Capítulo 3
Sin siquiera darme cuenta me encontraba ya frente a esas puertas de metal que podían ser, sin exagerar, diez veces más grandes que yo. Encima de ellas había un enorme letrero que decía "Chesterton University". Al ver una de las puertas medio abierta supuse que podía entrar si quería, sin tener que avisar ni nada, por lo que pasé dentro.
Era... Increíble. Había un enorme espacio de césped con bancos dispersos de manera estratégica. Supuse que sería el jardín al que salíamos los estudiantes durante el descanso. Había varios edificios de diferentes tamaños. Seguí andando por el camino central, que llevaba a uno de los edificios. Al más moderno de todos. Era de un color grisáceo que lo hacía ver muy bonito, con unos enormes ventanales que dejaban a la vista largos pasillos. Abrí las puertas y vi que por dentro era como un sitio de enseñanza normal: pasillos y puertas que seguramente daban a clases. Anduve durante un rato sin ningún rumbo fijo hasta me crucé con alguien.
—Buenos días —saludó la mujer con la que me había topado. Era medianamente joven, supongo que de unos treinta años.
—Hola —respondí yo.
—¿Necesitas ayuda? —la verdad es que parecía simpática, y tampoco quería pasarme horas allí andando sin saber por donde.
—Si, por favor. Soy nueva y me dijeron que tenía que venir a inscribirme y a recoger las llaves de mi apartamento antes de que empezaran las clases.
—¡Oh, por supuesto! Tienes que ir a secretaría y hablar con Marta Simons. Es el edificio de al lado —antes de que pudiera agradecérselo me pregunto—. Y, ¿cómo te llamas?
—¡Vaya, perdón! Soy Eleanor Leroy.
—Yo soy la señorita Morrison. Profesora de Lengua y Literatura —dijo orgullosa—. Supongo que te veré por aquí Eleanor, estás aquí por nuestro programa de intercambio, ¿verdad?
—Si —contesté sin saber muy bien que más añadir. Ella me hizo un gesto con la cabeza a manera de despedida antes de irse por el camino contrario al que había venido.
Salí otra vez fuera y me encaminé hacia el edificio que me había dicho la profesora. Entré y saludé a un par de chicas y chicos que había esperando. Me senté al lado de una joven pelirroja que hablaba con alguien por el móvil. Mi primer pensamiento fue '¡Que guay! Es tan pelirroja como yo' pero tras darme cuenta de que en realidad era una estupidez, mi cabeza voló a otros asuntos.
—¡Ostras! ¿Eres retrasado?.... Umm.... Bueno, puede que por eso te perdone.... ¿¡QUÉ!? ¡VALE, AHORA SI QUE DATE POR MUERTO! ¡TE VOY A DEJAR SIN HIJOS DYLAN HOFFMAN!
Chillaba la chica de mi lado tan alto y en un tono que parecía a punto de liarse a puñetazos con alguien, que lo que me fue imposible no oír parte de su conversación. Tras decir eso último colgó de manera muy abrupta y suspiró fuertemente.
'¡Se habrá quedado a gusto!'
Cuando se dio cuenta de mi presencia y de mi insistente mirada sobre ella se giró hacia mí y me dedicó una sonrisa.
—¡Oh, vaya, no te había visto! Sanders, Annette Sanders, un placer —dijo presentándose
—Umm... Eleanor Leroy... —hablé dudosa aceptando, aún así, la mano que había extendido en mi dirección mientras me hablaba.
—¿Leroy? Tu apellido me suena —tras ver mi cara, que era una mezcla de espanto y curiosidad dijo— ¡Oh! Supongo que habrás oído la conversación que estaba teniendo. No te preocupes, no soy una psicópata —hizo un gesto con la mano como quitándole importancia al asunto—. A ver, tampoco soy normal del todo.... —calló, dejando una pequeña pausa, como pensando en si seguir por ese camino antes de reírse y después añadir— y... supongo que te estoy asustando.
—No que va, no te preocupes. De todas maneras, puede que suene extraño, pero la gente normal no suele caerme bien, prefiero a la gente rara —esas palabras salidas de mi boca provocaron que se riera aún más. Supongo que fue un buen comienzo para romper el hielo.
"Siguiente por favor" Se oyó a través de unos altavoces situados en algún lugar de aquella zona de espera.
—Bueno Eleanor, supongo que te veré por aquí. Si tienes alguna duda no dudes en preguntarme.
—¿Cómo? Espera, ¿tú no eres nueva? —al verla ahí sentada y, aparentemente, esperando, había dado por supuesto que también estaba aquí para inscribirse.
—¡Oh, no! Solo estoy aquí para acompañar a mi prima, que debe estar a punto de salir. Ella es la nueva —aclaró con una sonrisa. A esa chica de verdad le encantaba sonreír.
—Vaya, ¿Y esta quién es? —dijo haciendo entrada una chica morena.
—¡Al fin sales! Ya pensaba que iba a tener que mandar un equipo de rescate ahí dentro —fue la única respuesta que recibió por parte de Annette.
La otra chica permaneció callada, y al ver que Annette también dijo:
—¿Ya está? ¿No vas a maldecir a mis muertos o algo así por dejarte aquí esperando tanto tiempo?
—En realidad iba a empezar a insultarte, pero me tengo que guardar mi fuerza para cuando me encuentre con Dylan —contestó Annette, a lo que la chica morena le miró achicando los ojos—. Bueno, Eleanor Leroy —dijo Annette señalándome—, Maggie Brown —dijo señalando a la morena—. Maggie Brown —dijo volviendo a señalar a la tal "Maggie"—, Eleanor Leroy —finalizó señalándome, terminando así también su pequeña presentación.
—Un placer —dijo la morena dándome la mano— por lo que veo ya conoces a mi prima —habló Maggie, a lo que yo simplemente asentí—. Oye Eleanor, ¿vas a vivir en la residencia de estudiantes? —me preguntó, por lo que volví a asentir— ¡Estupedo! Yo también. Si quieres te espero y vamos juntas. A no ser que te parezca algo atrevido, claro. Porque no nos conocemos de nada y eso...
—No te preocupes. Podemos ir juntas. Además, me harías un favor, porque estoy bastante segura de que me perdería antes de llegar.
—Entonces supongo que nos vemos luego —se despidió Annette antes de sonreír de nuevo y salir por la puerta principal con paso firme.
Entré en el despacho de la secretaria, que, tras saludarme y darme el típico discurso de bienvenida, me dio mi horario, otro par de papeles con reglas y cosas de ese estilo, las llaves del apartamento, las normas del edificio... Tardó más de lo que me esperaba, por lo que cuando salí tenía algo de hambre.
Maggie y yo fuimos una heladería a por algo para alimentarnos y hablamos un poco. Era una chica muy simpática y graciosa. No sabía si podía llamarla amiga todavía, pues no hacía más de veinticuatro horas que la conocía, pero se me hacía alguien agradable.
Una vez con el estómago lleno fuimos a la residencia estudiantil.
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¡¡Holii!!
¡Aquí otro más! Bueno, pensé que ya iba siendo hora de que Ele se echara alguna amiguilla.
¿Qué os ha parecido? Dejad vuestro comentario, por favor.
Gracias por leer, votar y comentar.
xoxo
~Audrey
Adelanto del próximo capítulo:
Estoy segura de que mi cara de asco en ese momento no pudo ser mayor. ¿Me estaba invitando a tener un trío con él y la otra? ¡Si me conocía desde hacia dos minutos!
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Living with an idiot (NMLP 2)
De Todo-¿No me vas a dar si quiera un beso de agradecimiento? -dijo acercándose más a mí. -¿Acaso se te ha muerto la neurona y te has vuelto más idiota de lo habitual, Miller? -contesté, y quise alejarme de él, pero como me encontraba acorralada entre sus...