Mis padres son dueños de una de las empresas más importantes de Cambridge, son, ¿como decirlo?
Son muy anticuados con eso de la pareja de su hija, son muy, tradicionales.Soy Lena, sí, nombre raro. ¿Verdad?
Mis padres me han buscado un prometido, solo tengo 17 años y ya me buscan un pretendiente, les odio.
Desde pequeña me han corregido todos los detalles de mi mierda de vida.
Que si las compañías, que si los estudios, que si tu look... En fin...
A los 15 años tuve una pelea con mi madre, no una cualquiera como todas las niñatas tienen en plan de "Si no me compras esto no te hablo en mi vida" no soy una pija de mierda manipuladora, no soy tan hija de puta como para tratar a mi madre así.
Todo me empezó a dar igual cuando me di cuenta del que el propósito de mi nacimiento era para que las empresas de mis padres crecieran. Soy como "su putita"Con esto me refiero a que me entregan a cualquier hombre que tenga dinero y empresas bastante conocidas con tal de que ellos puedan chupar del bote. Les odio.
-Solo has nacido para complacer los caprichos de nuestros clientes y hacer crecer nuestras empresas, en realidad no eres bien recibida, me amargaste durante 7 meses en mi barriga y me desformaste mi precioso cuerpo. No te quiero y te cuido por la ley.
-Palabras de mi propia madre-Horrible. ¿Verdad?
Pues todo empeoró a partir de ese 21 de enero. Ese día... Ese día me comprometieron con un socio muy joven, me sacaba a penas 2 años, sí, tenía 19 años y ya era socio de una de las empresas más famosas de todo Londres entrando en América y Europa.Eyden...
Era guapo, educado, atractivo, pero un tanto intimidante...Era pálido, tenía el cabello oscuro pero con reflejos rubios dorado, sus ojos... Eran preciosos, los tenía azules verdosos y un tanto amarillentos. Era guapo y atractivo, no lo voy a negar, pero era un capullo integral. No era nada "amistoso" por lo menos los primeros 3 meses de matrimonio.
Trabajaba mucho, a penas le veía, mejor, paso de su cara...
Pero no soy una de esas pavas putones que engañan a sus maridos con un amante, paso. Prefiero estar sola, solo verle en horarios de comidas y a la hora de dormir.-Con que ya has vuelto. ¿Tan tarde acabas?-Dije indiferente refiriéndome a él.
-Trabajo para mantenerte, a ti, a los criados y a mi notario.-Gruñó.
-EH, menos humos, yo ya tengo bastante con estudiar en la universidad, soy el admereir de las piñas sabes? Estoy casada con uno de 19 que ni conozco, al menos podrías ser agradable ya que soy "tu mujer"-Le respondí en tono borde.-Es cierto, ¿Finjo una sonrisa?-En tono burlón.
-Ay cariño, como se nota que te hace falta un polvo.
-Dame lo tú, ya que eres mi mujer.
-Ya te gustaría-Me giro y me voy a nuestro cuarto.Bua... No lo soporto, que se cree. ¿Que soy virgen? De eso nada, ya lo he hecho como 2 veces. Ya sé que no son muchas pero no soy una puta. Me obligaron a cortar con mi novio, llevaba con él 3 años y medio, era el amor de mi vida, y ahora, tengo que estar con este ogro.
-La cena esta servida, srta. Lena.-Me informó Thom.
Thom era el notario/sirviente de Eyden, y creo que el único que lo aguanta.
-Gracias Thom, pero no me llames de srta, te doy permiso para que me tutees.
-Está bien, Lena. Lo que usted diga.Se lo he dicho un mogollón de veces pero el sigue tendiendo a llamarme de Usted. Ni que fuera una abuela.
Fui al comedor, allí estaba la cena. Puse la televisión, ya que no tenía nada de que hablar con Eyden.
-¿Puedes quitarla por favor? Podemos mantener una conversación, si es lo que quieres.-Propuso Eyden.
-Esta bien. Saca tema, va.-Apagué la televisión y le miré sarcásticamente.-Pues, que tal la universidad hoy? Qué estudias?-Preguntó intrigado.
-Estudio Psicología, cuando tenga el título, si es que aún seguimos casados, tomaré permiso para tomar una de las habitaciones de invitados que tenemos para hacerla mi despacho y recibir allí a los pacientes.-Le informé.-No quiero ningún loco en mi casa, pero si eso te hace feliz, vale-Esa respuesta no me la esperaba.
Terminamos de cenar y nos fuimos a la cama. Una vez allí me cambié al pijama, estaba en sujetador porque no encontraba la parte de arriba, busqué en todos los baños menos en el del pasillo. Justo al lado estaba el despacho de Eyden. Al pasar por allí no puede evitar escuchar aquella conversación que tuvo con Thomas.
-No, Lena no se puede enterar de que no soy un humano, por muy curiosa que sea no puede, di no se lo tendría que contar todo y me tomaría como un loco, la pondría en peligro y aunque sea una niñata no puedo, se lo prometí a sus padres.
-¿Decirme qué?-Entré en aquella habitación bruscamente y sin permiso alguno.
-Nada... ¿Que coño haces en sujetador? ¿Qué quieres? ¿Provocar me?-Preguntó Eyden con cara de pervertido.-Emm no, quiero que me fuentes de que estabais hablando.-Insistí.
-Lena...No...-¡Qué me lo cuentes, joder!-Le chillé.
-¡Te he dicho que no!- A continuación esos ojos le cambiaron. Le cambiaron de ser Ese azúl verdoso con tonos amarillentos a un rojo cobrizo y brillante.
-¿Qué coño eres!?-Le chillé.
-Lena... Sientate, te lo explicaré.Me senté en ese sillón negro que tenía en su despacho. Y comenzó a explicar.
Verás Lena... Tú eres mía. Eres de mi propiedad.
-¿Co-Como?-Pregunté indignada, no soy de nadie.
-Deja te de preguntas y espera a que te cuente.-Verás, Lena, tú y más mujeres naceis para ser comprometidas con demonios del inframundo, aquí donde me ves tengo 19.067 años, por cada 1.000 años hago un año de humano, soy un demonio, soy príncipe del fuego del infierno, soy el primo de Satán y tu sangre tiene algo que me atrae, te tengo que hacer mía, si no... Si no me moriré y tú conmigo. No soy tan malo, soy un demonio, no tengo la mitad de sentimientos de los que tú tienes...
-Pero, no puede ser real...
-Lo es.
-Entonces... ¿Estoy casada con un demonio?
-Sí, y haz el favor de ponerte una camiseta por que me estoy...
-Vale, no hacen falta más detalles.Estoy rayada ahora mismo, mi marido de 19 años es un demonio. Esto es irreal. No puede ser. No soy de nadie.
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Destinada a estar con un demonio.
Paranormal"Porque esto me pasa a mí, soy una persona normal, nunca pensé que mi destino fuera estar junto a él" Nunca pensé que un demonio podría ser tan elegante y a la vez atractivo, nunca pensé que pudiera llegar ha amar.