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50%: Harry.

Nolo podía creer, en verdad que era demasiado bueno para ser verdad. A cadasuceso avanzaba un paso más hacia mi sueño.

Me di cachetadas no sólo para despertarme sino para convencerme de que todo erareal; justo ahora me arreglaba para ir con Bethany, a la dirección que Ila memandara. ¿Tantoasí se iba a tardar?, pensaba yo peinando mi corto cabello mojado con misdedos.
En ese momento entraron mis hermanas con un azotón de puerta.
—¿¡Lallevarás a jugar fútbol y la besarás después de caer juntos en un charcode lodo bajo la lluvia!? —gritó una, haciendo ademanes bruscos y unapatada.
—¿¡Opor qué no la llevas a bailar y la besas románticamentedando vueltas y vueltas!? —gritó la otra con gestos suaves, las dichasvueltas y un saltito.
Me di vuelta dándole la espalda al espejo para mirar a las niñas de mis ojos, ysonreí.
—Nolo sé, pero creo que no será nada de eso —suspiréy saqué mi celular del bolsillo de mi pantalón—. Pareceserque iremos a una simple plaza —me encogí de hombros, me colgué mi mochila conpocas cosas básicas dentro al hombro y me incline a darles un besoen la frente a cada una—. Adiós niñas.
—¡Adiós! —ese también fue mi papá desde su oficinadespidiéndose...

—¡Adiós! —ese también fue mi papá desde su oficinadespidiéndose

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"A las seis en la plaza, justo en la fuente grande, espero sepas cuál o serás un alienígena ante mis ojos. Suerte! Y cuidadito con mi amiguita e.e", decía el mensaje de Ila.

Y ahí estaba yo, sentado a la orilla de la fuente, mirando alrededor, checando mi celular, la hora... hartándome apenas un poco... cuando la vi y eso se esfumó como arena entre los dedos.
La vi mirar de allí para allá, dirigiendo su mirada a la fuente, pasándola por cada individuo sentado en la orilla y por los alrededores de esta, hasta que me vio y ya no pude admirarla de arriba a abajo tan abiertamente.
Alzó las cejas al reconocerme, y se acercó a mí, por lo que yo me paré y quedamos frente a frente.
—¿Tú? —me preguntó.
Me ruboricé y en seguida miré a otra parte para disimularlo; era estúpido. Sólo asentí.
—Bueno, hola.
—Hola-Respondí rascándome la nuca.
—...Mi idea era ir a patinar sobre hielo.
Empecé a preguntarme... ¿No era Ila la que había pensado en la cita? Pero a final de cuentas no importaba, porque estaba ahí con ella, en una cita que nunca siquiera soñé, al fin y al cabo.
Aunque después asimilé las palabras de Beth: Vacilé pero la seguí... no quería patinar sobre hielo; no sabía hacerlo. Me agradaba verlo, y antes de tratar quería aprender, pero cuando se me dio la oportunidad e hice mi intento, fracasé por completo. No me gustó nada, o fue que me sentí torpe... sólo sé que desde entonces me rendí en eso.
Sin embargo, tal vez por Beth lo hiciera; es decir, no me rendiría con ella de ninguna manera, y si esta era la manera que se me presentaba, adelante.

Lo dicho es retirado; miré a todas partes en busca de una vía de escape al vergonzoso acontecimiento que se avecinaba, y la alternativa vino a mí:
—Te propongo algo, Beth. Vayamos a comprar una bebida primero, ¿te parece? Yo tengo sed —traté de ser lo más convincente posible, poniendo mi mano en mi pecho en la última frase.
Ella estuvo de acuerdo y suspiré para mis adentros, pero algo nos detuvo la marcha poco después de dirigir nuestros primeros pasos hacia la cafetería.
—¿Harry? —preguntó alguien al lado contrario del que tenía yo a Beth, que a su vez tocó mi hombro, y al girarme para ver quién era, me encontré con Natalie.
—Hola Nat —la saludé.
—Hola... —miró a Beth— ah... ella es... ¿Beth? —La señaló con un dedo y una ceja levantada.
—Sí...
—¿Qué hacen aquí?
—E-estamos en—me rasqué la nuca—...
—Una cita —me respondió en tono afirmativo, no interrogatorio, como deduciendo ella misma— ...claro. Uhm, ¿te puedo decir una cosa? Sólo una, rápido —dijo acelerando su ritmo, aumentando su volúmen de voz, también aumentando la cantidad de movimientos corporales diversos; mirar a diferentes direcciones, mover los pies, ponerme nervioso...

Déjame soñar (#Wattys2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora