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Ya es lunes y aún no se nada de Matt.

Hoy entro a las una de la tarde a clases y ya son las doce. Comienzo a prepararme un sándwich de jamón y queso, como a Sandy no le gusta el jamón ni menos el queso le preparo con mermelada de mora.

Pero mis pensamiento sobre donde estará Matt no me dejan tranquila, agarro el cuchillo con mermelada y lo unto en el pan. Matt no me ha bloqueado tampoco se ha conectado, quizás no querrá hablar conmigo.

Papá ya se habia hido a trabajar. Miro a mamá yéndose al trabajo antes queriendo decirnos algo.

-Quiero que tomen la micro apenas salgan del colegio, no se pasen para ningún lado. Dice mamá apurada.

-Si Mami-. Dice Sandy viendo a mamá cerrando la puerta e irse.

-Toma, te lo comes, no quiero que lo andes regalando-. Le digo mientras pongo el sándwich en su mochila.

-Bueno, ya oiste a mamá que lleguemos temprano, no te quedes hablando con ese chico-. Me dice refiriéndose a Scott.

-Tu no te metas-. Digo cortando tema.

Llegamos justo a las una. Dejó a Sandy en su sala y me dirijo a la mía.

Abro la puerta. Y allí está Scott, sentado al lado de mi banco. Me dirijo hacia el saludandolo con la mano, pero apenas me siento me saluda con un beso en la mejilla, y allí atrás están "La perritas" más de seguro murmurando y hablando de porqué su mejor amigo me ha besado la mejilla.

-¿Y-y eso?-. Le preguntó roja como tómate.

-Soy tu amigo, acaso no te puedo saludar con un beso-. Dijo sonriendo.

-Si pero... -. No terminó la frase.

-Nada de peros, desde hoy te saludare con besos-. Me interrumpe.

Lo encontré un poco patudo pero, que más da yo moría por unos besos de el aunque fueran en la mejilla.

Estuvimos riendo toda la clase por el tartamudeo de la profesora Conzuelo. Al salir de recreo Scott me toma de la mano y me lleva al lugar oscuro del colegio.

-¿Qué hacemos acá?.- Preguntó nerviosa, observo que aún tiene agarrada mi mano.

- Tengo algo que decirte-. Me dice acercándose a mi.

Siento sus labios juntarse con los míos a la vez nuestras lenguas, se separa lentamente de mis labios quedando a sólo centímetros de mi.

-Me gustas Crissy Watson-. Me dice mirándome a los ojos, me aprieta la mano y me vuelve a besar.






¿Para El Amor No Hay Edad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora