Destinada a estar con un demonio.

Kail...

Me he despertado con alegría en mí.
Sí, alegría. Irónico. ¿Verdad?
Había recibido un mensaje de Kail... Sí, al que chico de ojos azules al que Eyden me prohibió ver.. Pero Eyden no es nadie para que decida por mí mis compañías.

-Lena, soy Shawn. Veo que estudias en la universidad de Cambridge, si quieres te paso a buscar a la salida de tus clases. Aún me debes esa bebida.

-Eh, hola Shawn! Bueno, es cierto jajaja, sí, vale, salgo a las 14:30, ven a buscarme, si quieres podemos quedar en una tienda de batidos, están súper buenos, son especialistas en eso.

-Vale. ¿Cómo se llama?

-C&C, está a una manzana de mi universidad, ven a por mí y tomamos algo.

-Vale, hasta luego.

-Adiós.

Y ahí finalizó la conversación.

Eyden me iba a matar como supiera que iba a quedar con Shawn... Peto bueno, no importa. Que se joda por ocultarme las cosas.

Me vestí y me fui a la universidad, esperando a que pasaran las horas para ver a Shawn... Irónico, estoy casada, con 17 años y voy a ver a otro chico.

Llegaron las 14:25, faltaban 5 minutos para salir.

-Los deberes de hoy son los ejercicios 7 y 10 de la página 39, no olvidéis hacer la redacción de un ser querido o cercano a vosotros.-Proseguía el profesor de ciudadanía mientras que yo garabateaba en mi cuaderno.

Al salir por fin de clase me tropecé con Shawn, sí, otra vez, de nuevo...
Me centré en su mirada, era... Brillante y tierna. En esos ojos azules con reflejos grises como el cielo nublado. Esos ojos que se clavaban en los míos.

-Para ir a la universidad pareces despistada-Dijo entre risas.

-En vez de Reírte de mí... ¿Porque no vamos a la cafetería?

Una vez allí... Hubo un silencio de aproximada mente 3 minutos muy incómodo. Hasta que decidí romperlo.

-¿Cómo supiste mi nombre nada más conocerme?-Pregunte con intriga.

-¿Estás casada a los 17 años con un demonio y dudas de que un chico sepa tu nombre?-Respondió.

Con la mirada en blanco le volví a preguntar.

-¿Eres un demonio?
-Pues claro. ¿Qué te crees? ¿Qué iba a saber tu nombre sin conocerte? Oh lena, lena, lena. -Repetía sarcásticamente- -Eyden no te va a cuidar como te mereces, te va ha ocultar cosas y tu vida se desmoronará. Cuando llegues a casa ahora mismo, te sentaras en tu cama pensando en mí, tendrás una pelea con Eyden y luego iré en tu rescate. No soy tan malo como crees ahora mismo, solo soy un demonio de 18 que lee el futuro y el presente. Hasta si me lo planteo puedo adivinar tu pasado.

Me quedé estupefacta. ¿Cómo sabía tanto de mí? Lo único que hice fue largar me de aquella cafetería de aquella manzana, me fui a casa y pensé.

¿Por qué todos me mienten?