-Te quiero.
Se echan de menos, este tipo de palabras. Esta sensación de que todo, de golpe, va bien. Que no pasa nada malo.
Como la calma que precede a la tormenta.
Pero bueno, centrémonos.
Solo nos separan unos pocos centímetros, que se esfuman rápidamente con nuestro pequeño movimiento. El beso se siente dulce, deseado, deseoso.
Como de costumbre ya, mis brazos se cruzan por detrás de su cuello, los suyos se postran en mis caderas, sin separarnos en ningún momento.
Como había previsto ya, la inercia nos dirige hasta su cama. Ahí, caemos y termino encima suya. Nos separamos, respiro hondo. Ya sin riesgo de asfixia, vuelvo al ataque.
Con mis brazos hago que se quede quieto, y lentamente me quito la camiseta.
Voy recorriendo su cuerpo, y al mismo tiempo le quito los pantalones. Él solo me mira, excitado, como un niño al que le están a punto de dar su regalo.
Y, justo cuando estaba a punto de quitar su bóxer, suena el timbre.
Yo, sorprendida, paro. Él me mira, extrañado, como si ni hubiese oído el ruido.
Y casi como si lo hubiera planeado, vuelve a sonar. Rubén suelta una palabrota, enfadado, y coge los pantalones y se los pone. Yo agarro la camiseta y hago lo mismo.
Y así, despeinados, él medio desnudo y con restos de mi pintalabios (no sé ni porque me lo he puesto) y cogidos de la mano vamos a abrir la puerta.
Cuando veo quién es, maldigo en silencio a mis amigas y al dia en que acepté a traer a Paula, y ya de paso el minuto al que se nos ocurrió llamar a Pao.
Porque allí están ellas dos, y Alexby, Alexby también está aquí.
Cuando nos ven ellos, se nos miran. Parece que están avaluando la situación. Y de golpe, el hobbit empieza a reir. Y bueno, entre risas aun, habla.
-Que estábais haciendo?
Rubius y yo nos miramos. Creo que me estoy poniendo roja. Siento que su dedo acaricia el torso de mi mano, y eso me tranquiliza un poco. Y él decide hablar antes de que yo pueda siquiera pensar en algo que decir.
-Vosotras no veníais por la tarde?
Se le nota un poco cabreado.
-Si, ese era el plan, pero con Alex hemos pensado de venir un poco antes y dar una vuelta o algo. Pero si interrumpimos algo nos vamos, que no pasa nada.
Esta vez consigo decir algo.
-No, no. Ya que estáis aquí.. Solo un segundo, que nos tenemos que terminar de arreglar. Y comer algo.
-Si. Podríamos estar listos si nos hubieseis avisado. Pero si esperáis en el salón ahora mismo volvemos.
Rubén lo dice mirando a su amigo, que se encoge de espaldas como diciendo "Lo siento, que quieres que haga".
Acto seguido, entra con las chicas hacia el salón, supongo. El slenderman y yo nos quedamos solos, y volvemos a la habitación. Allí, se me acerca y me besa.
-Ya seguiremos en otro momento..
Su tono pervertido me saca una risita, y le anuncio que voy a repasarme el maquillaje y que debería venir para que le quite el que tiene en la cara.
-Claro.
Asiente divertido, coge la ropa que ha escogido en un momento y me sigue.
Una vez listos, volvemos al comedor, dónde decidimos coger el coche e ir a dar una vuelta por algun sitio alejado del centro, ya que con Rubius y Alexby esa no parece una opción muy viable.
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El hotel y él (Fanfic Rubius)
FanfictionNo me gustó nunca en especial. No hasta que le conocí, y no creo que fuese casualidad. A través de dos habitaciones de hotel, una conferencia y un poco de suerte se puede llegar a descubrir muchas cosas..