Odio a mis padres

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Narra: Abby Salvatore. Odio a Mis Padres...

Europa Londres 13:45 de la madrugada

Quién lo diría, yo, otra vez, de viaje eh perdido la cuenta de las veces en que le suplique a mis padres que no era necesario, hasta en una ocasión me arrodille ante ellos. Aun así, acá voy en un avión con destino a los Estados Unidos en específico a Chicago. ¿Acaso no entienden? Estoy dejando toda mi vida en Londres, mis amigos, mi novio, mi futuro ¿Para qué? "Tendrás nuevas oportunidades" fue la respuesta de mi madre pero, ¿Quién carajos le dijo que quería cambiar mi futuro? Mi futuro era perfecto, al menos para mí como siempre mis padres pensando en grande, yo soy más conformista, es bueno y a la vez malo pero ya que, así soy así me quedo.

-Mira por tu ventana Abby - Dijo mi madre. Levante la cortina y descubrí una hermosa vista de un ambiente urbano donde las luces lo hacían ver como un pesebre navideño. El pesebre, solía armarlo con Charlotte mi mejor amiga, que ahora no tengo contacto alguno con ella, mal momento para que mi teléfono se averiara.

Suspire y mi madre se dio cuenta - Me alegra que te guste- Y palmeo mi hombro izquierdo. Quise gritarle "NO ME GUSTA QUIERO VOLVER A LONDRES, EXTRAÑO EL BIG BEN, QUE ME HACIA CORRER CUANDO SUS GRANDES CAMPANAS SE JUNTABAN" Pero preferí agachar la cabeza, colocarme mis audífonos y dejar que una cuantas lágrimas calientes corrieran por mis mejillas sin permiso alguno, no pude controlarlas.

...

Desperté al escuchar la voz de la amable aeromoza, pidiendo que nos ajustáramos los cinturones de seguridad ya que estábamos a punto de aterrizar, me estire un poco, al parecer no lo había hecho durante horas estaba agarrotada, ajuste mi cinturón luego de unos intentos, y me prepare mentalmente para no sentir como si el avión se estuviese cayendo.

-Abby, abre los ojos, ya aterrizamos- Dijo mi papa luego de unos minutos de sufrimiento.

-No, voy a vomitar- Articule.

-Tranquila, solo es la agitación-

-No -No podía hablar bien- Quítame este tonto arnés ahora

Sin replicas lo hizo lo más rápido que pudo, y Salí disparada a la puerta más cercana, empecé a vomitar desde las escaleras.

-Gran manera de salir señorita - Dijo el guardia de seguridad. No estaba de humor así que solo lo mire y para él fue más que suficiente al parecer, ya que levanto las manos en son de paz, agite mi cabello y baje las escaleras con temor a tropezar y caer, me sentía inestable.

Luego de esperar unas dos horas por nuestro equipaje que al parecer venia en otro avión por error por fin pudimos llegar a "Casa" nunca será casa para mí, sino más bien un exilio donde me veía obligada vivir, no dije ni una palabra durante ese trayecto estaba enfadada estresada y en pocas palabras mis días de cambio de humor, pero nunca me vino el cambio de felicidad.

-Deja de hacer eso- Mi voz se escuchaba distorsionada tal vez sea por el hecho de que tenía los dientes apretados de pura rabia. Mi hermanito, MI BELLO HERMANITO, estaba lanzando comida chatarra a mi cabello, no había una mejor manera de reaccionar - ¡Mama!-

-Johnny deja a tu hermana -

Gran aporte mama, pensé.

- ¿Saben qué? Me voy a mi cuarto, no tengo hambre, ni frio, ni ganas de hacer ningún tipo de actividades en familia, simplemente no estoy del mejor humor, cargo un humor de perros -Mi hermano se rio- Y también muerdo como uno -Que indirecta tan directa, chasquee los dientes para reforzar mi amenaza. Y subí las escaleras de dos en dos, me tire en mi cama coloque una almohada en mi cara y ahogue mis gritos en ella.

Entre el Dia y la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora