Capítulo 14

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*NO EN CONDICIONES DE PONER TÍTULO AHORA MISMO* *PUEDE QUE LUEGO*

Esta vez me desperté yo antes. Así que me fui al baño (no sin antes coger ropa) y me duché.

Cuando salí me encontré con un Rubén sin camiseta. Y así estoy ahora, mirándolo des de la puerta del baño. No se ha dado cuenta de mi aun.

Dios mío. Pero que guapo es.

Quito mis ojos de su cuerpo, después de cinco minutos casi sin darme cuenta. No debería de estar mirando. Tampoco es tanto mi culpa, o sea, es él el que está semi-desnudo en mi habitación.

Pienso en el avión que cogeré esta tarde, que me llevará tan lejos de él. Entonces, sólo mirarlo no es suficiente.

Me acerco a él con una sonrisa llena de intenciones.

-Rubencio!

-Martancia!

-Buenos días!

-A ti también!

-Sabes, no es que me queje, para nada, pero puede que tengas que ponerte una camiseta para ir por el mundo...

-Vamos, dime que no te gusta lo que ves.

-Que si me gusta? No lo sabes tu bien.

Me acerco a él.

-Mhmm.... Así que te gusto...

Se acerca a mi.

-Aún lo dudabas?

-No. Pero sienta bien que te digan eso.

-Sabes que sienta mejor?

-Qué?

Rompo de golpe los escasos centímetros que nos separan, fusionando nuestras bocas en un tierno beso, y él lo sigue casi de immediato.

Lo voy a echar mucho de menos.

Él me agarra de la cintura, y yo paso mis brazos alrededor de su cuello. Me atrae más hacia él, me gusta. Respondo apretando mis brazos más aún.

Sé lo que va a pasar ahora, sus manos vuelven a buscar el camino a través de mi ropa, cómo lo hicieron hace sólo un par de días. Esta vez, no lo paro.

Me separo de sus labios un segundo, lo justo para respirar, y le miro los ojos. Me equivocaba, no es cómo el primer día. Está más calmado, y la mirada se le llena de ternura al ver cómo le miro.

-Pareces un perrito mojado.

Susurra en mi oído, y yo le contesto de la misma forma.

-Ah, sí? Tu pareces un conejito con sobredosis de azúcar.

La situación es, cómo mínimo, memorable. Él tiene el brazo metido dento de mi blusa y me está acariciando mi espalda desnuda con una mano, la otra está en mi cadera. Yo aún las tengo las dos alrededor de su cuello, y mi cuerpo lo aprieto contra su pecho, que, cómo he dicho antes, no lleva camiseta.

Él parece darse cuenta de que lleva menos ropa y me vuelve a mirar.

-No estamos en igualdad de condiciones.

-Tienes razón.

Aparto mis manos de él y me quita la ropa. Ahora voy en ropa interior y shorts.

Él me está mirando.

-Eres preciosa.

-Y tu te has visto?

-Estaba hablando de ti.

Me sonrojo, vale? Si Rubius te dijera eso tu también lo harías. Y lo sabes.

Así que, para ocultarlo (y también porque quiero) le beso. Me besa. Nos besamos.

Y así, semi-desnudos, nos tiramos encima de la cama que, cómo he dicho en otras ocasiones, es muy cómoda.

Dirijo mis manos a su cuerpo, lo acerco a mi. Él me quita los shorts, las bragas. Yo le quito los pantalones, los calzoncillos.

Me levanto entre jadeos y me pongo encima de él, lo quiero, lo quiero, lo quiero.

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Bueno, solo que sepáis que os acabo de entregar la poca inocencia que me quedaba. Me voy a mirar fotos de gatitos.

Bye <3



El hotel y él (Fanfic Rubius)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora