el regreso de los heroes

CAPITULO 11

EL GRAN LIDER

Viajamos por algún tiempo, no sabíamos a dónde ir, solo por un par de horas queríamos desconectarnos del mundo y descansar. Como cuando te invade esa sensación de simplemente estar quieto mientras todo pasa a tu alrededor.

-Es mejor que nos detengamos a descansar en algún refugio.

-Estás loca toda la galaxia está en nuestra contra, ya saben que tenemos el mapa, que es real que ya dejo de ser un mito, acaso olvidaste los sibors que nos acaban de atacar, piensas que salieron de la nada, de seguro fueron enviados por el.

Así siguió por algún tiempo la discusión entre Tahan e Iroan.

Jhuli. Se encontraba en mi brazo derecho, aun se encontraba dormida. No dejaba de pensar en la doctora Amrivix por alguna razón, sabía que existía una relación entre Jhuli y yo, aunque aun era una niña casi un bebe guardaba un gran talem dentro de ella que a kilómetros solo yo podía sentir.

-Iroan tiene razón. Dijo Frank

-Gracias, es necesario que descansemos no somos maquinas.

Tahan Interrumpió sin dejarla terminar. -Pero puede ser en cualquier lugar así que será mejor que nos detengamos a descansar, pero en un lugar seguro.

-Conozco un refugio cerca de aquí donde podemos pasar la noche. Dije en voz baja.

-¿Seguro que podemos pasar la noche sin que despertemos amarrados o picados en pedazos? Pregunto Tahan

-Sé que podemos confiar en ellos, bueno en algunos.

-Tú dices Jaack. Hacia dónde. Nosotros te seguimos.

Dejé a Jhuli en el asiento arropada con mi chaqueta, y comencé a pilotear la nave, no tenía muchas ganas de volver a mi planeta pero eran ellos o nadie.

...

Los Acnur así nos llamaban teníamos un refugio en el satélite de nuestro planeta, éramos muchos humanos huyendo de la realidad de nuestro mundo, tomamos la decisión de crear un lugar una estructura y una ideología capaz de trastornar el mundo, pero no funcióno.

Comenzamos siendo un grupo neutro que simplemente brindaba ayuda a los más necesitados, no éramos ni de Pharisees ni de Zealots. Las dos grandes potencias del universo. Nos denominaban la fortaleza del nuevo mundo. Y de ahí el nombre a nuestro refugio, simplemente un movimiento de ayuda a cualquiera ser viviente de la galaxia. Comenzamos a crecer, a crear a construimos edificios, naves, y medicinas a cargo de Naju el pionero y creador de la fortaleza de Acnuria. Pero esto no agrado a los Guarblaks (Guardianes Oscuros)

Nuestro crecimiento fue desmesurado millones de personas eran parte de este gran movimiento, pero una mañana tranquila casi finalizando el año, Una explosión nos despertó a todos seguido de un sinfín de explosiones, nos encontrábamos en el medio de una brutal batalla entre los Pharisees y los Zealots.

No había sido casualidad, había sido un plan de la oscuridad para destruirnos, a pesar del caos nuestra fortaleza era más resistente que sus armas, nuestra tecnología gracias a Naju era la más avanzada de todas. Pero algo que jamás esperábamos sucedió.

Entre los gritos los disparos y los derrumbes de la fortaleza, hubo una noticia que nos paralizo a todos. En los altavoces de toda la fortaleza se escuchó algo que aún recuerdo en mi mente y dudo mucho que logre borrar.

-Fortaleza les habla Naju tal vez estas sean mi últimas palabras, pero tengan paz no tengan miedo, nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin límite.