
Y empecé a recordar cuando tenia esas peleas con mis padres o cuando me pegaban, todos los desprecios que le hacía a Eyden... Todo.
Eyden me consoló y me abrazó. Me volví a dormir pero con la sensación de que alguien me estaba mirando, pero más segura porque un demonio me estaba protegiendo, mi demonio... Eyden.
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Destinada a estar con un demonio.
Paranormal"Porque esto me pasa a mí, soy una persona normal, nunca pensé que mi destino fuera estar junto a él" Nunca pensé que un demonio podría ser tan elegante y a la vez atractivo, nunca pensé que pudiera llegar ha amar.