GRANDES AMIGOS
Caímos sobre una superficie plana sentía como el frio se pegaba a mi cara.
No me había terminado de levantar cuando una explosión nos sacudió lanzándonos nuevamente al piso. La nave había hecho impacto en las puertas de carga. Las alarmas comenzaron a sonar. Una luz roja empezó a reflejarse en todo el lugar. Guerrez me levanto y nos escondimos detrás de unas cajas de acero. Veíamos como decenas de militares corrían a atender el desastre.
Ahora nos veíamos como ellos, habíamos tomado el uniforme de los Zealots. Y teníamos sus tarjetas de entrada.
-Vamos. Dijo Guerrez antes de comenzar a correr por un pasillo, totalmente blanco. Corrimos hasta llegar a una puerta de metal de unos dos metros de altura.
Utilizamos el código de las tarjetas para entrar; dos militares aparecieron frente a nosotros. Quede paralizado no sabía si nos habían reconocido.
-¡Que esperan, vayan a la entrada de carga! Grito Guerrez.
Los dos militares salieron corriendo.
Yo suspire tranquilo, por poco y nos atrapan. Pensé.
-Debemos subir, pero será mejor tomar un atajo así nos evitaremos gastar municiones en el rostro de militares. Replico Guerrez. Nos introdujimos en los ductos, que antes habíamos visto en el mapa. Estos salían a una ventilación la cual no podíamos ver el fondo, y se escuchaba un sonido ensordecedor de los aires que transitaban por los ductos.
Sin pensarlo dos veces comenzamos a subir. Paso a paso, la gravedad se hacía cada vez más pesada, y los aires eran cada vez más fuertes.
-Falta poco Guerrez, ya este es el cuarto piso. Mencione subiendo con gran esfuerzo.
Otra explosión se escuchó a lo lejos moviéndonos un poco.
-¿Escuchaste? Grite preocupado.
-Sigue subiendo no importa lo que pase. Necesitamos salir de aquí. Respondió.
Patee una rejilla: salimos como pudimos y nos encontramos con una cúpula de celdas inmensas debía ser el quinto piso. Estaba seguro.
Derrepente un disparo reboto en la pared casi rosando mi pecho.
Guerrez comenzó a disparar.
Me levante lo más rápido que pude saque mi arma y me pegue en la pared esperando el ataque.
Nuestras armas estaban silenciadas, los únicos disparos que podían escucharse eran los de los Zealots.
-Donde estas Mawys, ya estamos aquí. Dijo Guerrez inclinando su boca al brazalete. Se encontraba tirado en el piso a mi izquierda, esperando que la nube de polvo de desvaneciera.
-Cúbreme Jaack. Se levantó encendiendo su laser y comenzó a correr.
Tres disparos salieron de mi arma en diferentes direcciones. Había matado a tres Zealots Luego di un salto hasta donde estaba Guerrez voltee mi arma la levante y le di en el casco a uno de los militares luego apunte y dispare en su pecho. Un disparo golpeo mi hombro. Me voltee y le dispare en el rostro a uno que se encontraba tras de mí.
Les dispare a otros tres que estaban entrando. No veía a Guerrez por ninguna parte.
-Detrás de ti Jaack. Escuche un grito. Voltie y un golpe en el estómago me hizo caer de rodillas.
-Vaya, vaya Jaack no has perdió el toque. De siete, siete. -Ahora entrégame el mapa.
-¿De que estas hablando? Respondí casi sin poder hablar por el aire que había perdido.
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el regreso de los heroes
Science Fiction¡Por favor! ¡Por favor! No lo hagan; es mi hijo, no pueden quitármelo. Gritaba la pobre mujer mientras la golpeaban y tiraban al piso. Es mi hijo; gritaba desenfrenadamente desgarrando su garganta. El extraño ser miraba fijamente al niño con los rar...