Mi vecino.
Quise decir algo como 'Vamos' o '¿Iremos?' pero me quedé viéndole los ojos. Esos ojos oscuros que al verlos me pasaban cosas.. en mi estómago.
¿Como explicarlo? El y yo no eramos absolutamente nada.. bueno. ¿Amigos podría decirse?.
Sí, eso eramos.
La idea de irnos no me favorecía..
–¿Te sientes bien?.-me preguntó.
–Mjm.-dije con una sonrisa, sin sacar mi vista de sus ojos.
–¿Vamos?
–Sí. Vamos..
Salimos de ahí y había notado que a Jungkook no le dolía más la costilla.
–Tu costilla..-lo miré, y el se miró.–Ya no te duele.. ¿te sientes mejor?.
–Sí, ya no me duele.. bueno el dolor es leve pero nada que ver a los otros días.- me sonrió.
–No tendré que curarte de nuevo ¿no?.-reí.
–Si es para que te aproveches de mí, pues entonces me lastimaría cada segundo.
Sonó tan sincero. Lo miré, y mis ganas de besar lo aún no se iban.
–Eres..
Me miró, y dobló su cabeza hacía un lado. La doblé con él. Rió por eso y yo también lo hice.
–¿Soy que?.
–No lo sé... no lo sé.
–Tu nunca sabes nada.. -dijo riendo.
–Es que es raro. Jamás habría conocido a alguien así.
–¿Quieres.. tomar un helado?
–Habíamos quedado en los..
–¡Frapuchinos!-dijimos al unisono.
Reí.
Me sonrió y fuimos caminando hacia un bar que había cerca del parque, tenía unos colores hermosos por los asientos y las flores, el parque; encargamos los frapuchinos y nos sentamos en una mesa que había casi en el medio de una de las filas de las mesas del medio.
Esperamos, mientras nos mirábamos. Llegaron, yo había pedido uno de chocolate y el de dulce de leche.
De repente sacó tema de conversación.
–¿No piensas volver con tus padres?.
–No, para nada. Hablé con mi madre..
Me miró.
–Le conté lo que había sucedido..
–¿Ella sabía?
–Sí.
–¿Porque jamás hizo nada?
–Porque jamás le dije que el me había golpeado.. solo le dije que teníamos peleas muy fuertes. Y cuando nos 'separamos' con Josh, le había contado la verdad fui ahí cuando desapareció del mapa e igualmente hicimos la denuncia.
–Pero entonces ¿sabía o no sabía?
–Sabía, cuando nos 'separamos' pero.. lo supo a último momento y no pudimos hacer nada. Cuando el empezó a golpearme yo jamás tuve la valentía de decirle a mi madre lo que había ocurrido, por eso también siempre inventaba excusas.
–¿No tenías tanta confianza con tu madre?.-preguntó inseguro.
–Sí, pero no la suficiente. Sabía que mi madre podría hacer cualquier locura, podría hasta matarlo por tocarle a su bebé. Que en ese caso era yo.
Siguió mirándome. Ahora no sabría que decir, ya el tema me incomodaba y el creo que pudo notarlo.
–Hay algo en lo que no coincidimos..-lo miré extraño, y me hizo una mueca sobre el frapuchinno.
–Oh, al fin algo.. -miré sus ojos.
–¿Es de chocolate?.
–Sí, ¿quieres probar?..-terminé mi frase y le convidé.
–Prueba tú, está rico..-cuando me dio, probé y estaba rico también pero me había manchado la camisa, porque había tratado de reírme.. escupí todo y el se reía mientras me preguntaba si estaba bien.
–No te rías...-también me reía. El tomó un par de servilletas y quería limpiar mi blusa.
–Permiso..-la limpió y cada vez lo hacía más lento.- También tienes un poco aquí..- No dudo en capturar mis labios para formar un perfecto encaje de nuestros labios.
A lo primero no cerré los ojos, pero el fue llevando a cabo la situación. El tenía el control, me tomó del cuello y movía su lengua adentro de mi boca, reaccioné, cerré los ojos y mi lengua hizo contacto con la suya y se unieron para formar una tercer guerra mundial.
Pensaba que en un momento pararíamos pero no, no lo hicimos. Seguimos besándonos hasta que llegó el momento de tomar el aire suficiente para recuperar.
Nos separamos, nos miramos. Sonreímos, y me sonrojé. No pensaba que esto iba a seguir de una manera justa y enserio. No quería ilusionarlo, tampoco quería que lo haga conmigo; ni que de a entender algo que no era.
–Yo.. -decía él, era un momento en silencio, no tendríamos que decir nada. Esto.. era como una historia..
–No digas nada mejor.. nos dejamos llevar eso fue todo.-dije sonriente.
Me sonrió y seguimos hablando lo más normal, cada persona que nos veía podría creer que eramos la tal pareja enamorada. Pero no, aún y tampoco iba a ser así.
Por lo que pensábamos no iba a ser nunca. Por ahora..
Llegamos a la puerta de mi casa, el me miró y me sonrió.
–Sabes.. es extraño. Conocer a alguien que se parezca tanto a ti y no poder brindar nada a cambio. Pero es lindo, y a la vez extraño.
–Pienso lo mismo.. también es lindo conocer a alguien que te limpie las camisetas.-reímos tan fuerte que nos pusimos rojos.
–Eres tan divertida. Lo juro jamás conocí a alguien así. Ojalá seamos..-miró mis labios.–Siempre amigos.
–Sí.. amigos.
Ya no teníamos que decir nada, y el se volvió a acercar, quise negarme pero no pude necesitaba que sus carnosos labios a que hagan contacto con los míos como un encaje perfecto.
No, para nada me negué. Nos volvimos a encontrar en nuestros rasgos vocales.
Y esta vez, sentía algo que era seguro.
Me gustaba, me gustaba Jungkook y me gustaba su forma de besar.
Nos despedimos, abrí la puerta y entré. Me fui directamente a mi habitación, apagué las luces de abajo, en la cocina.. las había dejado prendida.
Subí, me saqué la ropa y me recosté. Me tapé con una de las sábanas y me puse mirando para arriba.
Jungkook era el tipo de gente a la que a mí me faltaba conocer.
Era ese tipo de personas que puedes hablar, puedes entablar una relación amistosa sin que se les vaya de las manos las palabras, es todo un caballero.
Pensé horas en él. En como sería si algún día.. podría darle una oportunidad.
O simplemente si ¿volvería a poder estar bien con alguien a mi lado? No lo sabía, pero sabía que si le daba una oportunidad a él.. no me iba a defraudar. Sentía algo diferente a Josh, sentía.. amor. Sí, eso sentía.
N/E
Haru, te amo muchísimo. Admito que me molesto, pero no puedo vivir sin ti, dulzura.
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Mi vecino ➳ Jeon Jungkook.
Fiksi Penggemar- Lamento ser tan descortés, soy Jungkook..- dijo el chico extendiendo su mano.- Jeon Jungkook. #682 en Fanfic 12/02 <3 #740 en Fanfic 28/01 <3 #33 en Vecino 09/06 ♥ #16 en vecino 03/09 💞